“¡En La Habana se comenta…♫♫♫!”. Paulo FG, el sofocador de la salsa, el especulador de La Habana... debutó como actor en Vuelos prohibidos, largometraje cubano de Rigoberto López.
“El público cubano me bautizó así, y como hay gente que me pide todavía que vaya pa’l piso, ya sabes, pero los años pasan y no siempre se puede complacer a todo el mundo”, sonríe mientras se acomoda para conversar con quien siempre lo ha visto de lejos, en los escenarios, y que no pudo dejar de confesarle luego de una hora que se había sorprendido mucho.
“Te sorprendiste porque te dejaste llevar por las apariencias. Yo siempre he sido un tipo sencillo y sensible, mi madre me educó así. Soy bailador, fiestero, me gusta moverle la sangre a la gente en un espacio público, pero podemos pasar horas conversando y comprobarás que no se me enreda la lengua ni me faltan palabras. Las apariencias engañan”.
—Tal vez por esas mismas apariencias muchas personas no imaginaron alguna vez que quisieras actuar.
—No, no. No quise actuar, me convencieron. Nunca he querido actuar porque respeto mucho ese trabajo. La música me apasiona demasiado y las artes escénicas las he mantenido allí, en su lugar, y yo acá. Lo que hago tiene mucha entrega pero aprender guiones es diferente. Salirte de ti para convertirte en otro, según el personaje, eso lleva más entrega o, al menos, una entrega diferente.
“Mi mamá era maestra de teatro y metodóloga de las artes en Playa. No me era totalmente ajeno el teatro, lo tuve cerca y tal vez por eso lo respeto. Ella dirigía grupos y yo conocí ese mundo, a Bárbaro Marín, a Brito, a otros, que pasaron por sus manos.
”En esta película, mi madre jugó un papel importante en la decisión de asumir a Mario, el fotorreportero que viaja de África a Cuba y hace escala en París. Rigoberto López llegó a mi casa y resulta que su esposa es hija de una buena amiga de mi madre. Imagínate… Me hizo la propuesta, me dio fragmentos de un guión y en la primera hoja venía un poema de Fayad Jamís. Aquello me impresionó mucho porque el poeta y pintor era amigo de mi familia de toda la vida.
”Sentí curiosidad por la historia de la película y le pedí que me diera un chance para leer el guión, para saber si podía hacerlo, si podía dedicarle tiempo, sustraerme de lo que estaba haciendo para interpretar el personaje de forma decorosa.
“Trabajar para cine es muy fuerte, intenso. Los llamados son muy temprano, tienes que estudiar y memorizar mucho, lograr química con el elenco y descansar para estar listo. Había mucho frío, bajo cero al aire libre. Tenía que ser orgánico para ajustarme a las exigencias del libreto y del director. Tuve que repetir muchas escenas, caminar manteniendo un diálogo, y pasar por el mismo lugar y repetir el mismo gesto y la misma frase, con la misma intención. Es una experiencia única.
”La gente me ha felicitado, me elogian el atrevimiento. Sin embargo, yo siempre digo que lo más difícil no es el público cubano porque siempre ha sido muy generoso conmigo, he sido un consentido todo el tiempo en mi país. Lo que sucede es que no hice esta película solo para Cuba, sino para otros públicos que quizás no me conocen y me juzgarán solo por mi interpretación actoral sin ser actor. Por eso traté de exigirme siempre un poco más.
—Durante el proceso de filmación estabas trabajando al mismo tiempo en tu disco Abre que voy.
—Sí, en el proceso de mezcla. El único tiempo que podía dedicarle al disco era de madrugada. Vía Internet me enviaban la muestra y yo valoraba. Me agarraba casi el amanecer escuchando, mandaba la referencia: baja el bajo, sube las trompetas… Fue un disco hecho a distancia y, al mismo tiempo, estudiando el guión de la película. Apenas descansaba. Ya sabes, mucho maquillaje, hielo, pepino para disimular las ojeras y el cansancio en los ojos.
