La puesta en escena del espectáculo Ana Karenina, de carácter multidisciplinario, constituye una clase magistral de integralidad, con la técnica y el arte en su máxima expresión, estrenada anoche como gala inaugural del XV Festival Internacionalde Teatro de La Habana, en la sala Avellaneda del Teatro Nacional.
La puesta sorprendió a los espectadores por el modo en que sirvió de canal transmisor de los diversos sentimientos que abarca la trama de la obra, magistralmente interpretada por el elenco del Teatro Estatal Académico Vakhtangov de Rusia.
Los intérpretes mostraron su versatilidad, que trascendió a lo infinito en su posibilidad expresiva, y les permitió incursionar en el trabajo actoral y dancístico. La música también otorgó gran relevancia a este título tan esperado, al arropar las escenas y subrayar el sentido de la escritura teatral, a partir de situaciones contrastantes recreadas en la dramaturgia y plasmadas en la singularidad de una versión jamás imaginada por el público, que habría fascinado a Tolstoi por su nivel de calidad y respeto a la esencia del argumento y los personajes.
Durante las dos horas y media que abarca la puesta, el público disfrutó a plenitud. Resultó inolvidable para los espectadores que abarrotaron la sala, así como para los especialistas y la crítica, por constituir una escenificación donde la imaginación del montaje y su originalidad propician una comunicación.
Quedó demostrado que no hacían falta las palabras, pues la profesionalidad y la inspiración de la teatrista Angelica Jolina recrearon en todo su esplendor esta versión tan original de la novela homónima de Leon Tolstoi.
Pudo constatarse la inteligencia de la puesta en escena, que no hizo gala de recursos millonarios para lograr grandes efectos, el arte se impuso con un derroche enorme…, pero de creatividad.
Una prueba fidedigna de la labor de artesanía teatral consumada en el entramado del accionar del elenco es el diseño de luces que, sin equipos sofisticados de última generación, iluminó los momentos en que la luz aportaba significado especial, y las sombras invadieron la escena cuando reinaba en ella un clímax dramático.
En la escenografía, las sillas ocuparon un lugar privilegiado y hasta adquirieron protagonismo en varias escenas, pero se agigantaron en la final, cuando los actores-danzantes golpearon el escenario con ellas para crear el efecto del paso del tren, en el clímax de tragicidad, cuando Ana decide acabar con su vida.
De sorpresa en asombro, esta versión logra inscribir en el horizonte escénico habanero algo que resultaría inadmisible sin el toque magistral de Angelica Jolina, pues en determinadas escenas de este título, se abre paso una sutil comicidad que se desliza de modo muy orgánico y provoca la hilaridad de los espectadores, sin atentar contra el equilibrio del hecho escénico, de un modo tan inesperado como natural, que acoge amorosa la cuarta pared.
Las funciones de loa obra continuarán este fin de semana en la sala Avellaneda, el sábado a las 8:00 p.m. y el domingo, con entrada libre al público. Cabe destacarse la belleza y el sentido poético del performance en el vestíbulo de la Avellaneda, centralizada por el grupo D´Morón Teatro, como un preludio una noche inolvidable del mejor teatro, donde la realidad sobrepasó las expectativas más promisorias.
Espectáculo musical Ana Karenina por el teatro Estatal Académico Vakhantjov de Rusia. (Fotos: Buby/CUBAHORA)
Espectáculo musical Ana Karenina por el teatro Estatal Académico Vakhantjov de Rusia. (Fotos: Buby/CUBAHORA)
sofía
27/10/13 21:39
Excelente!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Intensas y emocionantes horas. Una oportunidad única.
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