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martes, 19 de noviembre de 2024

Bandidos brasileños atacan a Lula da Silva

La derecha busca impedir el retorno del antiguo líder obrero...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 24/09/2016
9 comentarios

Como en juego de ajedrez con trampas, la derecha contrarrevolucionaria de América Latina, tras la cual se reconocen los intereses de Estados Unidos, ahora quiere darle jaque mate al expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, fundador del Partido de los Trabajadores (PT), para impedir su postulación y triunfo en las elecciones del 2018.

Dos son las razones fundamentales, -pues otras hay- para querer destruir la imagen de quien gobernara con éxito económico y social durante dos mandatos consecutivos y dejara en su lugar a Dilma Rousseff, destituida en el cargo el pasado mes por un golpe parlamentario orquestado y manipulado por un Congreso Nacional mayormente corrupto y conservador.

Una es tratar de demostrar que el izquierdista líder del PT es otro político corrupto, y por ende nada diferente de los actuales gobernantes. Con ese paso le arrebatarían sus derechos de presentarse a una próxima elección. La otra razón es con su retirada -bajo un manto de desprestigio personal- quedarán cerradas las investigaciones por el escándalo de robo en la estatal Petrobras, que salpica incluso al usurpador presidente Michel Temer, la cual podría ser vendida con el pretexto de que el Estado no tiene su control.

Un astuto movimiento de piezas dio jaque mate a Rousseff, electa por el PT para un segundo mandato iniciado en enero de este año, mediante un complejo y mentiroso aparato montado en el Congreso Nacional, incapaz de demostrar su culpabilidad en un movimiento fiscal.  El desarrollo del proceso, iniciado por el ahora defenestrado (por ladrón) expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, carece de base jurídica, pero la quitaron sin vuelta atrás.

En ese montaje, la derecha actuó en bloque, como un solo cuerpo –estrategia de la que todavía carecen las fuerzas de izquierda en Suramérica- . La sacaron del cargo a pesar de su inocencia y bajo las continuas protestas populares aun cuando se reconozca por analistas que, a lo interno, haya errado en algunas cuestiones, entre ellas un despego de las bases revolucionarias, incluso de su mentor en algunos momentos, y carecer de mayor astucia para darse cuenta de la traición de su vice Temer.

Tanto Lula da Silva como Rousseff constituyen un grave peligro para la derecha regional, dado el poderío económico e internacional de Brasil, y los politiqueros envueltos en casos de robo al Estado. Fueron estos presidentes quienes autorizaron y dieron curso a la investigación de la Petrobras, de larga data, con la cual se enriquecieron empresarios y políticos, entre ellos Cunha.

El PT movió la alfombra que ocultaba públicamente la corrupción en el país, y por ello ese partido, nacido de la clase obrera paulista, debe ser extirpado de la política brasileña, de acuerdo con las razones de la banda de ladrones ahora en el poder. Para la clase corrupta infiltrada en el Congreso Nacional, más muchísimas importantes figuras políticas, los petistas no pueden retornar por decisión de las urnas en las próximas presidenciales.

La derecha busca desprestigiar al expresidente – el más popular en la historia nacional- que vive aún en el mismo apartamento en Sao Paulo, de donde salió para el Palacio del Planalto, acusándolo de prácticas ilícitas junto a su esposa Marisa Leticia y otros allegados. Lula calificó el ataque como “una mentira contada como una novela” por los medios que responden a los intereses de la oligarquía financiera local.

Abogados del líder del PT consideran que tanto él como su familia sufren una persecución tras la denuncia presentada por Lula da Silva en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por abusos cometidos en su contra durante la investigación del caso Petrobras conocido como Lava Jato (lava carros). Se estima que el robo asciende a más de ocho mil millones de dólares durante décadas y ni cuando la izquierda soñaba con ser gobierno.

De acuerdo con los letrados Cristiano Zanin Martins y Roberto Teixeira desde el comienzo de la operación Lava Jato nada apareció contra Lula, pues se recurrió a un discurso falso. "Construyeron una tesis basada en la responsabilidad objetiva, incompatible con la ley penal. El crimen de Lula en ese caso es haber sido presidente de la República y dar el visto bueno a la investigación".

El Ministerio Público acusó el pasado miércoles a la pareja y sus allegados por  corrupción pasiva, fraude documental y lavado de capitales. Si, como se espera, Lula da Silva sale libre y fortalecido de este proceso, caerán los peones y quedará demostrada la honestidad de un líder de izquierda, en tanto los bandidos son los que se regodean en los salones de Brasilia. Nada conveniente.

Está claro para el pueblo de Brasil que Lula no se enriqueció durante sus dos mandatos; que apoyó a Rousseff a mantener los programas sociales que sacaron a casi 40 millones de personas de la pobreza e iniciar otros, como Mais Médicos; que lo acosan y hostigan desde hace meses, y que cada día muestra su valentía y se enfrenta a sus acusadores.

Con este líder obrero en las calles es imposible que las élites tradicionales de Brasil puedan reinstalar el sistema económico neoliberal, que incluye, según Temer, la venta de Petrobrás.

