Drama en Perú: Covid y elecciones

Perú, nación andina que presenta un dramático escenario causado por la pandemia de la COVID-19, lucha también por mantener elecciones generales que permitan un ordenamiento institucional destrozado a fines del pasado año por continuos cambios en el oficialismo.

La nación andina, que por su crisis política tuvo tres presidentes de la república en 15 días de noviembre del pasado año, y la inestabilidad interna, entre otros factores colocó al pueblo en una situación dramática: los hospitales están saturados, hay largas filas para comprar oxigeno para los contagiados, y con 1232 fallecidos por millón de habitantes.

Grave situación que coloca a la tierra del poeta César Vallejo en el primer lugar en las estadísticas de la enfermedad en Suramérica, y que, por negligencia del Ejecutivo, también quedó rezagada en las negociaciones para adquirir las vacunas anti-Covid.

Imágenes mostradas por la televisión peruana muestran el peregrinaje de personas que buscan un hospital donde los atiendan.

Muchos fallecidos nunca llegan a ver un médico. Un alto número de enfermos vuelven a sus hogares para morir junto a sus familias dada la carencia de camas en hospitales.

Se trata de un infierno que ya vivió la población cuando casi al principio del año pasado entró la pandemia al país de unos 32 millones 600 mil habitantes. Ahora las escenas se repiten con un segundo rebrote mucho más poderoso. La pasividad de las autoridades augura un escenario que solo dejará más dinero a las empresas que trasiegan con el dolor humano y un repudio mayor a un gobierno casi improvisado que anunció la llegada del primer lote de la vacuna china a fines de este mes.

Las cifras comenzaron a dispararse en este enero, con una tendencia a la alza. Datos oficiales indicaron recientemente que los casos totales ascendían a 1 093 038 de contagiados y 39 698 fallecidos, aunque algunos especialistas remontan a 85 000 los que perdieron la vida.

En diversas regiones, entre ellas Lima, la capital, las unidades de cuidados intensivos están rebasadas, sin respiradores libres, ya agotados.

Por ello, numerosos médicos entrevistados por medios locales consideran que son insuficientes las nuevas restricciones. El “alerta muy alta” dictado por el presidente Francisco Sagasti, —sustituto de Manuel Merino, quien dio un golpe de Estado a Martín Vizcarra mediante una confabulación parlamentaria— resulta insuficiente, según el doctor Pedro Arrebala, quien poco confía en la distribución de la esperada vacuna del laboratorio chino Sinophram.

Entre las medidas ahora adoptadas está la circulación restringida de personas y vehículos, cierre de playas, suspensión de vuelos procedentes de Europa y presentación de pruebas negativa de la enfermedad en los aeropuertos locales. “Las medidas tomadas por el gobierno han sido insuficientes, tardías y en algunos casos incoherentes. No se entiende que Lima, con la capacidad hospitalaria saturada y un alto número de contagios, no haya sido calificada en alerta muy alta. Se ponen limitaciones para movilizarse en el interior de las ciudades, pero no para trasladares entre regiones de alto contagio. Se deberían poner restricciones más severas, como cuarentenas focalizadas, y se deben cerrar espacios como restaurantes, casinos, gimnasios. El gobierno ha privilegiado la economía sobre la salud”, le declaró al periódico argentino Página 12 el exministro de Salud, Víctor Zamora, quien ocupó el cargo entre marzo y julio últimos, durante la primera ola de la pandemia, cuando se impuso una cuarentena general por el exmandatario Vizcarra.

Zamora denunció el impacto del modelo neoliberal en los servicios públicos y en las condiciones de vida como la principal razón para que Perú sea uno de los países más afectados por esta pandemia. “Un modelo que en esta crisis desnudó sus inequidades y debilidades sociales”, precisó.

De “tímidas” calificó el decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios, las resoluciones oficiales del gobierno.

Palacios demanda cuarentenas focalizadas y advierte que “la velocidad que tiene esta segunda ola que está comenzando hace prever que va a ser más fuerte que la primera”.

En un mensaje en Twitter, la exministra de Salud, Patricia García, escribió: “Estamos en segunda ola, la gente está muriendo, no hay camas en cuidados intensivos. Retrocedan en la apertura económica, ya”.

DICEN QUE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES VAN

Un rumor recorre Perú sobre la celebración de los comicios del próximo 11 de abril para tratar de encontrar un camino seguro en la política interna, algo dificil para una nación que se caracteriza por la corrupción de importantes figuras de la vida pública, como los cinco ex presidentes investigados, detenidos o fugitivos en los últimos años.

A pesar de la creciente versión de que se pospondrán —como estan previstos—, debido al rebrote del nuevo coronavirus, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, confirmó que en abril habrá cambios en el gobierno mediante las urnas, a pesar del crecimiento de la enfermedad.

Bermúdez refirió que “Perú no va a ser el único país del mundo que realiza comicios en contexto de pandemia”, y destacó los protocolos sanitarios diseñados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) para proteger tanto a los votantes como a los candidatos. Recordó que, de ser necesaria, una segunda vuelta se hará el 6 de junio.

Son alrededor de 25 millones los peruanos convocados a las urnas para elegir presidente, dos vicepresidentes, 130 congresistas y cinco miembros del Parlamento andino.

Los actuales gobernantes temen que se repita la explosión social cuando en una maniobra de la derecha el entonces jefe del Çongreso, Manuel Merino, dio un golpe de Estado a Vizcaya en cuestión de horas. Miles de personas tomaron las calles para exigir el retorno a la normalidad. Merino se autoproclamo jefe del gobierno y, por la presión popular, solo gobernó cinco días.

En estos momentos los comicios están caracterizados por una multitud de postulados para el máximo cargo institucional. Son 22 los aspirantes inscriptos, pero muy señalados los que, a tres meses de la liza, poseen tendencias de votos para anticipar resultados.

La encuesta más reciente realizada por la empresa Ipsos, publicada en el diario El Comercio, indica que el postulado George Forstyh del conservador partido Restauración Nacional cuenta con una intención de voto del 17 % para encabezar las listas.

Forsyth, de 38 años, es un conocido futbolista que ganó méritos en equipos peruanos e internacionales hasta 2010, cuando comenzó su carrera política como regidor en un distrito de Lima. Ocho años después ganó la alcaldía con altos niveles de popularidad debido, entre otras circunstancias, a la repulsa de la ciudadanía a la partidocracia tradicional, absolutamente desacreditada por los continuos escándalos de corrupción. Para observadores, con previsiones reservadas, Forsyth tiene muchas posibilidades de obtener la victoria.

Esas fuentes consideran que Keiko, la hija del expresidente Alberto Fujimori, condenado por violaciones a los derechos humanos y corrupción, posee una extensa relación de desaciertos políticos y acusaciones de sabotear el gobierno de Pedro Pablo Kuzynski (PPK), investigado también por chantajes de la empresa brasileña Odebretch. PPK renunció al cargo y luego asumió su vicepresidente Vizcarra.

Esta es la tercera ocasión en que Keiko se candidatea a la presidencia y una gran parte del pueblo la considera sin futuro en la política nacional. Solo cuenta, con un 8 % de la preferencia del electorado.

Su partido Fuerza Popular y sus pocos seguidores avisaron que, si ganan, una de sus primeras medidas será indultar a su padre, a pesar de sus graves delitos.

El resto de los candidatos se mueven entre un 5 y un 7 % de aceptación popular, una tendencia que, de mantenerse, los dejará fuera de la contienda.