viernes, 27 de septiembre de 2024

Nuevas tomas para la Cinemateca de Cuba

Breve diálogo con Luciano Castillo, director de una entidad cultural que es gestora incansable y promotora de lo mejor del séptimo arte en todo el país...

Yeneily García García en Exclusivo 15/05/2014
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Cinemateca de Cuba
El objetivo fundamental de una Cinemateca es la preservación del patrimonio fílmico.

Cuando soñaba y respiraba cine hace más de tres décadas allá en su natal Camagüey, Luciano Castillo quizá nunca imaginó que estaría algún día ofreciendo una entrevista sobre las nuevas perspectivas de la Cinemateca de Cuba, esa gestora incansable y promotora de lo mejor del séptimo arte en todo el país, ahora bajo su dirección.

Cubahora conversó brevemente con él en su oficina del primer piso en la sede habanera del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), y por ahora dejamos para después las preguntas personales y nos centramos en la institución, su historia y el recorrido que le queda por hacer.

La Cinemateca, orgulloso miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) y de la Unión de Cinematecas de América Latina (UCAL), ha contribuido a la formación de varias generaciones de cubanos que han educado su sensibilidad y elevado su cultura cinematográfica según la cartelera del Chaplin, o a través de las cintas (y ahora DVDs) que viajan por toda Cuba.

Aunque quizá sea esta la más visible de sus empresas, la promoción del buen cine no sería posible sin una labor paciente y muchas veces anónima de localización, adquisición, conservación, restauración y catalogación de filmes de interés artístico, técnico, social,  histórico, político o cultural en general, unido a su documentación, relativa a toda la historia y desarrollo del cine nacional y mundial.

Al pedirle a Castillo que nos definiera su razón de ser, explicó que la Cinemateca de Cuba es una institución cultural creada por el ICAIC el 6 de febrero de 1960, con el objetivo de preservar el patrimonio fílmico nacional, no sólo en cuanto a las copias, sino a todo lo que rodea a una producción fílmica: fotografía, guión, recortes de prensa, entre otros; catalogar todo y ponerlo al servicio de la producción nacional, de los investigadores y de los estudiantes en general que realizan tesis sobre cine, por ejemplo.

“El objetivo fundamental de una Cinemateca es la preservación del patrimonio fílmico, pero no solamente preservarlo, como en algunos momentos hubo una serie de Cinematecas y tendencias que en su momento defendieron esta misión; sino difundirlo, airear esas copias y ponerlas al servicio de las nuevas generaciones de espectadores, esa es el propósito de una Cinemateca como la nuestra.

"Durante una buena cantidad de tiempo, por no decir por 54 años, su labor fundamental ha sido en relación con la producción del ICAIC, lo que yo en lo personal considero que es una limitación, por cuanto el patrimonio fílmico nacional abarca la producción de los Estudios Cinematográficos del Ministerio de las Fuerzas Armadas, del Instituto Cubano de Radio y Televisión, los del Cinematografía Educativa o CINED, la productora Octavio Cortázar, por solo citar unas; y a medida que vayan surgiendo nuevas productoras, lo ideal es que siempre haya un depósito de la obra, digamos para garantizar que se conserve ese quehacer que también es cubano.

"Esto dentro de la propuestas que se están analizando por un grupo de cineastas para modificar determinadas cuestiones dentro del ICAIC y la posible promulgación de una Ley de Cine. También sería retomar los principios fundacionales de la Cinemateca de Cuba, que no es necesariamente la Cinemateca del ICAIC.

"Hay una dicotomía, y en eso estamos, vivimos una época de reorganización. Disponíamos de una bóveda propia con una colección muy rica con cine latinoamericano, clásicos, y grandes películas, muchas de ellas depositadas por los propios cineastas y un segmento de ese patrimonio se perdió como parte de las secuelas del Período Especial y de la falta de climatización. Existe la posibilidad de que el Archivo Fílmico, que es la dependencia que se ocupa sólo de la producción nacional, retorne a la Cinemateca y constituya el fondo principal de la institución”.

—La Cinemateca no se mantiene sólo en La Habana, aunque aquí tiene su sede principal, el Cine Chaplin, sino que también se pueden ver ciclos y piezas atesoradas en sus fondos en todas las provincias del país.

—Desde los años sesenta y pico existen representaciones en provincia, y algunas ciudades de significación especial como Moa o territorios como la Isla de la Juventud. Entonces eran copias en 35 mm, ya con las ventajas del DVD, la Cinemateca se mantiene en las principales capitales de provincia en ese formato, y el objetivo nuestro ahora es promover aún más esa programación.

—Programación muy rica y que además realzan con ciclos importantes dedicados a cineastas de todas partes del mundo. ¿Cuán difícil de mantener es esto? ¿Cómo lo hacen para todos los meses ofrecer una oferta de tanta calidad y variedad?

—Es muy difícil mantener todas las actividades, hay mucha colaboración con la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, que tiene una enorme colección; también tenemos una relación estrecha con las embajadas y coleccionistas privados, con el fin de concebir esta programación muy equilibrada, por género, nacionalidad, tendencia…

“Hemos introducido con carácter fijo dos espacios: uno todos los martes, Ojeada al Cine Cubano, donde se va a hacer un panorama de todo el cine nacional, muy importante porque siempre hay que pensar en las nuevas generaciones de espectadores; y los miércoles, Tesoros de la Cinemateca, un recorrido por la historia del cine, que es algo que se hacía en los años 60 y que se perdió, aunque no se han dejado de poner clásicos en las funciones”.

—Existe no obstante muy pocos espacios en la televisión donde se exhiban estos filmes clásicos, o incluso nacionales, ¿piensa la Cinemateca estrechar sus relaciones con la tv y contribuir con un espacio donde se oriente al espectador?

—La Cinemateca fue de las pocas en el mundo que tuvo su propio programa de televisión, se llamaba Cinemateca en TV, que se perdió en alrededor de los años 90.

“Me he propuesto en esta fase reorganizativa recuperar ese espacio, inicialmente vamos a tratar con el Canal Habana, pero el objetivo es que se inserte en la TV Nacional, porque pienso que un programa como Historia del Cine no es suficiente para recuperar ese elevadísimo nivel cualitativo que tuvo la población, y que se ha perdido un poco a veces por exceso de comercial en la TV. Hace falta este tipo de cine didáctico informativo, y ese  es el vacío que pretendemos llenar”.

Luciano Castillo (Foto: Blog Entretinajones)


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Yeneily García García

Lectora voraz y artista frustrada, enamorada desde siempre del periodismo de Agencia y ejerciéndolo con plenas facultades desde 2008.


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