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viernes, 8 de noviembre de 2024

Con la brújula hacia el Sur

La Cumbre presidencial, el 14 y 15 de junio, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en el este de Bolivia, honrará las cinco décadas de la organización...

Marta María González Sojo en Exclusivo 13/06/2014
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G-77
La reunión en Santa Cruz de la Sierra

El grupo de los 77 más China, celebra un aniversario más, pero no es uno cualquiera, la entidad llega al medio siglo de existencia en un contexto mundial cambiante y signado por una decadencia occidental. Su nombre se lo dio en aquel entonces (1964), la cantidad de países que se integraron al bloque, hoy llegan a 133 naciones.

Los distintos movimientos que se aprecian a escala universal dan señales de que se acerca otro escenario, eso se refleja en opiniones de analistas que subrayan que si en sus estrenos el G77, se dedicó a concertar planes de cooperación en comercio y desarrollo para una mejor integración en el mercado mundial, la nueva reconfiguración geopolítica y económica actual, sienta las bases para hacer de este grupo un contrapeso a la hegemonía-en decadencia- de los países ricos.

Si analizamos el panorama mundial del momento, es imposible dejar de reflexionar ante los hechos bien recientes como el apuntalamiento de la región euroasiática. Las coordenadas, entre otras la dan el  acuerdo energético entre Rusia y China. Además de la fuerte corriente en la que coinciden bastantes economistas, al decir que China se convertirá este año en la primera economía del orbe, y para el 2020 superará en lo tecnológico, económico, científico, y educativo, dejando atrás a los Estados Unidos y al Viejo Continente juntos.

Es decir, el deterioro del primer mundo es un hecho. Tampoco tienen la posibilidad de hacer resurgir su economía o las fuentes de energía (agotándose precipitadamente), apelando a colonizar otros continentes como lo hicieron en siglos pretéritos. Eso sería una fantasía imposible de repetirse en el tercer milenio.

La organización intergubernamental no puede desatender este nuevo contexto ante el camino en pendiente de los hasta ahora líderes hegemónicos  y la ascensión de otros, el G-77 se encuentra en circunstancias jamás observadas con anterioridad.

Por supuesto no hay que crearse demasiadas expectativas ante un grupo que no es homogéneo en su pensamiento e incluso algunos afirman tampoco enfrentan al imperialismo del mismo modo  unos que otros. Recordemos que las raíces del grupo compuesto por, como dijera el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera,  "las economías antiguamente colonizadas y que hoy despiertan", con el propósito de “articular y promover sus intereses colectivos económicos, mejorar su capacidad conjunta de negociación del sistema de la ONU e impulsar la cooperación Sur-Sur para el desarrollo”

En el contexto contemporáneo es de esperar que la reunión bajo la batuta del líder aymara Evo Morales,  promueva iniciativas favorecedoras para las naciones pobres con el fin de conseguir despegues económicos que se separen de la economía y el comercio tradicional implantado hasta ahora por los países ricos, sino que sigan sus propios senderos. Como aseveró el presidente boliviano al asumir la Presidencia del Grupo que las tareas que guiará su trabajo se encuentran el desarrollo sustentable al desarrollo integral en equilibrio con la Madre Tierra; refundar la democracia: de la representativa a la participativa y comunitaria y los servicios básicos como derecho humano universal.

Como decía la comentarista Susadny González, “del rol que desempeña su nación (Bolivia) en la búsqueda del equilibrio global se desprende en parte la trascendencia de esta Cumbre. El estatus de Estado Plurinacional significa un parteaguas con respecto al modelo de Estado tradicional moderno, capitalista y colonial instaurado. No existe mejor estandarte de la lucha por el “vivir bien” y la cooperación que Bolivia. En esa filosofía de cambio que ha irradiado en la geografía altiplánica, se enfoca Evo, consciente de su mayúscula misión al frente del grupo.”

En concreto la Cumbre ha motivado esperanzas de que se plasme en su documento final una guía para el debate planetario sobre como se deberá abordar las problemáticas en los diversos sectores económicos, tecnológicos y sociales después de 2015.  Otro de los asuntos  que no se obviaran en la cita será el rechazo a “las sanciones de países del Norte contra los del Sur en temas como el terrorismo, el tráfico de personas y el trasiego de drogas”.Al mismo tiempo que refutaran el programa encubierto e ilícito ZunZuneo, practicado contra Cuba por Estados Unidos, auspiciado por su agencia USAID, conocida  por su sigla en inglés. Sin faltar el repudio al bloqueo de Washington contra La Habana que rebasa el cincuentenario, y la inclusión de Cuba en su unilateral lista de países supuestamente auspiciadores del terrorismo.

Ya es la hora, la cita empieza,  se emprende el minuto de mirar al Sur.


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Marta María González Sojo


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