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martes, 24 de diciembre de 2024

Preámbulos de un festival con teatro polaco

La Segunda Semana de Teatro Polaco permite un acercamiento más práctico al quehacer artístico contemporáneo de ese país europeo...

Amelia Duarte de la Rosa en Exclusivo 07/10/2013
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polish teatro
La obra Matrimonio blanco fue presentada por el grupo Teatro de la Luna. (Yander Alberto Zamora de los Reyes / Cubahora)

Hasta el próximo día 9 de octubre en algunos espacios teatrales de la capital cubana tiene lugar la Segunda Semana de Teatro Polaco. La jornada cultural es una de las pocas que, junto a las semanas teatrales de Noruega y Alemania, permite un acercamiento más práctico al quehacer artístico contemporáneo de esos países europeos.

A los escenarios de la Sala Adolfo Llauradó, el Teatro Trianón, El Sótano y la Sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht llega por estos días lo más actual de la dramaturgia polaca, heredera de una rica tradición cultural y cuna de los grandes Wojciech Bogus?awski, Padre del teatro polaco; Jerzy Grotowski, figura sempiterna del teatro vanguardista del siglo XX; el escritor recientemente fallecido S?awomir Mro?ek; el novelista Witold Gombrowicz; y Tadeusz Cantor, famoso por sus revolucionarias presentaciones teatrales, por solo mencionar algunos.

La II Semana, auspiciada por la Consejería Cultural de la Embajada de Polonia en La Habana, el Instituto Teatral y el Instituto Adam Mickiewicz, de ese país, la Fundación Ludwig de Cuba, la Casa Editorial Tablas-Alarcos, la Universidad de las Artes (ISA) y el Centro Teórico-Cultural Criterios, ha presentado en su espacio teórico la conferencia “Gombrowicz-Piñera, los años argentinos”, a cargo de la actriz polaca Magdalena Krauze y el narrador cubano Alberto Garrandés.

Talleres realizados en el ISA, de actuación y teatro físico, así como el ejercicio de estudiantes Demencia Precox No. 20, basado en la obra El loco y la monja, de Stanislaw Witkiewicz se han realizado en esta jornada, donde —sin duda— lo más atractivo han resultado ser las puestas en escena que tienen lugar en este mes.

Llegó finalmente a las tablas del Trianón el esperado estreno de Antigonón, de Rogelio Orizondo, por Teatro El Público, guiado por el célebre Carlos Díaz. En el Sótano se muestra todavía la reposición de El archivo, por la Compañía de Teatro El Cuartel. Esta obra de Tadeusz Rozewicz compartió también cartelera con Matrimonio blanco, de la misma autoría de Rozewicz, rubricado por Teatro de la Luna.

Dirigida por Raúl Martín, Matrimonio blanco es quizás una de las puestas más dramáticas y contundentes que en los últimos meses haya subido a la escena capitalina.  Lo que para muchos pudiera pasar por un siempre incómodo matrimonio de conveniencia, se convierte con esta versión cubana en un suspicaz análisis de la promiscuidad sexual y el cinismo de nuestro tiempo.

Toques hilarantes, sustentado por un formidable elenco actoral, llegan con delicadas reflexiones sobre la orientación sexual en la adolescencia, la imposición de lo “socialmente correcto”, el machismo, la sumisión, los tabúes y el oportunismo.

Como es usual en este grupo, vuelven a repetir genialidad interpretativa Yaité Ruiz, en el papel de Bianca (la protagonista); Yordanka Ariosa (la Madre); Olivia Santana (Paulina y la Cocinera); y el camaleónico Freddy Maragoto (actor invitado de El Público), a quien siempre es agradable disfrutar en cualquier rol que encarne.

El virtuosismo de esta puesta en escena reside en la extrapolación de Martín al contexto contemporáneo aun cuando la obra se desarrolla en un tiempo otro en un país cualquiera.  Se suma, además, la belleza y utilidad del montaje escénico. Una exquisita plasticidad, de alto vuelo estético y coreográfico, es a lo que nos tiene acostumbrados el director, y Matrimonio blanco es otro buen ejemplo a citar dentro del repertorio de la compañía.

La obra solo estuvo en la cartelera hasta el pasado domingo, sin embargo se acaba de incluir en la programación del próximo Festival Internacional de Teatro de La Habana. De manera que, entre los exponentes de Alemania, España, Rusia, Dinamarca, Italia, Finlandia y Suiza que desembarcarán en La Habana, habrá nuevamente teatro polaco aunque, esta vez, a la cubana.


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Amelia Duarte de la Rosa


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