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viernes, 15 de noviembre de 2024

Cristina Fernández contra los demonios derechistas (+Audio)

Fiscales de derecha piden 12 años de cárcel y la proscripción política definitiva de las dos veces presidenta de la República y vicepresidenta actual...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 26/08/2022
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Defensa-Cristina Fernández
Cristina Fernández de Kirchner es abogada. Ocupó la presidencia de la nación entre 2007 y 2015. Ahora es la vicepresidenta del gobierno de Alberto Fernández y jefa del Senado en el Congreso Nacional.

Una parte del sistema judicial argentino que responde a los intereses de los conservadores de la alianza Cambiemos, tratan de linchar políticamente a la dos veces expresidenta y actual vicepresidenta de la República, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) al pedirle una condena de 12 años de prisión, decomiso de sus bienes y la proscripción de por vida para ocupar cargos públicos.

Esta mujer, líder del movimiento peronista de izquierda, con millones de seguidores en su país, es víctima de persecución jurídica desde hace tres años, por supuestos negocios ilícitos cuando ocupaba la Casa Rosada.

Tres causas anteriores fueron sobresaídas porque los elementos presentados por la parte acusatoria carecían de fundamentos. La magistratura trata de nuevo de ponerla en la picota pública y sacarla de la vida política, asustados de su eventual candidatura a la presidencia en 2024, aunque ella no ha tocado ese tema.

Los fiscales acusadores, Diego Luciani y Sergio Mola, amigos personales del expresidente derechista Mauricio Macri, insistieron en invocar el ¨sentido común¨, pues, dijeron, como jefa de gobierno no debía ignorar lo que sucedía en cualquier lugar de la nación. Luciani se refirió en especial al importante papel de CFK en las obras públicas y su supuesto vínculo estrecho y de favoritismo con ciertos funcionarios, sobreprecios y redeterminaciones excesivas, demoras irregulares en la construcción de rutas, búsqueda de ganancias personales y el blanqueo de dinero a través de hoteles y alquileres.

Se trata de una suposición, pues pruebas del quehacer de CFK en el llamado caso Viabilidad han sido rebatidas con sólidos argumentos.

Según los acusadores –amigos de Macri que hasta juegan fútbol en la cancha de su residencia de descanso Los Abrojos-, el gobierno de CFK funcionó ¨como una organización ilegal que quería robarse el dinero público¨.

Instalaron la figura de la asociación ilícita, pero no pudieron demostrar que los supuestos integrantes acordaban los delitos y qué directivas daba la mandataria. Los fiscales no presentaron comunicaciones interpersonales, ni correos electrónicos, ni testimonios que justifiquen una indagación en especial con José López, ex secretario de Obras Públicas, uno de los principales involucrados en el caso Viabilidad, cuya culpabilidad quedó antes demostrada.

Analistas consideran que este cuarto juicio al que someten a CFK constituye una muestra de los prejuicios y el odio clasista contra el izquierdismo, como ocurrió, y aun persiste, en algunos países latinoamericanos. Para quienes siguen los procesos judiciales, en esta ocasión el fiscal perpetró una diatriba conservadora, carente de pruebas fácticas, irrespetuosa de los procedimientos jurídicos elementales y llena de adjetivos

La impresión que dejó Luciani es la de un peón de Macri y su partido Cambiemos en un intento que muchos califican de canallesco y miserable para destruir con falacias a la máxima dirigente del peronismo. Pero más que debilitar a CFK, una abogada y política conocedora a fondo de las miserias de la derecha, la falsedad expresada en el juicio la fortaleció en el ámbito político, donde es considerada una prestigiosa líder peronista.. Cristina ahora es el centro de la política argentina y lo que ella representa, es decir, a los trabajadores y el pueblo humilde, lo cual en ocasiones la llevó a enfrentamientos internos en la cúpula gubernamental.

Desde hace tres años, el sistema judicial argentino –al menos un buen número de magistrados- trata de eliminar la figura de CFK, una defensora de la verdad y la justicia, el desendeudamiento, la nacionalización de la petrolera estatal YPF, entre otros temas económicos y sociales.
Han sido más de mil días de batalla en que estuvo sometida a tres juicios, todos ganados, por falseamiento de pruebas, o inexistencia de las mismas, datos tramposos y un relato mediático que fracasó cuando intentaron poner al  pueblo en su contra.


El pueblo argentino continúa sus movilizaciones de apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kitchner ante la arremetida de la derecha para condenarla a 12 años de cárcel, decomisar sus bienes y proscribirla de por vida en la política. (Tomada de Página 12)

ACABAR CON EL KIRCHNERISMO

Antes de que el fiscal Luciani pidiera el encarcelamiento de CFK, los medios opositores al gobierno de Alberto Fernández anunciaron la pena elevadísima que pediría para la vicepresidenta. ¨Ya estoy sentenciada¨, advirtió CFK.

El fiscal solicitó igual pena para el empresario Lázaro Báez y 10 años para el exministro de Planificación, Julio De Vido, y el extitular de Vialidad Nacional, Nelson Periotti.
CFK solicitó, a través de su abogado, Carlos Beraldi, ampliar su indagatoria ya que, escribió en Twitter, “los fiscales en abierta violación del principio de defensa en juicio, montaron en su acusación cuestiones que nunca habían sido planteadas”. Sin embargo, el tribunal respondió que no.

