Este miércoles y el jueves Evo Morales asumirá por tercera ocasión consecutiva la presidencia en las urnas, ganadas por el voto popular, y lo hará de una manera diferente: con el inicio de una ceremonia ancestral en el sitio arqueológico de Tiwanaku, en la que participarán 200 sabios amautas y 500 Ponchos Rojos, su guardia indígena, mientras mañana lo hará de manera protocolar en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Morales, el primer presidente indígena en la historia boliviana, de pensamiento socialista, ha dedicado su estadía al frente del país para dignificar a los originarios, considerados ciudadanos invisibles por la oligarquía, y mejorar la calidad de vida del pueblo en general, con políticas económicas de reestructuración interna, a partir de una nueva Constitución Nacional y la declaración del Estado Plurinacional.
Ante más de 20 mil representantes de los pueblos originarios, y mandatarios especialmente invitados –entre ellos el ecuatoriano Rafael Correa y el venezolano Nicolás Maduro- en nombre de las más de 60 delegaciones asistentes a la investidura, Morales será el centro de cuatro rituales andinos en el ceremonial que comenzará a las 09:00 hora local, con sede entre la pirámide de Akapana y el templo de Kalasasaya.
En este lugar sagrado de la religiosidad de Los Andes, el Jefe de Estado –que ganó las elecciones del pasado octubre con un 61% de los votos- será limpiado espiritualmente por los sacerdotes amautas para que conduzca a la nación como hasta ahora lo ha hecho, y hasta el 2020. Morales informó este lunes que ese año completará su estancia al frente del Gobierno, en el que se encuentra desde 2006.
Piezas arqueológicas encontradas en el lugar –que se utilizarán por primera vez- brindarán, según el diario La Razón, la energía de las divinidades antes de que el Mandatario pase a la parte superior de la pirámide de Akapana, donde hará ofrendas a la Pachamama o Madre Tierra, consistente en dulces, alcohol y hojas de coca.
Mientras esto ocurre, en el Templete de Kalasasaya los sacerdotes pedirán conocimiento, sabiduría y humildad para los cinco próximos años que Morales estará al frente del Estado, uno de los más prósperos en la actualidad en América Latina, con una política de inclusión social que ha transformado al país desde sus bases económicas.
Al final de un baile tradicional, el jefe del gobierno ofrecerá un almuerzo en lo alto de Los Andes a los invitados extranjeros.
Los bolivianos confían en su presidente
Evo Morales, el presidente con más años de gestión continua en la historia democrática de Bolivia, nació el 26 de octubre de 1959 en cuna muy humilde en el desierto de Orinaca. Las pésimas condiciones económicas familiares –apenas se cobijaban en una casita de adobe y paja- lo obligaron desde pequeño a trabajar como agricultor y en la crianza de llamas, animal propio del Altiplano.
Líder cocalero y ahora de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), estuvo preso y fue golpeado en varias ocasiones. En una de ellas, en 1989, lo dieron por muerto tras dejarlo en un paraje alejado de la cuidad. En otra oportunidad, efectivos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) lo ametrallaron a quemarropa en Villa Turuni, pero ni una bala lo tocó, reportó la agencia de noticias Prensa Latina.
Para Morales, la vida ha sido de trabajo y de una ardua batalla política en defensa de la milenaria hoja de coca y los derechos de los pueblos originarios, por lo que siguió una carrera para tratar de llegar a la Presidencia y reivindicar un país reconocido por los más de 100 golpes de Estado en su etapa republicana.
Electo diputado por Cochabamba, luego de refundar el MAS en 1997, en 2002 se postuló a la presidencia, pero por menos de un punto y medio le ganó el cargo en el Palacio Quemado el político tradicional Gonzalo Sánchez de Losada.
En el año 2006, con el 53,7 de los votos a su favor, el niño pobre de Orinaca se convirtió, en una ceremonia religiosa en las ruinas de Tiahuanco, en el primer Mandatario de origen aymara en Bolivia, con un plan de gobierno en el que sobresalía la reestructuración de las bases del país ahora plurinacional, y la nacionalización de los hidrocarburos y las principales empresas trasnacionales y locales.
Desde que llegó al Palacio Quemado hasta la fecha, el actual jefe de Estado priorizó la defensa de los derechos de los pueblos originarios campesinos, la igualdad de los bolivianos, la industrialización del país y la soberanía alimentaria.
En la pasada campaña electoral, el mandatario insistió en la posibilidad de convertir a Bolivia en centro energético de la región, en la industrialización de la economía para darle valor agregado a los recursos naturales y en la importancia de que todos los bolivianos cuenten con los servicios básicos fundamentales: agua, electricidad, gas, teléfono e internet.
