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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Los caminos de la música clásica en Matanzas (I) (+Fotos)

La Sinfónica de Matanzas luego de casi 69 años de fundada...

Jessica Mesa Duarte en Exclusivo 07/12/2019
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Caminos-música clásica-Matanzas
Grandes músicos de la escena nacional han actuado junto a la Orquesta Sinfónica de Matanzas. (Jessica Mesa Duarte / Cubahora)

Silencio en la sala. Luces tenues. Entran los músicos. El público aplaude y el director ocupa su sitio. Comienza a tocar la orquesta.... Pero no es tan sencillo, mucho ha tenido que pasar para que la Sinfónica de Matanzas siga viva luego de casi 69 años…

En Matanzas existen disímiles formaciones musicales que, de acuerdo a sus características, trascienden los límites geográficos y temporales. Entre ellas, la Orquesta Sinfónica, entre las más antiguas de su tipo en el país, reúne una tradición que hace honor a la vasta historia cultural de la Atenas de Cuba.

“El trabajo de la orquesta es muy importante para el desarrollo cultural de nuestra provincia porque es la agrupación que constituye la institución más grande, abarcadora y completa de música de concierto que existe en el territorio”, señaló Ileana Moliner, quien se desempeñó como directora general de la Sinfónica de Matanzas durante varias décadas.

Fundada en 1950 como orquesta de cámara, gracias a la labor de la Asociación Amigos de la Cultura Cubana, no es hasta 1962 que se oficializa como orquesta sinfónica. Nada fuera hoy esta agrupación, incluso con sus limitaciones, si no se apoyara en su génesis, en lo que la llevó a ubicarse, hacia la década de los años 80 y 90 del siglo XX, entre las más prestigiosas del país.

A su fundación están unidas dos figuras imprescindibles, los directores Mario Argenter Sierra y Reynold Álvarez Otero. “La orquesta tiene sus orígenes en el siglo pasado. Personalmente, yo me aferré siempre a la importancia de que los jóvenes conozcan quiénes fueron los fundadores de este sueño del que hoy forman parte porque todos fueron excelentes músicos.

“Ellos hicieron mucho para crear una orquesta de cámara, que fue la célula fundamental de lo que disfrutamos hoy, y los jóvenes tienen que conocerlos para saber por qué ellos están aquí y cómo sentaron las bases que les permiten ahora estar en la Orquesta Sinfónica de Matanzas”.

La estructura de una orquesta sinfónica precisa de variadas familias de instrumentos de (viento madera, viento metal, percusión y cuerda), lo que le permite incursionar en casi cualquier estilo o género musical. “En el caso de la sinfónica matancera, su repertorio agrupa lo más selecto de la música clásica —especificó la profesora—. El repertorio le permite a la orquesta un gran desarrollo técnico profesional. Agrupa piezas de grandes compositores como Beethoven, Mozart, románticos como Tchaikovski y Prokófiev”.

“También incluye a otros maestros cuyas obras brindan la base técnica profesional del desarrollo de este tipo de formación, aún más en estos momentos cuando la orquesta matancera se nutre en su mayoría de los jóvenes egresados de nuestro sistema de enseñanza artística”.

Con una preparación sistemática, trabajar en la Orquesta Sinfónica de Matanzas exige a sus integrantes una alta dosis de sacrificio, en tanto cada quincena asumen la interpretación de nuevas composiciones en sus conciertos habituales.

Si bien es cierto que la llamada música culta no es un género masivo, la institución pretende potenciar la presencia de los públicos en los conciertos.

“El público ya se ha habituado a nuestras presentaciones los sábados desde las 3:00 de la tarde. No somos una agrupación con la que la gente venga a divertirse, sino a tener un disfrute espiritual, y ya existen personas que asiste de manera sistemática a nuestra sede. A veces es muy triste porque no todo el mundo sabe que existimos. La situación se complejiza, los muchachos se desaniman”.


La maestra Daiana García dirige la Orquesta Sinfónica de Matanzas. (Jessica Mesa/Cubahora).

Durante estos años se ha mantenido como prioridad el intercambio con directores y solistas cubanos y extranjeros. Algunos de ellos también le deben mucho a esta institución cultural, entre ellos la directora de orquesta Daiana García, al frente de la Orquesta de Cámara de La Habana actualmente:

“Después de doce años volvía dirigir la Orquesta Sinfónica de Matanzas y me pareció estupendo porque ocupa un lugar especial para mí porque fue con la que me gradué de Dirección de Orquesta en el Instituto Superior de Arte en el año 2003. Realmente fue emocionante y grata la sorpresa de este reencuentro”.


Enrique Pérez Mesa disfruta de su reencuentro con la Orquesta Sinfónica de Matanzas. (Jessica Mesa/Cubahora).

Para el maestro Enrique Pérez Mesa, matancero por nacimiento y vocación, su preparación dentro de la Orquesta Sinfónica de Matanzas fue decisiva. “La gente joven siempre imprime gran energía en cada proyecto en el que se involucra. Son muchachos con muchos deseos de tocar. Muchos de estos jóvenes son hijos de quienes me acompañaron alguna vez sobre el escenario.

”Esta es una orquesta a la cual yo quiero muchísimo. Toda mi formación fue en ella. Aquí me hice violinista, director de orquesta, aprendí a respetar la música. La distingo por la calidad humana y siempre será un privilegio regresar a ella”.

Liuba María Hevia también reconoce en la sinfónica matancera una formación joven que se ve, se aprecia y se siente grande. “La orquesta está en un momento hermoso, llena de jóvenes y luces, de gente con ganas de hacer, con una salud tremenda. Me encantó todo. Fue un premio”.

José Antonio Méndez Padrón se siente orgulloso de regresar a la que siente su orquesta. El brillo de sus ojos y la manera suave con que pronuncia las palabras delatan los fuertes lazos que lo unen a esta formación.


La Orquesta Sinfónica de Matanzas ensaya junto al maestro José Antonio Méndez Padrón. (Jessica Mesa/Cubahora).

“Ver a los músicos que fueron mis profesores cuando estudiante tocando aún en la orquesta, ahora bajo mi dirección, y a tantos muchachos nuevos, me alienta a pensar que, como es la tradición en Matanzas, se mantendrá una buena generación de músicos y la orquesta seguirá viviendo. Me siento súper contento de poder contribuir un poco con el desarrollo de la orquesta”.

Y Rodrigo García, un joven que se inicia con pasos agigantados en el mundo de la pianística, reconoce como “un honor y una alegría compartir con una institución que tiene tanta historia”.

De extraordinaria importancia es también su labor como formadora de los nuevos músicos. “El trabajo de la orquesta se mantiene estrechamente vinculado con la Escuela Vocacional de Arte Alfonso Pérez Isaac y la Escuela de Nivel Medio de Música para que los estudiantes se incorporen de manera más sistemática a nuestros conciertos”.

Cuando están próximos a celebrarse los 69 años de su creación, el panorama de la Orquesta Sinfónica de Matanzas dista mucho de las realidades de los tiempos primigenios. En el contexto actual, mediado por la no siempre bien aplicada política cultural en cuanto a la difusión de lo mejor de la cultura cubana, se le resta espacios en la programación. A eso se le suma el éxodo de músicos egresados hacia el sector turístico, en busca de mejor remuneración.  

Pero no son estas las únicas problemáticas que afectan el desarrollo de la Orquesta Sinfónica de Matanzas, las complejidades que impone la actualidad precisan de músicos a la altura de los tiempos, más que con fervientes pasiones y alegres remembranzas.


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Jessica Mesa Duarte

Periodista y escritora de guiones radiales.


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