—El próximo 2 de agosto comenzará a trasmitirse por Cubavisión el programa Sonando en Cuba, cuya producción musical está a tu cargo…
—Se me ocurrió este programa hace poco más de un año. Presenté el guión del proyecto en el Ministerio de Cultura y en RTV Comercial y fue aceptado rápidamente. Mi idea era abrir una convocatoria al talento no necesariamente profesional, al del pueblo, a personas que tuvieran la vocación y el deseo de interpretar temas de salsa.
“Con Sonando en Cuba queremos realzar el valor de la obra de muchos autores importantes del boom de la salsa de los 90 como Adalberto Álvarez, José Luis Cortés, Cándido Fabré y muchos más. Son tantos que aspiro a una segunda parte del programa, y son ellos los padrinos de los concursantes.
”Hacía falta un programa de participación de este tema y la experiencia fue espectacular. Rudy Mora hizo el guión para la televisión y la gente verá cosas bellas, se toca la sensibilidad de muchas personas. Escogimos a los concursantes, fuimos a los barrios, a los lugares de nuestras celebridades. Es un programa que, pienso, pondrá de pie al país con temas musicales que fueron un éxito y que permitirán abrirle el camino a quienes puedan defenderlos.
”Mi trabajo fue difícil…Versionar los temas, mantener la calidad, diseñar cada canción para cada participante, prepararlos…
”Habrá un feliz desenlace, será un paso muy importante en la vida de los que se atrevieron. En mi vida hubo un stand by en mi carrera artística porque le dediqué mucho tiempo a la producción musical del programa y ahora me concentro de lleno en el nuevo disco, por eso Paulo FG y su Élite están alejados de los escenarios públicos.
—¿Otras cosas?
—Otras cosas es el título del nuevo fonograma. Ya algunos temas podrán radiarse. Hay sorpresas, muchas fusiones rítmicas, combinamos la salsa con otras sonoridades. Trabajamos el texto, la parte tímbrica…; no quiero contar mucho, quiero que la gente lo escuche y se sorprenda. Trae de todo un poco, pero la mejor manera de entenderlo será disfrutándolo. Estoy dedicando los días a terminarlo y a un clip que le hará Roly Peña al tema “De amores”, que ha gustado mucho, junto a Luis Enrique. Estoy seguro de que a Cuba le gustará porque, como te dije, a mí me quieren mucho aquí.
—Todos tus éxitos, ¿por quién y a quién?
—Mi madre. Ella es la fuente de mis inspiraciones, de todo lo que acontece en mi vida artística. Todo lo que he logrado se lo debo a ella, y no hay un día en el que no la piense para enfrentar todo lo que el destino me pone delante.
“Quiero salvar su obra, desconocida para muchos. Mi mamá escribía poesía, publicó su primer libro a los 17 años y ganó el premio UNEAC. Luego se dedicó a criarnos a nosotros cinco y perdió ese espacio maravilloso de la creación literaria. Entre 1996, 1997 la incité para que publicara algunas cosas y sacó Tu huella. Ahora recopilo toda su poesía para hacerle un nuevo libro Carigal: voz y luz de poesía.
”Yo quiero hacerle ese homenaje, es un regalo para mí y para todos los que la conocieron. No soy un especialista en este terreno pero las críticas al trabajo literario de mi madre siempre han sido positivas, así que se lo merece, por ser la artista más grande de toda mi familia”.
Siguaraya
21/7/15 9:12
Paulo, te admiramos mucho!!, muy buena actuación, para no ser actor hiciste buen papel, eres mi consentido, bailamos y nos divertimos mucho contigo en el Parque Lenin el sabado 18, para mi sigues siendo el SOFOCADOR DE LA SALSA!!, te deseo salud y suerte, y que estes muchos años entre nosotros para que nos sigas dando tu excelente interpretación que nos hace muy feliz cuando la disfrutamos, Gracias por darnos lo mejor de ti.
Felina M.
20/7/15 13:15
A Paulito FG lo admiro mucho, es de mis músicos y cantantes preferidos pero, como actuar es algo bien diícil, como el mismo plantea, me gusta mucho más como músico y cantante. De todas formas no estuvo mal.
Felina M.
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