Los acontecimientos en Brasil no son aislados. Para demostrarlo está la cacería que mantienen contra la exmandataria Cristina Fernández, apoyada por millones de argentinos; el golpe de estado en Brasil; los ataques continuos contra Venezuela; la pérdida por la mínima de la consulta pública realizada para que Evo Morales se postulara de nuevo en el 2010. Pálida la actuación de Michelle Bachelet al frente de Chile, mientras el gobierno de Uruguay no da muestras de un liderazgo en la región.

Asimismo, luego de siete años en el gobierno, el ecuatoriano Rafael Correa advirtió que no pretende mantenerse como presidente para dar paso a nuevos cuadros del partido Alianza País, a pesar de que un millón 200 mil personas firmaron una solicitud para que se postule.

Lo que ocurrió en América Latina luego de la asunción del fallecido presidente Hugo Chávez en 1999 debe analizarse a profundidad por el movimiento de base popular que logra movilizarse cada día de la semana en distintos países en una unidad incipiente y al parecer ya imparable. El grito que se repite en las plazas de Argentina es válido para todos: ¡Vamos a volver!.. Tres palabras que aterrorizan a la contrarrevolución.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 9 comentarios


Sara
 24/9/16 11:19

Usted se ha preguntado por que si lo ocurrido en Brasil fue un golpe de estado, nuestro gobierno revolucionario y en favor de las causas populares, no ha roto relaciones con el gobierno golpista de Temer. Por que?. Quien responde con valentia esta pregunta.

Lídice Valenzuela
 25/9/16 14:55

El gobierno cubano dejó bien clara su posición respecto al golpe de estado jurídico-parlamentario a Dilma Rousseff, que rechazó en más de un foro, incluso en boca del presidente Raúl Castro. En lo personal, tengo mis criterios de por qué no se rompen relaciones con Brasil. No hay que ser valiente para darle respuesta. ¿Leyó usted los postulados de la CELAC?. Además, esa pregunta no es para mí. Escriba al Minrex de Cuba o a Michel Temer.

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Bartolo
 24/9/16 11:11

El problema en Brasil es que se destapo la caja de pandora y salieron a relucir muchos años de corrupcion durante el gobierno de Lula. Bandidos SI!, los que se roban los recursos del pueblo trabajador.

Lídice Valenzuela
 25/9/16 14:56

La corrupción en Brasil data de décadas. No es un flagelo exclusivo de los 13 años del gobierno del PT. Durante el gobierno Lula salieron a la luz escándalos de corrupción, incluso dentro del oficialista PT. También el Lava Jato, y nadie puede acusarlos de este robo. Tanto Lula como Dilma dejaron bien claro que no permitirían esos hechos delictivos en sus gestiones, algo bien difícil en Brasil, por cierto. Usted conoce la historia.

99
Tamara
 24/9/16 8:48

El Tribunal Superior Federal de Brasil condenó a prisión a José Dirceu, ex jefe de gabinete del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tras considerarlo responsable de pagar soborno a políticos, hasta por 42 millones de dolares, a cambio de sus votos en el Congreso. Estimada periodista usted conocia de esta noticia?. Seguro que no.

Lídice Valenzuela
 25/9/16 14:57

Claro que conocía la noticia. Ex guerrillero, exilado en Cuba, hombre de confianza en el PT y alto funcionario del primer gobierno de Lula. Dirceu rechazó las acusaciones del escándalo llamado Mensalao. Lo detuvieron y condenaron a 23 años de prisión, que termina de cumplir en régimen semiabierto. Tanto el PT como sus máximos dirigentes se desligaron de su actitud personal y la de otros miembros de ese Partido y en su momento se escribió en Cubahora sobre ese asunto. Sin embargo, Dirceu es Dirceu y Lula es Lula. Nadie asegura que Lula da Silva es un corrupto. Si lee los periódicos de Brasil, en especial los opositores, verá que han convertido a Lula en un monstruo..

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Dalia
 24/9/16 8:39

Considero que sobre lo que ha pasado y esta pasando en Brasil nuestros periodistas al parecer no tienen acceso a toda la informacion y deben tener cuidado con lo que escriben pues pueden confundir a algunos lectores momentaneamente, pues ya los cubanos podemos adentrarnos en el mundo de la informacion y conocer por nuestro propio razonamiento de la verdad ya hoy es dificil que nos engañen. Saludos.

Lídice Valenzuela
 25/9/16 14:58

Aquí pocos se confunden. Si lee Cubahora con regularidad puede encontrar numerosos análisis de lo ocurrido en el gobierno de Dilma Rousseff, sus aciertos y desaciertos, así como los intereses de la derecha para acabar con su gobierno a partir de la crisis económica, cuando la oligarquía que la apoyaba se resintió, pues hasta entonces vivían en presunta armonía soportable. Si algo nos sobra es experiencia política, pero este material está dedicado a un tema en concreto: los ataques de la derecha contra Lula.

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Heliodoro
 24/9/16 8:33

Si apoyan a Lula es el pueblo y si lo rechazan son bandidos, mi estimada periodista en este mundo hay infinidad de fuentes de informacion de donde uno si quiere sacar un articulo veraz y respetado por los lectores no tiene que verse en la situacion de critica por sus lectores, yo fui, soy y morire siendo revolucionario pero me siento en la obligacion de asumir los hechos como son en la realidad y a partir de ahi entonces sacar conclusiones. Gracias.

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