Bolivia observa en La Haya

La presencia de una delegación boliviana de alto nivel en la Corte Internacional de La Haya, encabezada por el experto español Remiro Brotón y otros juristas internacionales además de varios miembros de su gobierno, permite suponer que en un breve tiempo la nación suramericana hará el reclamo formal ante ese órgano de una salida al mar por su vecino Chile, lo cual le ha sido denegada por sucesivas administraciones de Santiago.

Brotón, contratado junto a asesores de varios países por el Ejecutivo de Evo Morales, publicó varios libros sobre derecho internacional y es director de la maestría en Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid y del doctorado de Derecho Internacional del Instituto Ortega y Gasset. El experto encabezará desde ahora el equipo de profesionales extranjeros que prepara la demanda marítima contra Chile.

Esta semana comenzaron en La Haya los alegatos orales de las delegaciones de Lima y de Santiago de Chile, que durarán dos semanas. En el 2008, el gobierno peruano presentó en esa instancia una reclamación contra su similar chileno, al considerar que los límites marítimos de los dos países no están definidos y pidió establecer una nueva frontera.

Chile, por su parte, niega que haya temas de esa índole pendientes con Perú, ya que la demarcación fronteriza entre ambos fue refrendada en acuerdos bilaterales suscritos entre los años 1952 y 1954.

Para la administración de La Paz, el actual contencioso y el fallo inapelable que dictará la Corte Internacional en el primer trimestre del 2013 es de suma importancia, ya que el litigio peruano-chileno contempla una zona que los bolivianos exigen para su acceso soberano al océano Pacífico, perdido a finales del siglo XIX. De lo que se decida en Holanda, puede haber una adecuación de la actual reclamación preparada por los expertos.

En ese sentido, el titular de la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa, indicó que “El objetivo es efectuar un seguimiento de primera mano a las argumentaciones de los contendiente, con la finalidad de determinar las implicaciones jurídicas de estas alegaciones para adecuar el diseño de la demanda marítima de Bolivia”.

También el diputado oficialista Héctor Arce, asesor de la reclamación, se refirió al interés de la Comisión observadora. “El proceso entre ambos países (Perú y Chile) tiene gran trascendencia para la causa marítima boliviana (...). Las intervenciones y las conclusiones de la Corte serán de gran importancia para la construcción de la demanda marítima boliviana, la cual se la viene llevando adelante con la máxima responsabilidad”.

Asimismo, el presidente Evo Morales Ayma, en declaraciones al diario El deber indicó que el proceso de petición de salida al mar está “avanzadísimo” y que evaluarán cuándo y cómo presentarlo ante la Corte Internacional con sede en Holanda.

Morales aseguró que su país tiene prácticamente lista la demanda contra Chile ante la Corte Internacional de La Haya, para recuperar su salida al océano Pacífico. Los bolivianos perdieron su salida al océano en una guerra contra Chile a finales del siglo XIX, confrontación en la cual también participó Perú.

Bolivia y Chile iniciaron en 1975 un proceso de negociación que contempló una salida soberana al Pacífico por un corredor al extremo norte de Chile. Ese territorio formó parte de Perú antes de la confrontación del pasado siglo, justamente en el área que ahora es motivo del juicio en La Haya.

El presidente boliviano recordó la posición de las diferentes administraciones chilenas, para las que “el tratado de 1904 es irreversible, intocable e intangible, pero, destacó, no es así”.

La eventual presentación de la demanda boliviana levantó airadas protestas tanto del actual presidente chileno Sebastián Piñera, como de varios de sus antecesores, entre ellos Eduardo Frei y Ricardo Lagos.

El conservador Mandatario desestimó la probable solicitud de su vecino, atendiendo al Pacto de Bogotá, porque esa Corte atiende problemas suscitados después de 1948 y “el tema con Bolivia es muy anterior”.

Recordó que en 1929 el gobierno boliviano de entonces intentó situar el caso en  la Liga de las Naciones y ante la corte antecesora a la de La Haya, que entonces —según él— confirmó que “en virtud del Tratado existente con Chile, esta Corte no tiene competencia”.

Empero, no hay dudas de que Bolivia presentará su querella ante el órgano internacional de justicia, en busca de una reparación histórica de un pacto suscrito hace más de un siglo, cuando las comunicaciones y las relaciones comerciales internacionales eran diferentes.

Los vínculos entre las dos naciones suramericanas se mantienen tensos debido a la reivindicación boliviana y la negativa chilena a aceptarla. Desde 1978, el deterioro es mayor, al  extremo de no contar con embajadores en sus respectivas capitales.