Salvar la memoria (+Fotos)

El Museo Nacional de Bellas Artes, la más importante institución de nuestro país en cuanto al resguardo, exhibición y promoción del arte cubano y universal, está de cumpleaños.

Y no es un onomástico cualquiera, el 28 de abril se celebra un siglo de su fundación oficial en el año 1913. Desde un poco antes, el museo había recibido donaciones para conformar la colección actual.

No es esta una estrategia privativa de Cuba. En todo el orbe, las instituciones museológicas incrementan, renuevan y engrosan sus colecciones a través de donativos, compras, legados.

Mediante un presupuesto que le asigna el Estado cubano, Bellas Artes puede adquirir nuevas piezas y de esa forma ir depurando, redefiniendo y aumentado su colección original.

VIAJE A LA SEMILLA

Ahora, en ocasión del centenario de Bellas Artes, el público tiene la oportunidad única de apreciar algunas de las obras mostradas en Cuba hace cien años. Se trata de dos exposiciones que han sido catalogadas como fundacionales y que quedarán abiertas a partir del 19 de abril en el edificio de Arte Universal.

Según explicó Manuel Crespo, uno de los curadores de la exposición donde se muestran las obras que atesoraba el museo en 1913, en ella se intenta mostrar “cómo es la colección al cabo de cien años y contextualizarla dentro de la colección actual”.

Por su parte, Niurka Fanego, otra de las curadoras, hizo referencia a que bajo la dirección del señor Emilio Heredia, primer director del museo, “se adquirieron, entre 1910 y 1913, gran parte de las obras que tenemos la posibilidad de mostrar al público”.

La exposición de marras está conformada por seis secciones que van desde objetos de la historia nacional, como mascarillas mortuorias de quienes lucharon en las guerras contra la colonia española, hasta propiamente objetos de arte, artes decorativas, arqueología aborigen de Cuba y etnología afrocubana. Está compuesta, además, por doce pinturas y seis estampas.

Algo muy singular, será la posibilidad de apreciar fragmentos y fotogramas de El parque de Palatino (1906), obra cinematográfica dirigida por Enrique Díaz Quesada, padre de la cinematografía nacional, así como datos sobre el metraje de la cinta que hasta el momento eran desconocidos por los investigadores del séptimo arte cubano.

La exposición reúne además alrededor de cien piezas, algunas de las cuales pertenecen al museo. También se exhiben obras que en determinado momento pertenecieron a la institución pero que hoy son propiedad de la Academia de Ciencias de Cuba, el Museo Casa Natal José Martí y el Museo de la Música, aportes sin los cuales no hubiera sido posible hacer esta muestra fundacional.

Como parte de la colaboración, especialistas de esas instituciones impartirán ciclos de conferencias. Muchos de ellos participarán en la escritura de las palabras valorativas sobre secciones del museo presentes aún y otras que lamentablemente se perdieron con el paso del tiempo.

Fanego resaltó que para recuperar parte de esta “colección perdida” los curadores de Bellas Artes tuvieron que realizar un “trabajo arqueológico para tratar de salvar la memoria de lo que fue el museo”.

Doce tambores de la colección Fernando Ortiz, que atesora el Museo de la Música, y una veintena de ellos, pertenecientes al Museo Casa de África, serán parte de esta abarcadora colección, en la cual participaron curadores de arte cubano y universal.

MIRADA HASTA LOS 60

También en la cuarta planta del edificio de Arte Universal se muestra parte de la historia del MNBA en sus primeros 50 años de existencia.

A través de una mirada retrospectiva que recoge desde 1913 hasta 1963, se hizo una selección minuciosa sobre la sección de arte del museo y un estudio de cómo fue creciendo dicha colección.

Hitos de esta segunda muestra son los préstamos que realizó la Academia de Bellas Artes de San Alejandro al MBBA en el período comprendido entre 1913 y 1927 y que, al triunfo de la Revolución se quedaron como parte de la colección del museo.

Otro momento importante fue la compra hacia 1924 al comerciante italiano Salvatore Buffardi de unas 40 obras de todas las escuelas europeas, entre ellas la escuela británica, arte antiguo e íconos.