Cambios radicales en Bolivia
Evo Morales es modesto, afable, amante del fútbol, de lenguaje sencillo, pero claro y contundente, asumido antiimperialista, y con un liderazgo internacional reconocido, en especial en lo referido a los derechos de los pueblos originarios y del medio ambiente. Es un paradigma en la defensa de la Madre Tierra.
Este político que solo viste una chaqueta de cuero adornada con motivos indígenas aun en sus viajes internacionales, nunca ha engañado a su pueblo en cuanto al cumplimiento de sus deberes gubernamentales. Durante su primer mandato, dictó la nacionalización de industrias de hidrocarburos y otros recursos naturales–cuyas ganancias, hasta entonces, eran extraídas del país por las grandes empresas foráneas- para garantizar el crecimiento de Bolivia con una nueva política de inclusión social de la población, calculada en 11 millones de personas.
En la actualidad, Bolivia posee un crecimiento sostenido de un cinco por ciento anual, superior a la mayoría del resto de Suramérica. Otro de los grandes logros del gobierno del MAS es la declaración del país de Territorio Libre de Analfabetismo, gracias a la colaboración de Cuba mediante la introducción del método “Yo sí puedo” y la presencia de docentes de la Isla. Fue el tercer país en ocupar ese lugar, después de Cuba y de Venezuela.
Fundamental para alcanzar estos éxitos ha sido el cumplimiento de uno de los principios de su gobierno desde el año 2006: la constitución de una Asamblea Constituyente y la redacción de una Carta Magna, en la que Bolivia devino Estado Plurinacional, con fundamentales cambios en su estructura económica, política y social.
Las políticas sociales implementadas por el presidente Evo Morales en Bolivia lograron que alrededor de dos millones de personas abandonaran la pobreza extrema, según informó a fines de 2013 el viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Jaime Durán, con base en datos oficiales, dado que en la gestión del año 2005 (bajo un régimen neoliberal) la extrema pobreza en Bolivia bordeaba el 38 por ciento, mientras que para 2013 esa tasa bajó a 20 por ciento. Aún son desconocidos los números de 2014.
Uno de los programas que más incidió en esa baja fue la creación del bono Juancito Pinto, que concede unos 30 dólares mensuales por cada niño en edad escolar que presente su certificación de asistencia a un centro docente, un subsidio que también beneficia a los ancianos.
La Operación Milagro, destinada a dar servicios oftalmológicos de manera gratuita a ciudadanos pobres, atendió a más de 600 mil bolivianos, la mayoría operados de cataratas. Actualmente el personal de la salud cubano brinda servicios en nueve departamentos del país, en 52 de sus 112 provincias y en 65 de los 337 municipios. La atención es gratuita en 32 Hospitales Integrales Comunitarios, 135 consultorios, seis centros oftalmológicos y una clínica especializada.
Planes para un quinquenio
El proyecto socialista de Evo Morales ha sido amenazado desde su instauración por las fuerzas oligárquicas y de derecha internas, con el apoyo de Estados Unidos.
El año 2009 fue definitorio en la vida de la Revolución Boliviana y el proyecto socialista del país. Fuerzas al servicio de los intereses capitalistas trataron de darle un golpe de Estado mediante los territorios separatistas más ricos, que querían desvincularse del resto de la nación andina. El plan fue desbaratado gracias al pueblo unido en torno a su presidente y la intervención política de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Este 2015, cuando se inicia un nuevo período gubernamental bajo el nombre de Bolivia, Juntos por la Senda del Vivir Bien, destaca como propósito fundamental la eliminación de la pobreza para el año 2025, la generación de más empleos, la lucha por la unidad de todos los bolivianos y la independencia tecnológica y científica.
El plan hace hincapié en alcanzar la soberanía alimentaria, el derecho al agua para todos, el respeto a la Madre Tierra, el fortalecimiento de la integración nacional, la seguridad ciudadana y cambios en el sistema judicial.
En este próximo quinquenio, Morales planea la construcción de 83 mil viviendas para el año 2020, cuando concluya su mandato, “Nos hemos planteado –anunció- la construcción de 43 mil edificios multifamiliares y 40 mil 300 unifamiliares”.
También presentó la construcción de una ciudad científica tecnológica “para llevar adelante un programa que permita crear centros de investigación e innovación”.
El jefe de Estado informó sobre el empleo de energía nuclear en Bolivia y de un proyecto para exportar mil megavatios de energía eléctrica ese mismo año.
Entre los planes oficiales está, además, la construcción de tres estadios con capacidad para 60 mil personas en las ciudades más importantes del país: La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
La reelección por tercera vez de Morales, saludada por millones de latinoamericanos, constituye la ratificación de su pueblo por su antiguo líder sindical que se plantea, como propósito después del año 2020, dedicarse a sus orígenes en la agricultura en su tierra natal.
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