Pacho Alonso: un artista de pueblo

Nacido en la cuna del bolero y el son, Pascacio Alonso Fajardo, nuestro gran Pacho Alonso, fue un santiaguero de pura cepa que poseía un estilo propio a la hora de interpretar esos géneros musicales.

Pacho Alonso constituye una de las leyendas de la música cubana. Fue el creador —junto al compositor Enrique Bonne— del pilón, un ritmo que forma parte del patrimonio sonoro de la nación. Además se destacó como director de orquesta y de varias agrupaciones musicales.

“Mis primeras vivencias son de cuando tenía cuatro años y vinimos para La Habana”, recuerda su hijo Pachito Alonso, director de los Kini Kini. “Él todavía no era reconocido, pero gracias a un señor llamado Bebo Valdés —su productor y la persona que se lo presentó a los dueños de la emisora Radio Progreso— logró tocar la cúspide de la fama y la popularidad”.

En aquella época Fernando Álvarez, Benny Moré y Pacho Alonso, cantantes de la orquesta de Mariano Mercerón, eran muy admirados y queridos por el pueblo por ser artistas muy campechanos.

Una anécdota que conocimos a través de su hijo Pachito es que en los tiempos de estudiante de Pascacio, en la Escuela Normal de Santiago de Cuba, quien lo acompañaba al piano era Frank País, durante las fiestas escolares, y de ahí nació, en tiempo de bolero, una versión del tango Niebla del Riachuelo.

“Mi padre pertenecía al Movimiento 26 de Julio, a la célula de Frank País, y eso lo comprometió a defender la causa de la Revolución”, señala.

—A su juicio, ¿cuál es la significación del ritmo pilón para la música popular cubana?

—El pilón nació en un contexto global invadido por la música de Los Beatles y The Rolling Stones. Hasta los estudios de la radio cubana llegaba el Comandante en Jefe, Fidel Castro, a apoyar la creación de ritmos autóctonos. El pilón empezó a promoverse dentro de la Universidad de La Habana. Allí daba sus conciertos Pacho para la juventud, que es un motor de cambio muy importante dentro de una sociedad.

“Cuando yo empecé a trabajar en los Carnavales, las carrozas, con orquesta de primer nivel, se movían por todo el país y los centros de trabajo tenían sus propias carrozas. Mi papá representaba a las de la Industria Ligera y de la Construcción.

”Desde que él se subía a la carroza todo era un show. Salíamos del Hotel Nacional, llegábamos al Paseo del Prado y después doblábamos en el Capitolio, con una mar de pueblo atrás. En Santiago de Cuba también era un gran acontecimiento su paso por la carretera del Morro, las calles Santa Ursula, Martí y San Pedro”.

—¿Cómo mantiene vivo Pachito el legado de su padre?

—En mis visitas a China y Malasia muchas personas me han traído discos con la música de mi padre para que se los firme. Una vez me encontraba en un programa de televisión de Puerto Rico y tenía sentado a mi lado a unos de los percusionistas más importantes de la orquesta Fania All-Stars, Roberto Roena, y cuando mencionaron el nombre de mi papá me abrazó y dijo: 'Pero si tú eres mi primo'. Cuando salimos del programa nos esperaba muchísima gente con discos de mi papá porque para ellos Pacho es puertorriqueño.

“Mi abuela era de Puerto Rico y en la década del 30 —a raíz de un terremoto en Santiago de Cuba— se fue con sus ocho hijos para la isla hermana. Allí estudiaron el nivel elemental de educación. Mis tíos Sixto y Luis cantaban mucho mejor, pero el pegó en el gusto popular porque tenía un estilo propio.

”Somos fieles a su legado, que ha trascendido a través de la historia, pero nos adaptamos a los nuevos tiempos que son momentos muy difíciles para la difusión de la música popular cubana. Por suerte, hay un pueblo que exige calidad. Como decía Rafael Lay: 'La música no es ni vieja, ni joven. La música es una sola'.

”Pocas emisoras de radio se encargan de transmitir diferentes géneros y estilos porque las producciones musicales están en manos de directores sin experiencia. No existe una política cultural, como cuando funcionaba la Dirección de Música del Instituto Cubano de Radio y Televisión que trabajaba de manera conjunta con esa dirección del Consejo Nacional de Cultura. De ahí salieron la Orquesta de Música Moderna, el grupo Irakere, la orquesta los Van Van, entre otros”.

—También la familia de Pachito ha seguido el camino de la música

—Mis hijos, Christian y Rey, hoy tienen su grupo musical. Yolena, con su Compañía Danzaria Yoldance, creó el gran espectáculo Viva Cuba —un musical histórico donde se muestran todas las etapas desde la llegada de los españoles a Cuba hasta la actualidad— que se ha presentado con mucho éxito en la Filarmónica de Münich, en París y en España.

—¿Qué proyectos tiene ahora Pachito Alonso?

—En el mes de octubre vamos a participar en el Festival Internacional de Cancún (México), donde somos miembros del Comité Organizador. Estamos presentes en los Carnavales de la región oriental y tambien tendremos nuestra gira habitual, entre el mes de noviembre y enero, por el oeste de los Estados Unidos.