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miércoles, 30 de octubre de 2024

Lo mejor del paquete

¿Ha aparecido una competencia para el paquete?

Giselle Morales Rodríguez en The Guardian 06/03/2015
15 comentarios

Basta con plantarse frente a la universidad, la facultad de Ciencias Médicas o en el parque Serafín Sánchez y encañonar a cualquier joven con dos preguntas. Una: ¿sabes qué es el paquete? Todos asienten, invariablemente. Y dos: ¿sabes qué es Mi mochila? Miradas que se cruzan, hombros que se encogen y la respuesta ocurrente de algún alumno de preuniversitario: “Bueno, será el jolongo que usted se echa a la espalda”.

Pero no, no se trata de un modelo específico de jaba, sino de un producto cultural en formato digital confeccionado y distribuido por los Joven Club de Computación y Electrónica (JCCE) con el concurso de diversos organismos y entidades estatales que, según el documento descriptivo al que tuvo acceso la prensa, tiene como finalidad propiciar el entretenimiento de las personas de todas las edades, con la prioridad puesta en los jóvenes.

Cine, deportes, humor, música, videojuegos, telenovelas y aplicaciones informáticas figuran entre los materiales que se incluyen en Mi mochila, les explico, a lo que casi todos responden: “Ah, hubiera empezado por ahí; ese es el paquete cubano”.

Imposible no hacer la analogía. Si a los contenidos le sumamos el modo de distribución, con una casa matriz en La Habana que envía el compendio hacia todas las provincias en una frecuencia ya estudiada y definida, no resulta difícil asociar el paquete con Mi mochila; un clic carpeta adentro, sin embargo, revela diferencias sustanciales entre una y otra iniciativa.

Ante todo, hay que asumirlo sin complejos: el paquete de la semana es un invento genial. No lo digo yo, que apenas he copiado algunos gigabytes; lo dicen los expertos, enrolados desde hace años en lo que pareciera una cruzada contra el paquete, pero que a la postre persigue contrarrestar las matrices seudoartísticas infiltradas en esa suerte de colección audiovisual y, en su defecto, promover lo que el propio Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, ha calificado en las más disímiles tribunas como una plataforma emancipadora.

El principio democratizador de acceso al conocimiento resulta, sin dudas, lo más loable del paquete: la posibilidad de que la gente disfrute, en la intimidad de su casa, de productos comunicativos que van, desde telenovelas clásicas como Sol de batey y la brasileña Doña Bella —es increíble cómo la nostalgia vende—, hasta enlatados de pésimo gusto y alta dosis de vulgaridad al más burdo estilo de Caso cerrado y 12 corazones. Ahí radica el pollo del arroz con pollo, en el consumo acrítico de semejantes bodrios, en el grado de enajenación que inoculan: el mundo acabándose en Ucrania y uno creyéndole el cuento a la doctora Ana María Polo.

Justamente la arista banal del paquete, las carpetas y más carpetas que aletargan e inmovilizan, han venido a sacudir el avispero de la polémica en torno al consumo cultural en la Cuba de hoy: ¿qué ven nuestros jóvenes? ¿Se intoxican cuando se exponen a materiales lúdicos y espectaculares? ¿Qué sucede con la televisión nacional y los circuitos institucionales para que una alternativa como esa logre calar tan hondo en un segmento para nada desdeñable de nuestra sociedad?

Espirituanos encuestados aseguran que no todo es chatarra en el paquete. Clásicos de la filmografía cubana y universal, documentales que pudieran transmitirse mañana en Pasaje a lo desconocido, series antológicas como En silencio ha tenido que ser y la más cercana en el tiempo Tras la huella también se incluyen en el singular “todo en uno” que, al decir de distribuidores y clientes habituales, ronda los 900 gigabytes de información.

De ahí que, al menos esta vez, no se haya optado por botar el sofá: ya superados los tiempos de la prohibición estéril, los JCCE asumieron la concepción de un producto que aprovecha lo más enriquecedor del paquete, lo despoja de la carga alienante y le inserta materiales de la incipiente industria cultural cubana. Como Lo mejor de Telesur, en este caso, Lo mejor del paquete.

A finales del 2014, cuando la idea aún gateaba en los Joven Club de La Habana, Raúl Van Troi Navarro Martínez, director general de la institución, declaró a la prensa: “Mi mochila se encuentra actualmente en etapa de desarrollo y prueba (…). Lo estamos elaborando de conjunto con el Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de Radio y Televisión, entre otras entidades. (…) Aún no tenemos el producto cultural con todos los requerimientos previstos, ni existen todas las condiciones creadas para su generalización en el resto del país”.

Al parecer la iniciativa consiguió rebasar la prueba de fuego y ya se oferta desde diciembre en dos Joven Club de Sancti Spíritus: el de Olivos II y el de Colón, ambos en la capital provincial. No obstante, hace apenas unos días fue que los especialistas obtuvieron el visto bueno de “arriba” para dar información al respecto, un freno a todas luces contraproducente si lo que se pretendía era probar la aceptación de Mi mochila y su poder de convocatoria.

Sin más estrategia de promoción que los anuncios en las puertas de los locales y la labor divulgativa de los trabajadores con los usuarios y en la comunidad, en casi tres meses tuvieron acceso a los materiales de Mi mochila alrededor de 140 espirituanos, cifra que ilustra a las claras uno de los principios elementales del marketing: mercancía que no se exhibe, no se vende. En este caso: mercancía  que no se exhibe, no se distribuye gratuitamente.

Y ahí radica sin dudas una de las ventajas de Mi mochila sobre el famoso paquete, en que se puede acceder a unos 300 o 500 gigabytes de información sin pagar un centavo.

