El circo es alegría, pasión, fuerza, destreza, solidaridad pero también trae aparejado consigo el riesgo constante, el sacrificio extremo, el dolor cuando se produce un accidente fatal. Nada de eso es un impedimento para que hombres y mujeres continúen apostando por este arte milenario que, al menos en Cuba, cuenta con una larga tradición familiar.
Uno de las familias ligadas a la historia del circo cubano desde sus orígenes es la formada por los grandes equilibristas Roberto Muñoz y Esteban Muñoz, padre y tío, respectivamente de Germán Muñoz, el líder de la prestigiosa Compañía Havana.
“Yo prácticamente estoy en el circo desde que nací. Me hice malabarista con mis padres y con artistas como Domingo Falcón. Traté de aprender casi todo de esos grandes maestros”, rememora Muñoz.
Hoy, la Compañía Havana es una de las más premiadas en cada edición de Circuba. ¡Esos chicos son espectaculares!- afirmaba admirado un colega periodista al ver las evoluciones circenses de los jóvenes que compiten en este 13 Festival de circo en verano, Circuba 2014, a nombre de esa compañía devenida escuela para varias generaciones de artistas cubanos.
¿Cuáles son los ingredientes que han hecho posible el triunfo nacional e internacional de la reconocida compañía? Al respecto conversamos en exclusiva para Cubahora con Germán Muñoz.
¿Cuándo ve la luz Compañía Havana?
“La Compañía Havana se funda en 1995, por la necesidad de hacer un espectáculo entre amigos. En el primero participaron 18 personas. Aunque la idea original fue mía, en ese momento se incorporaron Los Montalvo, que era una trouppe de trapecistas muy buenos. Ese espectáculo se presentó en muchos lugares de Europa con gran éxito.
“Ya en el 2005, cambia la tónica de la compañía: se rompe ese espectáculo que duró tanto tiempo y empezamos a hacer números por encargo para el Ringling Brothers Circus. Comenzamos a rescatar géneros que se habían perdido como el trapecismo, la acrobacia a gran extremo. Así aumentaron nuestros clientes y se incorpora a la compañía un productor argentino-francés. Hasta que llegó el momento en que solo trabajábamos por encargo.
“Actualmente Compañía Havana tiene cerca de 200 artistas en el extranjero, entre Estados Unidos y Europa. Circuba es un ciclo que terminamos en cada mes agosto y lo iniciamos, prácticamente, de cero: unos salen a trabajar como profesionales al extranjero, otros permanecen un tiempo más en Cuba, pero, por ejemplo, los que participaron en la gala del año pasado ya no están aquí”.
¿Cómo se produce el ingreso a Compañía Havana?
El ingreso se produce por captación. Algunos entran directamente de la Escuela Nacional de Circo, otros por sus condiciones técnicas. Como tenemos proyectado lo que queremos hacer para el próximo año, buscamos a los que reúnan determinadas características físicas para un número dado.
¿A qué se debe el éxito de Compañía Havana que siempre resulta laureada en cada emisión de Circuba?
Compañía Havana por tradición participa en Circuba con números muy complejos y espectaculares. Nosotros venimos a competir con jóvenes que se hacen profesionales aquí. El éxito se debe al trabajo y la dedicación de nuestros artistas. Normalmente trabajamos en un número durante un año. A veces, nos extendemos un poco más porque nos complicamos.
¿Con qué números compiten en esta edición de Circuba?
“En esta edición de Circuba, traemos el Vuelo del pájaro porque el del año anterior en estos momentos se encuentra en Inglaterra. Tenemos un número de trapecio volante, que posteriormente se presentará en Polonia dentro de tres meses.
“La novedad de esta edición es el número de cama elástica, que hacía cerca de 30 años nos se presentaba en el circo cubano con dos catchers y los artistas realizan evoluciones acrobáticas luego de rebotar a seis metros de altura. Además, competimos con un número de barra rusa, báscula y cuarteto de pulsadas”.
¿Qué riesgos enfrentan los artistas de Compañía Havana durante estas evoluciones acrobáticas?
Nosotros a pesar de que tomamos todas las medidas de seguridad realizamos números de mucho riesgo. Siempre estamos jugando con el peligro por eso todo tiene que ser perfecto, desde el entrenamiento, la técnica, la seguridad. En el circo hacemos el acto extremo.
¿Cuál es su momento más feliz?
Cuando termina Circuba, resultemos o no resultemos premiados. El otro momento feliz es ver a mis muchachos triunfando en escenarios internacionales porque se que el trabajo que se hizo no ha sido en vano.
meel
4/8/14 16:47
me gustaría volver al circo poara ver si se han hechos cosas nuevas, espero que avancen al mismo ritmo de estos tiempos y las nuevas tecnologías
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