Si intentaron intimidarla fallaron, pues la expresidenta, que no pudo defenderse ante nuevos argumentos desconocidos hasta entonces, usó las redes sociales y pronunció sus alegatos públicos, conocidos entonces por toda la población.

“Si algo faltaba para confirmar que no estoy ante un tribunal de la Constitución sino ante un pelotón de fusilamiento mediático-judicial, es impedirme el ejercicio del derecho de defensa ante cuestiones que nunca figuraron en el acto de acusación del fiscal al que asistí durante cinco días”, alegó la vicepresidenta al anunciarle al pueblo su defensa del pasado día 11.

"Nada de lo que dijeron los fiscales fue probado. No eran acusaciones, dijo, eran un guión y, apreció, bastante malo por cierto". El problema aquí, reiteró, es político.
Agregó que durante el proceso se comprobó que era exactamente al revés de lo que decían. Lo pudimos ver a través de los testimonios de más de 100 testigos citados por el Ministerio Público Fiscal".

CFK opinó que el objetivo del juicio es “disciplinar a la dirigencia política para que nadie se anime a hacerlo dos veces. Dos veces pagarle al FMI y decirle andate, no; dos veces plantarse frente a los fondos buitres, no; dos veces Vaca Muerta, no; no, no, no”

Varias noches, movilizaciones espontáneas rodearon su hogar. Las muestras de apoyo fueron reprimida por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que responde al gobernador derechista Horacio Rodríguez Larreta.

Hay que considerar que en el entramado judicial, además de Luciani y Sola, se encuentra como presidente de la audiencia el magistrado Rodrigo Giménez Uriburi, otro de los íntimos de Macri, quien también aparece en una fotografía con los fiscales Luciani y Mola.

CRISTINA ES MUCHA CRISTINA

Ningún acusado puede ser limitado –según las leyes argentinas- a refutar argumentos de la acusación, mucho más cuando el último día de presentación de cargos, la fiscalía presenta nuevos argumentos. La anomalía ocurrida contra CFK es considerada una responsabilidad de la Corte Suprema, que engavetó durante tres años los reclamos de la exmandataria de que presentaran pruebas con peritajes, lo que nunca hicieron. Para los abogados defensores de CFK, salió a la luz el Partido Judicial.

Durante una hora y media, la vicepresidente usó en las redes digitales las mismas pruebas que los fiscales introdujeron en el último momento. Con documentos, demostró que la relación más estrecha del exsecretario de Obras Públicas López no era con ella, sino con Nicolás ¨Nicky¨ Caputo, (llamado por Macri hermano de su vida), y otros empresarios ligados a Cambiemos.  

En su intervención dejó claro que nadie quiso averiguar el origen del dinero de López, ahora en prisión, pese a las pistas. Presentó las conversaciones on line del exfuncionario con sus verdaderos cómplices.

Uno de los ejes de la fiscalía es atribuirle un papel medular a CFK en el trato con Báez y las decisiones sobre los pagos de las obras de su empresa Austral Construcciones. Para sostener esa tesis trajeron chats de López al juicio por enriquecimiento ilícito (ya fue condenado) que el tribunal les autorizó sin que antes fueran presentadas en las audiencias preliminares.

Los fiscales, dijo, pusieron el foco en un mensaje que sugería que Báez se reuniría con “la jefa”, lo cual calificaron de delito.

CFK mostró al país que, al contrario, el jefe de Cambiemos sostuvo 109 conversaciones con Caputo, 177 con el empresario Eduardo Gutiérrez, dueño del grupo Farallón y de la casa donde vivía López, y 86 con otro constructor, Juan Chediack. Dato importante: Gutiérrez aportó un millón de pesos a la campaña electoral de Macri en 2015.

Nada de esto que mostró CFK y que era conocido fue investigado. El teléfono de López pasó por muchas manos hasta el proceso llamado Vialidad inclusive pero, advirtió, parece que no atrajo la atención de nadie. El caso de los bolsos con 9 000 000 de pesos lanzados por López en un convento era perfecto “para poder investigar la corrupción”, dijo, porque ¨incluso había una pista: parte del dinero había pasado por el Banco Finansur, vinculado con Jorge Sánchez Córdoba, directivo del club Boca Junior, propiedad de Macri. “Cuando el fiscal Luciani dice que aprieta y sale pus, precisó, tiene razón: la pus de ustedes, los macristas”.
La vicepresidenta demostró, en su intervención, que los testigos llamados por la fiscalía son fallidos, y con argumentos sólidos demostró su inocencia.

SOLIDARIDAD CON CFK

Las expresiones de solidaridad con la exmandataria argentina llegan no solo de distintos sectores y provincias de su país, rodean su hogar, y acaparan titulares de los principales diarios locales. Centrales sindicales, asociaciones estudiantiles, movimientos sociales mostraron su apoyo.

El caso también movilizó la política internacional y hasta Buenos Aires llegaron mensajes de apoyo de presidentes, jefes de Estado o Gobierno, personalidades de la cultura y sindicatos.

La pelea de la derecha con CFK es dura, pero aún más con sus millones de aliados.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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