La reunión del grupo Brics con las naciones miembro de la UNASUR y hoy la de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con China se asume como la conformación de una nueva geopolítica financiera para esta región del Sur, de la cual está exenta Estados Unidos, que mediante sus mecanismos de dominación capitalista ha llevado a la ruina económica a numerosos países con métodos lesivos a los pueblos.
La cita de los BRICS en la ciudad brasileña de Fortaleza, el martes, y en Brasilia la víspera durante la segunda y última jornada de la VI cumbre de líderes del BRICS con los mandatarios de las 12 naciones integradas en la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), abre nuevas posibilidades económicas, comerciales y financieras, que dejarán atrás las imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), dominados por los grandes grupos de poder en Washington y Europa.
La cita reunió a jefes de Estado y de Gobierno de los integrantes del Brics (Brasil, Dilma Rousseff; de China, Xi Jinping; de Rusia, Vladímir Putin; Sudáfrica, Jacob Zuma y el primer ministro de la India, Narendra Modi) con los suramericanos Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña. Los dos bloques examinaron de conjunto el tema “Encuentro Inclusivo: Soluciones Sustentables”.
Durante la clausura de la VI Cumbre en la nordestina ciudad de Fortaleza, se conoció que este grupo formado por las llamadas economías emergentes, - que reúne el 46 por ciento de la población mundial y un cuarto del producto interno bruto del planeta- creó un Banco de Desarrollo y un Fondo de Reservas Monetarias para contingencias financieras, entidades que “contribuirán a democratizar el sistema financiero internacional”, indica la declaración final de la cita.
La nueva entidad bancaria nace con un capital inicial de 50 mil millones de dólares con sede en Shanghái, principal centro comercial y financiero de China y ofrecerá créditos para proyectos de infraestructura en países en desarrollo. El Fondo de Reserva posee 100 mil millones de dólares y deviene red de protección a las cinco mayores economías emergentes del mundo y a otros países.
Las dos instituciones constituyen alternativas al FMI y el BM, generadores de las llamadas terapias de choque que en los últimos años lanzaron a la pobreza a millones de seres humanos, cuyos países están endeudados con estos organismos. Para economistas, estas entidades precisan de reformas urgentes, pues sus métodos generan más pobreza y más deudas, en un diabólico círculo movido por los grandes capitales mundiales.
El texto final de la VI Cumbre confirmó que las nuevas entidades financieras creadas por el grupo Brics funcionan de manera diferente, al otorgar préstamos a sus miembros sin condicionamientos o la imposición de recetas neoliberales.
El Banco de Desarrollo contribuirá a financiar inversiones recíprocas de los miembros del BRICS y las naciones en desarrollo, lo cual favorecerá a los territorios suramericanos, tal como se planteó en el cónclave de Brasilia, donde los miembros de la UNASUR detallaron los avances de la región hacia un crecimiento inclusivo. Reducir los niveles de pobreza y desigualdad social —como muchos han logrado en la última década— aparece como proyecto nacional prioritario.
En un análisis donde se ubicaron los principales problemas, además de los logros en materia económica en Suramérica, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, representante del Consejo de Infraestructura y Planeamiento de UNASUR (Cosiplan), solicitó el estudio de la posible cooperación de las nuevas entidades creadas por los Brics con el grupo suramericano.
La cartera de Proyectos Prioritarios del Cosiplan comprende 101 planes con un costo estimado de 17 mil 300 millones de dólares, según explicó la mandataria, que destacó que la ayuda de los BRICS “facilitaría avanzar de manera sustantiva en la integración sudamericana, potenciando de manera virtuosa la correlación entre infraestructura y desarrollo económico y social".
También se analizó en este primer encuentro conjunto de los dos bloques el actual enfrentamiento de Argentina con los fondos especulativos –llamados buitres- NML Capital y Aurelius “para hacer caer la reestructuración de la deuda externa” de esa nación.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, expuso que su país sufre una “fortísima agresión” de los fondos buitres, negados —explicó— a admitir la renegociación de los bonos de deuda que poseen y exigen, a cambio, el cumplimiento del dictamen de un tribunal de Estados Unidos que la condenó a pagar mil 330 millones de dólares a esas firmas.
Para el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, el Brics constituye, al igual que UNASUR, un grupo emergente en lo económico, político, social y cultural.
Maduro calificó al grupo de las mayores economías emergentes de “una poderosa forma de acción, con la cual se comienza a ver una nueva cara, una nueva geopolítica mundial para el desarrollo, la paz y la prosperidad”, luego de explicar que propuso potenciar el trabajo entre el Banco del Sur y el recién creado de Desarrollo.
También ofreció sus comentarios sobre el encuentro el presidente boliviano, Evo Morales, quien afirmó que el nuevo banco del Brics “acabará de manera directa con las políticas de neoliberalismo y neocolonialismo que aún existen en la región” suramericana.
Para el presidente peruano, Ollanta Humalla, la reunión de UNASUR con los Brics abrió nuevas posibilidades de crecimiento económico, debido a la apertura de oportunidades para las dos entidades en un ambiente de diálogo inteligente.
Durante esta jornada se celebrará una cita similar del BRICS con la CELAC y la primera de ese bloque con China, la cual despierta expectativas en los medios financieros internacionales.
A este encuentro asistirá el llamado Cuarteto de la CELAC, representativo de la organización que agrupa a 33 países, integrado por Ecuador, Cuba, Costa Rica y Antigua y Barbuda, además de presidentes de UNASUR.
Durante los últimos tres días, en que Brasil se convirtió en sede de la creación de una nueva arquitectura financiera mundial, también se efectuaron importantes reuniones bilaterales de los líderes de UNASUR con los de los BRICS, otro punto de apoyo para el debilitamiento del centro unipolar que es Estados Unidos.
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