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lunes, 18 de noviembre de 2024

Un poco de rigor para el relajo con el cartel

Un debate sobre la ausencia de una sala permanente en el Museo Nacional de Bellas Artes que recoja la labor de la cartelística cubana, a propósito del I Festival del Cartel que por estos días transcurrió en La Habana...

Danislady Mazorra Ruiz en Exclusivo 28/05/2013
1 comentarios
Festival del Cartel
Muestra participante en el I Festival del Cartel.

Hace poco sesionó en el Centro Hispano-Americano de Cultura el simposioEl rol del cartel en el mundo contemporáneo”, a propósito del I Festival del Cartel que por estos días transcurrió en La Habana.

Una mañana ajetreada, llena de conferencistas y repleta de público, jóvenes diseñadores casi todos, ansiosos por hablar y escuchar sobre el cartel cubano y el internacional. Siete ponencias, cuatro cubanas y tres extranjeras: todas sobre el quehacer gráfico actual. 

Si bien las presentaciones se destacaron por la excelencia y el atractivo temático, me interesa destacar dos de ellas, por la repercusión que tienen para el diseño cubano actual. La primera, la de Pepe Menéndez, por lo interesante del proyecto CAca, que fundó junto a Nelson Ponce; y la segunda, la de Olivio Martínez, por el debate que generó al concluir su presentación.

Pepe Menéndez, destacado diseñador cubano de reconocida trayectoria, hizo una atractiva presentación del club que fundó años atrás junto a Ponce, en el que invitó a diseñadores y a todo aquel que quisiera sumarse a intercambiar ideas y afiches, cita que concluye siempre con una votación por el mejor cartel y por el diseñador del año. La UNEAC le abrió sus puertas y junto al Taller de Serigrafía René Portocarrero, lugar donde siempre hacen sus exposiciones, podríamos decir que son las sedes del club. Rigor y relajo: estas son las categorías fundamentales que, según Pepe, definen este proyecto. Una empresa seductora pero que necesita un objetivo más ambicioso. Para explicar esta última afirmación, prefiero hablar primero sobre la ponencia de Olivio Martínez.

El diseñador presentó una amplia disertación sobre el cartel, su función y su legitimidad como obra artística, lo que generó un polémico debate en su conclusión. Pepe Menéndez pidió la palabra una vez finalizada la exposición de Olivio Martínez, esta vez como público, y se refirió a la desvalorización que sufre el cartel como manifestación artística. Al respecto, hizo principal hincapié en la ausencia de una sala permanente en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) que muestre la legendaria obra gráfica de las décadas doradas del cartel cubano. Olivio Martínez rápidamente se sumó a su queja y Víctor Casaus, director del Centro Pablo de la Torriente Brau, hizo eco también de este anhelo, cuya intervención resumió con geniales palabras el sentir general de los diseñadores frente a este hecho.

Entonces, ¿qué hacer? El debate solo puede ser útil cuando conlleva a una acción que genere cambios positivos. Sé que los diseñadores no pierden oportunidad para hacer ostensible esta queja en cualquier espacio de opinión pública, pero, ¿es suficiente? Y aquí quisiera retomar el hilo del Club de Amigos del Cartel, CAca. La presencia de la gráfica en el MNBA debería ser un objetivo principal de este club, o de otro que se organice para tal efecto.

El Intituto Superior de Diseño Industrial (ISDI), los diseñadores e investigadores relacionados con la gráfica, o al menos un grupo de ellos, deberían encarar, formal y oficialmente, la inexistencia del cartel en las colecciones permanentes del MNBA. Desconocemos las causas de tal ausencia, ningún directivo del MNBA estaba presente en el simposio, no sabemos su “versión de la historia”. Por ello, ambas partes, diseñadores y dirigentes de la institución insigne del arte cubano, deben intercambiar y exponer razones, formalmente, en pos de solucionar lo que sin duda alguna constituye un agravio para la historia del arte nacional, específicamente para la historia gráfica cubana.

Si Pepe Menéndez y Nelson Ponce convirtieron una iniciativa personal en un espacio para el intercambio y la promoción del cartel cubano contemporáneo, igualmente sería posible organizar un grupo, comisión…, lo que fuera necesario, para rescatar del olvido museográfico la gráfica nacional.
 
El diálogo, con un carácter oficial, es una necesidad; las gestiones personales han de superarse en pos de un intercambio formal con las instituciones. Han de trazarse objetivos, metas y planificar acciones que devengan movilizadores de fuerzas y de actitudes que generen cambios. La omisión de los carteles en la colección permanente de las salas de arte cubano es una herida abierta que ha de ser sanada, pero depende también de los diseñadores que su solicitud no sea ignorada y desatendida.


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Danislady Mazorra Ruiz

Se han publicado 1 comentarios


Indira
 3/6/13 18:11

Coincido plenamente contigo. El cartel a lo largo de la historia ha jugado un rol importante, principalmente como cronista de la revolución cubana, ha estado presente en cada una de sus etapas como un vehículo de arte y diálogo con el público.La historia del cartel cubana es muy rica y me parece que se debe hacer énfasis en su divulgación por todas las vías.Y crear espacios donde se exhiban al público de manera habitual me parece una excelente idea.

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