La semana que recién comienza es el colofón de distintos procesos políticos que ocurrieron en los últimos días en Centro y Suramérica con las elecciones presidenciales y legislativas en El Salvador y Colombia, respectivamente, y la asunción este martes de la Mandataria chilena Michelle Bachelet, en un segundo mandato (el primero fue entre el 2006 y el 2010), que le trae un aire de renovación al país luego de una etapa de ultraderechismo comandado por Sebastián Piñera.
Bachelet, médica de profesión, gobernó Chile por la Concertación Popular en condiciones muy diferentes a las actuales, en que una joven generación estudiantil apoyada por otros sectores de izquierda e independientes pusieron en jaque a Piñera al exigirle una Asamblea Constituyente que garantice, entre otros intereses sociales, una educación gratuita y de calidad.
Algunos de los principales dirigentes de las gigantescas movilizaciones que durante dos años agitaron a la nación andina ocupan asientos hoy en el Congreso Nacional y la estrenada Presidenta debe cumplir con sus promesas —coincidentes con el reclamo popular— o tendrá que lidiar con sus ahora eventuales seguidores. Además, también deberá enfrentar, si pretende cumplir sus obligaciones con sus electores, con la rancia derecha chilena, tan poderosa como la que hace 40 años derrocó al Mandatario socialista Salvador Allende.
Bachelet, por lo pronto, parece tener bien claro cuál será su rol gubernamental a lo interno, y en su política exterior debe desplegar un acercamiento positivo y transparente a América Latina y El Caribe, lo que ya dejó en claro al respaldar al gobierno de Venezuela –en plena guerra con los oligarcas de esa nación y de la región- distanciándose de Piñera, que a pocos días de su retirada arremetió contra el líder bolivariano Nicolás Maduro.
“No nos parece adecuado que haya acciones violentas que busquen desestabilizar a un gobierno democráticamente elegido", dijo Bachelet en claro contraste con Piñera, quien en medio de las protestas del gobierno venezolano fustigó públicamente el encarcelamiento de un grupo de terroristas que trataban de sembrar la desestabilización y el caos en la tierra de Hugo Chávez.
Su nombrado canciller Heraldo Muñoz ya definió su papel en la nueva hoja de ruta trazada por la coalición Nueva Mayoría por la que alcanzaron la presidencia: "Esperamos recobrar la gravitación que Chile tiene que tener en América del Sur y en América Latina en general", dijo Muñoz , quien ya anunció una gira por la región suramericana.
COLOMBIA Y EL RETORNO DE URIBE
Las elecciones legislativas celebradas en Colombia este domingo también están en el centro de la atención política en Suramérica.
Para el presidente Juan Manuel Santos, que su Partido de la Unidad (conocido como “de la U”) siga siendo la fuerza política más poderosa de Colombia es un alivio, aunque sabe la peligrosidad de que un personaje de la ultraderecha continental como Álvaro Uribe ocupe un puesto en el Senado y que su recién estrenado Centro Democrático se alzara con el segundo mayor número de escaños en esa instancia.
El partido de la U, que lleva a Santos como candidato a la reelección el próximo 25 de mayo, se alzó con 21 curules en el Senado, mientras que el Centro Democrático tiene 19, el Partido Conservador otros 19 y el Liberal 17, de acuerdo con los datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia. La llamada coalición de la Unidad Nacional la conforman el Partido de la U, el Liberal y Cambio Radical, que juntos suman 47 de los 102 escaños senatoriales.
En tono conciliador, este lunes Santos invitó a la oposición, en especial a Uribe, quien gobernó durante dos mandatos consecutivos y tuvo al actual mandatario como su Ministro de Defensa, a poner de lado las diferencias políticas para trabajar juntos por la paz de todos los colombianos.
Santos tocó un punto candente en lo que será el futuro inmediato de Colombia. Es conocido que Uribe y sus seguidores se oponen al proceso de paz que el gobierno colombiano realiza con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana, después de 50 años de guerra civil. Si se llega a un acuerdo de paz definitivo, este debe ser refrendado por el Congreso Nacional.
Desde la sede de campaña del Partido, junto a otros dirigentes y cientos de militantes de la U, el Mandatario precisó que “es un gran día para la coalición de la paz", tras regocijarse por la consolidación de las mayorías de la coalición de Gobierno en el Congreso, lo cual, aseguró “es "una señal para el país y el mundo de que la inmensa mayoría de los colombianos queremos la paz".
En la Cámara Baja del Congreso, la coalición gobernante sumó 92 de los 166 asientos: 39 del partido Liberal, 37 de la U y 16 Cambio Radical. En tanto, el movimiento de Uribe alcanzó solo 12 representantes. Por tanto, las batallas políticas a librar por Santos, si resulta reelecto, se realizarán en el Senado.
EL SALVADOR SIGUE CAMINO DEMOCRÁTICO
El Salvador, el país más pequeño de América Latina, continúa en el camino de la democracia inclusiva con la elección como presidente de Salvador Sánchez Cerén, líder histórico del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en una reñida competencia con el ultraderechista Normal Quijano, quien se niega a aceptar su derrota.
Solo este lunes el Tribunal Supremo Electoral anunció el triunfo de Sánchez Cerén, de 69 años, quien ocupaba la vicepresidencia en el saliente gobierno de Mauricio Funes, en el que también ocupó el Ministerio de Educación, un sector social que se espera sea reforzado durante su gestión.
Según los cómputos oficiales, el postulado por el FMLN logró el 50,11 de los votos, y Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) el 49,89, con el conteo de todas las actas.
Aunque por un estrechísimo margen ganó el Frente, lo que significa —según coinciden analistas— que El Salvador escogió continuar el camino de los cambios socio-económicos emprendidos por Funes, los cuales serán profundizados por su continuador y su equipo.
Siempre bajo el látigo de la derecha que le impidió gobernar tal como se merecen los salvadoreños luego de una guerra interna de 22 años, el saliente mandatario pudo implantar algunas medidas que redundaron en la mejoría de la calidad de vida de la ciudadanía, con la creación de viviendas, el desayuno y la ropa de colegio de todos los niños y niñas, el impulso a las pequeñas y medianas empresas, entre otros proyectos ya consolidados.
Nadie duda que a Sánchez Cerén, Comandante del FMLN y uno de los firmantes de los acuerdos de paz, le será difícil continuar la cuesta del desarrollo y los proyectos socio-económicos, pero tampoco hay confusión en que las grandes masas desposeídas son su principal baluarte político.
En su primera alocución luego de conocerse la victoria –celebrada de antemano en la madrugada del lunes por sus seguidores- el electo mandatario salvadoreño reclamó de la oposición de la derecha dura que se unieran a la creación de un nuevo país en paz, lo cual, hasta ahora, resulta una quimera para cualquier gobierno de izquierda.
senelio ceballos
11/3/14 23:56
Hola lectores de esyte espacio-web!! cubahora!! Estimada Lidice...uD CONOCE LA CANCION....muy cubana y reconocida por los premios que ha obtenido en el mundo musical....No me hables de toronto, new york, paris o madrid...HABLADME DE JATIBONICO!!.. Soy del criterio que sus informaciones no solo para consumo limitado... Entre a CHILE, vea lo que esta pasando alli... QUE DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS con nuestra cuba?...PODRIA HABLARNOS DE ESO..seria otro tema quizas de interes algo limitado pero mas cerca de nuestro corazones!!! El guajiro monitoreando el estudiantado chileno!!!
Gladys Corral desde FB
11/3/14 12:10
HERMOSAS
Michelle
11/3/14 12:00
Exitos para Salvador y la Bachelet!!!
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