Las elecciones de medio término norteamericanas, no se llevan grandes espacios en la prensa internacional, porque en realidad es un proceso local. Los estados eligen o reeligen a sus senadores, un tercio de su composición. Mientras que en la Cámara Baja van a votación la totalidad de sus componentes, 435 asientos. Actualmente la mayoría de los Representantes son conservadores, 234 escaños, contra 201 demócratas, y según los pronósticos volverán a ser quienes dominen esa sección parlamentaria. En tanto el Senado parece tener negros nubarrones para los demócratas, pues según las encuestas más recientes, los desbancarán de su sitial ventajoso.
Otros cargos también se enfrentan a las urnas como los de diversos gobernadores, concejales, alcaldes, jueces, jefes de policía y otros funcionarios sometidos a elección. El proceso descrito, se realiza cada dos años y medio, en una de las ocasiones coincide con las elecciones presidenciales, lo que lo hace más sustancioso para los medios de prensa.
Sin embargo, algo le ha dado cierto picante a este proceso electoral que culmina el 2 de noviembre, cuando se conocerán los resultados finales, hasta ahora solo vislumbrados por pronósticos y sondeos. El caso es que si resulta real la victoria republicana en el Senado, para Obama se le duplicarán los problemas que lo lastran en su relación con el Congreso, ya que la mayoría republicana no apoya las propuestas de la Casa Blanca, frenándolas todo el tiempo. Entonces con un Capitolio que hasta ahora no ha satisfecho problemas relevantes como el migratorio, la salud o la deuda pública, ¿qué podrá esperarse de uno más cohesionado y fortalecido en ambas cámaras? El propio Obama comentó que un resultado de ese tipo crearía una situación “insoportable” durante el resto de su mandato presidencial.
Como es usual en este mundo político estadounidense siempre hay sus vericuetos para que todo no sea tan dramático para los intereses de los poderosos y es que - aclaran los especialistas- aun dominando los republicanos la cámara alta, no tendrían la cantidad de legisladores de su partido para poder, “derogar el veto presidencial a cualquier ley que desapruebe el presidente Obama”.
Ahora bien, no todo es color de rosas para los republicanos. Ellos tienen sus guerras entre los distintos sectores que componen su partido, y un grupo considerable está en pugna y quieren derrotar a los ultraconservadores del Tea Party en su objetivo de conquistar una buena tajada del Congreso. Algo que para comentaristas reconocidos, no les debe resultar difícil, si se tiene en cuenta que solo un 30 % de los estadounidenses tiene una opinión favorable sobre esta facción.
Otros aspectos de interés dentro de estas elecciones son dos estados de peso en el resultado final de votos electorales presidenciales para cuando lleguen estas, ya que “corresponde a los gobiernos estaduales fijar las reglas específicas del proceso electoral con lo cual pueden favorecer los intereses de uno u otro partido”, apuntaba un experto en la materia. Estos son Ohio y Florida, este último con un largo historial de fraudes electorales. En estos instantes la disputa en la Florida entre el actual gobernador republicano Rick Scott y el contrincante demócrata Charles Christ, mantiene el interés del electorado local, y hasta más allá.
Pero entre encuestas y tratar de descifrar posibles ganadores o perdedores, por el momento, transcurre el tiempo. Tras ese velo se esconde un rumor nada halagüeño, por lo menos para los ciudadanos y es que sobresaliendo este marco, existen pronósticos de que se prolongue la crisis económica intensa que los afecta desde hace seis años.
Los millones no tienen ideología
Es difícil cerrar esta página de los procesos electorales en Estados Unidos, sin dar una pincelada de algunas cuestiones tras bambalinas. No hace mucho se reportó una información que nos detalla y da cuerpo a la realidad de estas estructuras de poder. La parte que pasa más inadvertida de todas, pero quién sabe si la fundamental. Y voy directo a la información que detalla que “más del 50 % de los congresistas estadounidenses son millonarios. Las inversiones en bolsa parecen ser el negocio preferido por los representantes del pueblo americano. El informe destaca que unas pocas, pero muy poderosas, concentran la mayoría de las inversiones. General Electric, Wells Fargo, Microsoft, Procter & Gamble y Apple y otras cinco grandes empresas contaban entre sus accionistas con más de cuarenta políticos. Que además ingresen su capital en fondos de inversión, gestores de carteras o capitales de alto riesgo, no deja de suponerles un colchón que, les proporcionará buenos beneficios…”
Dejo al lector, la oportunidad de deducir por sí mismo.
Tina
14/10/14 12:20
no entiendo mucho las elecciones en estados undos pero lo que sí es que serán lo mismo con lo mismo, oyeeee que esa campaña que le hicieron a obama primer presidente negro de usa vaya estaba pa que no solo cambiara estados unidos sino el mundo jaja y mira en que ha quedado todo... bla bla bla lo mismo TODOS son iguales
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