Brasil, hora de decisiones

Este domingo, 142,8 millones de brasileños están convocados a las urnas para elegir a su presidente/a, gobernadores estatales y legisladores, en unas megaelecciones que tienen como plato fuerte la Presidencia del país suramericano, la cual pretende retener a la actual mandataria Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT).

Aunque la campaña electoral cerró el pasado miércoles, hasta el último minuto los tres postulados a la Primera Magistratura con mayores posibilidades —Rousseff, Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB) y Aécio Neves, de la Social Democracia (PSDB)— se mantienen activos en las redes sociales, en busca del voto de los indecisos.

La última posibilidad de verse frente a frente los siete principales aspirantes al Palacio del Planalto ocurrió el pasado jueves durante el último debate radiotelevisivo, con el que culminó de manera oficial la campaña electoral.

La cadena multinacional Telesur informó este fin de semana que en Brasil hay 76 millones de usuarios que utilizan las redes sociales por lo que, en cierta medida, la influencia de última hora podía ser importante a la hora de tomar la última decisión.

En estos megacomicios serán electos, además, el vicepresidente de la república, los 27 gobernadores estaduales, y sus segundos, y 513 diputados, lo que representa la renovación absoluta de la Cámara, así como 27 de los 81 Senadores, con sus suplentes para un mandato de ocho años.

Además, serán favorecidos mil 059 legisladores para los parlamentos de los estados.

Datos oficiales indican que suman  26 mil 165 candidatos los que disputan las mil 709 posiciones políticas. De ellos, el 68,9% son hombres, y el resto mujeres.

Otra referencia de interés es que el 54,9% de los postulados declaró ser blanco, y solo un 9,26% negros, entre ellos Marina Silva. El 35% consideró ser mulato. En Brasil, un 51% de la población se considera descendiente de africanos.

Los grupos minoritarios en las candidaturas son indígenas, con solo 86, y los 120 asiáticos, en ambos casos con menos del uno por ciento de la representación social.

Entre quienes participan en la liza hay casi dos mil 500 empresarios y mil 435 abogados, 734 policías, 623 jubilados, 577 amas de casa y 544 estudiantes. Otras profesiones: 103 choferes, 96 cantantes y 31 actores, 88 dentistas, 35 porteros de edificios, 17 basureros, 14 panaderos, siete bomberos, seis masajistas, dos agentes funerarios y dos enterradores.

Para ejercer su derecho al voto, los brasileños usarán  urnas electrónicas, por lo que estos comicios son considerados los más informatizados del mundo.

POSIBILIDADES DE UN SEGUNDO TURNO PARA PRESIDENCIA

Las últimas encuestas de las empresas Datafolha e IBOPE indican que Rousseff posee el 40% de las intenciones de voto, seguida de Marina Silva, con un 24%, y Aécio Neves, con 20 por ciento.

Al comienzo de la campaña Neves era estimado el principal obstáculo para la reelección de la Mandataria. Sin embargo, la casual irrupción de Silva —luego del accidente y la muerte ocurrida en agosto del postulado socialista Eduardo Campos— la elevó a candidata por esa agrupación a la Presidencia.

En solo semanas, y gracias al apoyo de los medios de comunicación masiva de derecha del país—que lanzaron negativas campañas contra Dilma— y el aprecio del empresariado, Silva ascendió de manera vertiginosa hasta colocarse en un empate técnico con Rousseff, dejando el tercer escaño para Neves, algo impensado hasta entonces.

Un programa dirigido al retorno de la derecha al Palacio de Planalto, las contradicciones en sus intervenciones, sus posiciones homofóbicas y contra el aborto, entre otras causas, hicieron que en septiembre la candidata socialista cayera en picada hasta situarse 16 puntos porcentuajes por debajo de Rousseff.

De mantenerse esa tendencia este domingo, sería preciso un balotaje marcado para el próximo día 26, ya que para elegirse en cargos ejecutivos en primer turno, el ganador debe poseer el 50% más uno de los votos, o un 20% por encima de su rival más cercano.

Algunos dirigentes de la campaña de Rousseff apuestan a que ella se alzará con la victoria este día, pero la práctica sugiere que deberá enfrentarse a la agraciada de la derecha brasileña, quien proclama el retorno del sistema neoliberal, entre otros retrocesos para el gigante suramericano, si obtuviera la victoria.

Los únicos que son proclamados en esta jornada son los Diputados y Senadores. Cada uno de los estados del país posee derecho a un número determinado de diputados, en representación proporcional de su número de habitantes. Resulta curioso en esta disputa legislativa que los votos corresponden a partidos o coaliciones. Estos son los encargados de seleccionar una cifra de diputados, en proporción a las boletas favorecedoras, lo cual sugiere que un postulado muy votado puede colaborar con la elección de quienes resultaron poco agraciados.

Cada uno de los estados puede elegir hasta tres senadores por un mandato de ocho años, lo cual significa que ahora se renovará un tercio de la Cámara, y dentro de un cuatrienio, en la siguiente elección general, los otros dos tercios.

Autoridades electorales indicaron que los colegios funcionarán desde las 08:00 hora local de Brasil, y terminará a las 17:00 hora local. Como la nación cuenta con tres husos horarios, los últimos espacios en cerrar son los situados en el Amazonas, en la región norte del gigante que cuenta con ocho millones de kilómetros cuadrados y más de 200 millones de habitantes.

Unas 570 mil urnas electrónicas ya fueron distribuidas en los centros de votación. La acción de ejecutar los cinco votos apenas ocupa 40 segundos. Cuando el elector teclea el número de su favorito, de inmediato observa el rostro del elegido en la computadora, su nombre y partido, para que no haya equivocaciones. Estas microcomputadoras de fabricación brasileña fueron utilizadas por primeras vez en los comicios de 1996.

A pesar de la amplitud del territorio nacional y de la lejanía de algunas regiones, las autoridades electorales indicaron que los resultados del escrutinio se conocerán pocas horas después del cierre de los colegios.

Se sabrá entonces, si Dilma arrasó en la primera vuelta como consideran los más optimistas, o será preciso reencontrarse en una segunda ronda con Silva, quien fuera, cuando era de izquierda, ministra de Medio Ambiente en el primer gobierno de Luiz  Inacio Lula da Silva.