Por: Eloy Osvaldo Proaño*
Ecuador se prepara para los comicios extraordinarios que se celebrarán el 20 de agosto, luego de que el banquero-presidente Guillermo Lasso optara por la disolución del Parlamento y convocara a elecciones anticipadas: todas las encuestas coinciden en que la ganadora será la candidata del correísmo, Luisa González.
El vencedor de estos comicios estará menos de dos años en poder, pues completará el periodo actual que termina en mayo del 2025. Lasso no participa en elecciones porque ya está acostumbrado a gobernar detrás del biombo, y bien lo puede hacer con los candidatos de la derecha (Sonnenholzner, Villavicencio, Topic, Noboa, Hervas).
Las ocho encuestadoras registradas en el CNE, coinciden en poner a Luisa González primero, y a Otto Sonnenholzner (ex vicepresidente de Moreno) o Fernando Villavicencio (el mejor defensor de Lasso) en segundo lugar que califica para la segunda ronda, pero bien puede filtrarse el dirigente indígena Yaku Pérez.
El hecho de que la mitad de contendientes a la presidencia haya tenido vínculos con paraísos fiscales muestra la complejidad del momento político del país, en la que se intenta capturar la decisión de la política pública para legitimar la desigualdad social por parte de las élites.
El clima es de fuerte apatía política y altos niveles de indecisión, pese a lo cual se espera que 13,4 millones de electores acudan a las urnas para elegir presidente y vicepresidente de la República, y a 137 miembros de la Asamblea Nacional. El sistema electoral prevé dos vueltas para las presidenciales. Si ningún candidato supera el 40% y 10 puntos de diferencia con el siguiente deberá celebrarse un balotaje.
Estas elecciones encuentran al país en una profunda crisis de inseguridad. En sólo seis años se han quintuplicado las muertes y ya son varios los políticos que han sido asesinados en los últimos meses. Según Latinobarómetro, la insatisfacción con la democracia en Ecuador pasó de 48,4% a 90% entre 2017 y 2020.
Para algunos analistas, pese a que el voto es obligatorio no es descartable que el voto nulo y blanco pueda experimentar cierta variación. En las elecciones presidenciales desde 2002 a 2017 el voto nulo y blanco rondó el 12%. En 2021, en segunda vuelta, subió a 18% fruto del llamado del movimiento indígena al voto nulo.
CANDIDATOS Y PARAÍSOS FISCALES
Luisa González, abogada, exasambleista y exfuncionaria de confianza del gobierno de Correa, suma una intención de voto proyectado de 38% (del voto válido), pero el gran reto es superar el 40% de voto válido con una diferencia de al menos 10 puntos sobre el segundo para lograr una victoria en primera vuelta.
En el muy fragmentado bloque de la derecha destaca Otto Sonnenholzner, quien fuera vicepresidente con Lenín Moreno, quien busca unir el voto disperso de otros candidatos como Jean Topic, Javier Hervas o Fernando Villavicencio. Ante los altos niveles de indecisión, es posible que se active el voto útil y termine beneficiándolo.
Yaku Pérez se lanza sin el respaldo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que lo apoyó en las presidenciales de 2021, pero con apoyo de viejos políticos de los autodefinidos como de centroizquierda -sin mayor capital político-, tras su viraje ideológico y ahora se muestra a favor de un tratado de libre comercio con EU, un ambientalismo sin regulación estatal y a favor de vaciar de contenido ideológico a su proyecto de país.
Un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central del Ecuador muestra que el 50% de los candidatos muestra un vínculo con una sociedad en un paraíso fiscal en algún momento y a través de distintos mecanismos:
Daniel Noboa fue accionista de Industrial Molinera C.A. empresa de su familia y que tiene como beneficiarios finales a sociedades ubicadas en Bahamas y Panamá. El siguiente caso es Jan Topic que es parte del Grupo Económico Telconet que tiene un Fideicomiso que tiene como beneficiario final a una sociedad en Bahamas.
Por otra parte, se encuentra Sonnenholzner que es accionista y en algún momento fue apoderado de Hersalbar Holdings S.A. relacionada con Polder S.A., empresa relacionada con una sociedad en las Islas Vírgenes Británicas. Finalmente, esta el caso de Hervas accionista actual de Nova Alimentos Alimennovasa S.A. relacionada en algún momento con una sociedad en Panamá.
EL ESPIONAJE A CORREA
La divulgación del espionaje contra el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, impacta de lleno en la campaña presidencial en la que la Revolución Ciudadana, su partido, encabeza holgadamente las preferencias para reemplazar a Guillermo Lasso por el período que deja vacante tras su renuncia por «muerte cruzada».
El diario español El País, reveló que la empresa de seguridad Undercover Global, de esa nacionalidad, lo habría espiado para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), y dio pie para que Correa ponga en contexto la persecución judicial que vive desde que dejó el cargo en 2017, razón por la cual permanece exiliado en Bélgica, impedido de regresar a su país sin riesgo de ser detenido.
«Tenían total acceso a mi computadora, a mi teléfono, contrataron a empresas para investigar nuestras cuentas, nuestros movimientos financieros y migratorios, y, pese a todo eso, no les queda más que condenarnos ‘por influjo psíquico’ porque como somos gente de manos limpias, tienen que inventarse calumnias para acusarnos de algo», señaló Correa sobre el absurdo argumento jurídico con el que se lo condenó en su país por un supuesto hecho de corrupción.
La Justicia española investiga no solo a la Undercover Global sino también a su dueño, el exmilitar David Morales, quienes habían sido contratados por el propio Correa para que se ocuparan de la seguridad de la embajada ecuatoriana en Londres, donde estaba refugiado el fundador de Wikileaks, Julian Assange. La empresa espió en 2018 conversaciones de Correa con los expresidentes Cristina Kirchner, de la Argentina; Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, de Brasil, y José Mujica, de Uruguay.
El proceso electoral llega en un momento difícil para el país, ante la crisis de inseguridad que se extiende por el territorio, con un alto índice de asesinatos y delitos como extorsiones y robos que expulsan a miles de ecuatorianos que ven en la migración la única solución a sus problemas. Y para peor, se teme la anunciada llegada del fenómeno de El Niño, que golpearía al litoral ecuatoriano en plena transición del nuevo gobierno.
* Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico
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