Los camposantos no son solo lugares para el descanso eterno de las almas. En muchos de ellos se pueden apreciar valores arquitectónicos, patrimoniales, el arte popular, las creencias religiosas y la epigrafía por lo que merecen ser conservados para las futuras generaciones.
Actualmente existen en Cuba seis lugares sacramentales con categoría de Monumento Nacional. Entre las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos suman un total de 124 los cementerios locales exponentes de costumbres, ritos, creencias y mitos populares que en torno a ellos se originan.
UN POCO DE HISTORIA
El 15 de mayo de 1804 el rey Carlos IV de España dicta una Real Cédula mediante la cual ordenaba la construcción de los cementerios extramuros y prohibía los enterramientos dentro de las iglesias. Al frente de ese proyecto se encontraba el Obispo de Espada quien, junto al doctor e higienista Tomás Romay, trabajaron para hacer cumplir dicha ley.
En la región central de la Isla se fundaron cementerios en terrenos apartados de la localidad, con un apreciable carácter empírico que se adaptaba a las condiciones del contexto. Un estudio realizado por especialistas en la materia da cuenta de que en Sagua la Grande y Sancti Spíritus los camposantos siempre estuvieron localizados hacia la zona del sur o hacia el oeste de los poblados lo que responde a las brisas predominantes o al movimiento de los vientos.
En otros casos se ubicaron sobre una colina, una zona elevada o en la ladera de una montaña, tratando de alejarse de los pueblos o respondiendo al drenaje natural interior del espacio. Así iban naciendo callejuelas, trillos y senderos que también favorecían la ventilación dentro de los cementerios.
ALGUNAS PARTICULARIDADES
Como curiosidad, el camposanto israelita de Santa Clara está atravesado por una calle central que divide el espacio en dos. De esa forma se separaban las sepulturas en cuanto a los sexos: hacia la izquierda se sepultaban los hombres y hacia la derecha, las mujeres.
Algo similar ocurre con el de Zulueta donde también existe una calle longitudinal central que divide el sitio en dos zonas, pero en este caso no hay diferencias en cuanto a la ubicación de las sepulturas por sexos.
Las capillas generales eran fabricadas por los maestros de obras de cada poblado, a partir de los estilos arquitectónicos imperantes en el momento de la construcción. Pueden estar en correspondencia con el eje transversal de la portada o en cualquier otro rincón.
COMPONENTES VERNÁCULOS EN LA REGIÓN CENTRAL
Existen componentes populares dentro de los espacios cementeriales que le confieren valores extraordinarios al sitio donde están emplazados. En ellos se resumen costumbres y tradiciones unidas al fenómeno de la muerte con todo su contenido simbólico.
Como resultado de las actuales transformaciones económico-sociales lamentablemente la llamada nueva arquitectura ha llegado también hasta muchos cementerios locales de la región central donde se han acometido modificaciones a su patrimonio vernáculo.
Arquitectos y urbanistas de esos territorios han detectado la presencia de elementos de la cultura popular como cruces de madera o hierro forjado, elementos relacionados con la Virgen de la Caridad y ángeles que veneran el campo cubano. Otros signos aluden a características o pertenencias de un fallecido, sus hazañas, creencias religiosas, o la forma en que murió. Como resultado de la cubanidad se pueden leer epitafios muy sui géneris relacionados con el sentido de devoción de un poblado hacia una personalidad.
UN CASO ÚNICO
La Necrópolis Tomás Acea de Cienfuegos fue declarada Monumento Nacional en 1978 por sus valores arquitectónicos, históricos y ambientales. Se construyó en 1923 y fue inaugurada en noviembre de 1926.
La Necrópolis Tomás Acea de Cienfuegos fue declarada Monumento Nacional en 1978 por sus valores arquitectónicos, históricos y ambientales.
Se trata de un museo al aire libre cuyos diseños se deben al agrimensor Luis Felipe Ross quien lo concibió a imagen y semejanza de los camposantos de Nueva York, en los Estados Unidos. Está considerado como el único cementerio jardín de Cuba donde dialogan en armonía hermosas esculturas que asoman entre la abundante floresta, la cual da nombre a sus doce avenidas. Especies como el Cedro, el Ciprés, el Tamarindo, el Pino y el Algarrobo le confieren notoriedad al lugar.
En los últimos tiempos el camposanto ha devenido sala alternativa dentro de la ciudad. Desde allí se imparten talleres, charlas y se realizan visitas dirigidas. Si las condiciones epidemiológicas lo permiten se celebra la Noche mística donde un grupo de artistas, intelectuales y amantes del patrimonio comparten con la comunidad poesía, pintura, canto coral y música trovadoresca.
Desde el año 2017 la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos propuso convertir en un producto turístico este camposanto ubicado a las afueras de la urbe, en la Avenida 5 de Septiembre. Hoy la necrópolis es uno de los lugares de estancia obligatoria recomendados por el sitio digital www.tripadvisor.com.
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