El Brexit en un callejón sin salida

En medio de una compleja coyuntura entre el Reino Unido y el resto de los 27 países de la UE la salida del país insular tropieza con obstáculos. La opción de salida del Reino Unido de la Unión Europea, parecía un camino fácil, pero esos caminos parecen complicarse para cruzarlos. La estrategia que diseñó el gobierno británico de abandonar la integración ha sido  una decisión que ha dividido y sembrado la discordia entre los ciudadanos, erosionado a los grandes partidos y perjudicado hasta la aniquilación las carreras políticas de quienes lo impulsan.

El Brexit solo tuvo un día de gloria. Se trata de una decisión que ha dividido y sembrado la discordia entre los ciudadanos, erosionado a los grandes partidos y perjudicado hasta la aniquilación las carreras políticas de quienes lo impulsan. De momento se ha cobrado un primer ministro, David Cameron, y lleva camino de cobrarse un segundo, Theresa May, además de abrasar las ambiciones de buen número de candidatos a ocupar el número 10 de Downing Street, como es el caso de Boris Jhonson actual ministro de Exteriores, o Michael Gove, secretario de Estado de Medio Ambiente.

Varios temas flotan, el primero es y el de mayor significación: la aportación financiera correspondiente a los compromisos adquiridos por la UE con Reino Unido dentro, que significan en un cálculo inicial unos 100.000 millones de euros. En segundo lugar, preservar la frontera abierta y sin controles entre el Ulster y la República de Irlanda, a pesar de que se tratará de un límite exterior de la UE. Y finalmente, mantener los derechos de los trabajadores europeos en Reino Unido y británicos en la UE.

Casi a diario el gobierno se debate en buscar salidas pocos traumáticos. Ha presentado 4 escenarios como posibles para la terminación de su relación con el pacto integrador.

Cualquiera de esos cuatro escenarios que tiene a mano el Gobierno británico para consumar el Brexit se traduciría en una erogación semanal de 330 millones a 1.400 millones de euros para las arcas públicas, según un estudio del "think tank" Global Future.

La opción  de Theresa May, un acuerdo comercial "a la medida", equivaldría a 615 millones de libras menos (unos 710 millones de euros) cada semana para financiar servicios públicos como el Servicio Nacional de Salud (NHS).

La alternativa menos costosa sería el "modelo Noruega", con la permanencia en el mercado único., mientras que el "modelo Canadá" (un acuerdo comercial si incluir el sector servicios) tendría un impacto semanal de unos mil millones de euros.

El peor escenario posible (1.250 millones libras menos a la semana) sería una falta de acuerdo entre Londres y Bruselas, lo que dejaría al Reino Unido a expensas de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Global Future asegura haber calculado sus estimaciones a partir de datos oficiales del propio Gobierno, valorando el impacto de las barreras arancelarias con Europa, el pago de la factura del Brexit y el efecto económico del fin de la libertad de movimientos.

El "think tank" estima que las supuestas ganancias por la salida de la UE (el dinero ahorrado de las contribuciones al presuesto y los ingresos de aduanas por las importaciones procedentes de Europa) son inferiores con creces a las "pérdidas" derivadas de las nuevas "fricciones" comerciales y del previsible impacto en la actividad económica".

El informe de Global Futures se ha difundido en la antesala del debate parlamentario sobre el Brexit, con varias enmiendas destinadas a forzar un giro en la política del Gobierno y reclamar la permanencia en la unión aduanera.

Las conversaciones de Londres con sus socios globales demuestran, en cambio, que el principal activo británico era y sigue siendo su proximidad y su pertenencia a la UE.