Ante el viejo anhelo de priorizar las bellas artes, la colección se vio muy favorecida por el legado de Rafael Carvajal, en 1954, a través de la marquesa de Pinar del Río, quien cumplía la última voluntad de su fallecido hijo. Gracias a este donativo, el museo se nutrió de obras de arte español, cubano y europeo, poco conocidas en el archipiélago.

El departamento de restauración del MNBA realizó una encomiable y acuciosa labor de restauración para poder recuperar piezas que llevaban casi medio siglo sin exponerse al público.

Moraima Clavijo, directora del MNBA calificó este trabajo curatorial como una “investigación muy seria y profunda” y resaltó la “gran responsabilidad institucional, histórica y cultural que tiene el museo con nuestro país”.

Mientras tanto, el especialista Máximo Gómez se refirió a la curaduría como “el arte de saber y de crear”, y agregó que la museografía es un arte creativo pues las “obras dialogan y le dan al museógrafo lo que quiere decir”.

OTRAS ACCIONES

Una gran respuesta de importantes especialistas cubanos y extranjeros trajo la convocatoria realizada por la Dra. Luz Merino, presidenta del Comité Científico del evento teórico internacional, a celebrarse en el teatro del MNBA del 24 al 26 de abril.

Luz Merino resaltó que este será un “buen intercambio de experiencias entre especialistas de diferentes latitudes y territorios” y que realizan labores “afines a las acciones del MNBA”.

Asimismo, se pondrán a debate investigaciones realizadas en esos museos y que no encuentran espacio de difusión en los medios de comunicación.

“Está pensado como una necesidad por la ausencia de diálogo y debate entre especialistas de museos. Además, el encuentro se inscribe en una tradición de eventos de carácter patrimonial”, agregó Luz Merino y puso como ejemplo el realizado a propósito del aniversario 50 de la Colección Conde de Lagunillas y el evento teórico de la Bienal de La Habana.

Tristemente, no es una práctica sistemática sino más bien “algo que se perdió pero abrió caminos, ventanas, vías al debate y la investigación”, concluyó.

Entre el 24 y 26 de abril se disertará sobre el tema del coleccionismo, conservación y restauración. La agenda reserva un espacio para la educación y la promoción a través de los medios audiovisuales, la institución museo y los márgenes difusos entre estos saberes.

El coloquio internacional contará con la presencia de especialistas de Chile, Argentina y Puerto Rico, entre otras naciones. Se trabajará mediante el sistema de ponencias en seis secciones diferentes.

La ocasión será propicia para recordar al señor Rodríguez Morey, segundo director de Bellas Artes y quien da nombre al Centro de Información del MNBA.

Como parte de las actividades colaterales, está previsto que, el 24 de abril, la biblioteca del museo sea sede de un panel relacionado con la importancia de los textos sobre arte cubano que demandan los usuarios de las bibliotecas públicas, con la participación de sus directores, bibliotecarios, críticos de arte y estudiosos de la materia.

El 25 de abril se exhibirá un documental sobre la colección de arte cubano del museo y el 27, en horas de la mañana se realizará la clausura de los talleres infantiles con la inauguración de una muestra de lo aprendido por los pequeños, como ya es habitual, durante una semana. Por su parte, el Ballet Nacional de Cuba homenajeará al museo con la reposición en el Teatro Nacional de la obra Cuadros de una exposición.

La fiesta grande de Bellas Artes será el 28, cuando regalen a los cubanos una jornada de puertas abiertas y ese mismo día, a las 5:00 de la tarde, el Instituto Cubano de la Música se sumará a los festejos con un espectáculo musical en el teatro de la institución.

Una novedad que no quiero dejar de mencionar es que en el mes de octubre se realizará la Primera Bienal de Talleres Comunitarios.

Sin dudas, el MNNA se prepara con esmero para dar lo mejor de sí en esta fiesta de cumpleaños. A cien años de su fundación, sus curadores, museógrafos y especialistas continúan preservando el legado cultural e histórico que atesora esta importante institución cubana.