Por ahora, acotan algunos y hasta el mismísimo director general de los JCCE, quien en declaraciones al diario Juventud Rebelde puso el parche antes de que cayera la gotera: “Se oferta, por el momento, de manera gratuita”; un “por el momento” que impide perder de vista la actual política de cobros de algunos servicios en que se encuentra enrolado el sistema de los Joven Club.

Los precios serían, eso sí (y aquí abro el paréntesis de las especulaciones), más asequibles que las tarifas vigentes en el mercado informal del paquete, única estrategia aconsejable en el actual y solapado pulseo del Estado por reconquistar las audiencias.

Con ese propósito habría que limar también otras asperezas, como la precariedad de recursos técnicos y de infraestructura que todavía impide, en primer lugar, extender Mi mochila hasta el resto de los Joven Club de la provincia y, en segundo, que los mensajeros salgan con ella bajo el brazo hasta cada hogar que lo solicite.

En la pertinencia de estructurar un mecanismo de distribución efectivo coinciden Raida González y Joel Bauta, especialistas principales de los JCCE de Olivos II y Colón, respectivamente, quienes han identificado incluso una vía para garantizar el servicio: mediante la llamada asistencia informática, o sea, un instructor que va hasta las casas o las empresas a asesorar y solucionar una amplia gama de problemas y que perfectamente podría cargar con Mi mochila hasta esos destinos.

“Podría, pero en este instante no contamos con discos duros con capacidad suficiente para ello —asevera Joel Bauta—, por tanto, la única manera de acceder al compendio es venir hasta el Joven Club y llevarse la información que quieran. El mensajero es una utopía”.

Según ambos especialistas, las carpetas más copiadas de Mi mochila validan las tendencias del consumo cultural que suelen manejarse en corrillos académicos y tertulias de esquina: cine, series, música, humor, infantiles y, en menor grado, aplicaciones informáticas.

Los materiales educativos no figuran, ni por asomo, entre lo más demandado, una realidad que duele si se tiene en cuenta el esfuerzo de las instituciones involucradas por gestionar enciclopedias digitales, colecciones de literatura cubana y universal, documentales de elevado vuelo formal y estético…

Una realidad que duele más si se analiza en blanco y negro: no porque semejantes materiales se cuelen en Mi mochila, ello implica que sean consultados luego. Faltaría lo que, en principio, no puede garantizar ninguna clase de paquete: la capacidad de discernir, de consumir críticamente.

En el fondo, muy en el fondo, solo el acceso democrático al conocimiento —a todo, no a la parte de él que nos parezca menos censurable— puede apaciguar la avidez de información, análisis, evasión y hasta de entretenimiento de un público bastante hastiado —digámoslo sin tapujos— de que le digan qué consumir, por cuáles vías y con qué frecuencia.


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Giselle Morales Rodríguez

Se han publicado 15 comentarios


Julio César
 24/11/16 21:39

amigos aqui: http://paketeros.cubava.cu/  hay una herramienta que les servira de ayuda a las personas que se dedican al negocio del paquete

roger.pena
 23/3/16 18:23

Para los mochileros y paqueteros actualicense

“Aquetecopies 2016” es un software desarrollado por la casa P (Familia con hijos Peña Pérez) con el objetivo de aumentar la eficiencia y eficacia de las copias en paralelo que hoy en día se realizan en la mayoría de los barrios de Cuba. Debe su nombre a su funcionalidad (El usuario se copia lo que quiere).

Antes de “Aquetecopies 2016” en nuestra localidad esta actividad se realizaba usando los softwares “SuperCopy” y “ExtremeCopy” este último permite hacer copias en paralelo ósea desde un disco a varios con la limitante de que todas las copias se ejecutan a la velocidad del disco más lento y no se puede agregar ni quitar información durante el proceso.

En cambio, “Aquetecopies 2016” permite las copias en paralelo cada disco a su propia velocidad, por ejemplo:

Si tenemos un paquete de información audiovisual en un disco interno de un terabyte y lo queremos copiar al mismo tiempo hacia varios discos internos y externos con “Aquetecopies 2016” usted puede realizar esta tarea y los discos internos que copian a una velocidad de entre 160-220 megabytes/seg. terminaran en aproximadamente una hora y media y los externos por lo general más lentos pueden terminar una o dos horas después dependiendo de su propia velocidad.

“Aquetecopies 2016” además permite que usted conecte o agregue discos al proceso de copia en cualquier momento los cuales se sincronizaran automáticamente, también puede quitar discos o reconectarlos sin detener o interferir en el rendimiento del resto de los discos que están copiando.

Tampoco es necesario que usted copie exactamente los mismos contenidos a todos los discos. Usted puede escoger del paquete audiovisual lo que quiere copiarle independiente a cada disco y “Aquetecopies 2016” sincronizará los procesos para que todos copien con la mejor eficiencia posible. Durante el proceso de copia usted puede agregar o quitar archivos y carpetas de la lista de copia a cualquiera de los discos destinos.

Es posible controlar todo el proceso de copias de forma remota mediante una página web que “Aquetecopies 2016” provee por el puerto 80 u otro puerto que usted configure. Permitiendo incluso que cada dueño de disco copie o elimine en su disco los contenidos que usted le permita.

“Aquetecopies 2016” fue desarrollado para que ocupe menos de un megabyte de información facilitando su distribución mediante el correo electrónico. Es totalmente portable no necesita de ninguna otra aplicación o driver. Se recomienda usar sistema operativo Windows de 64bits y al menos 8 gigas de RAM (a mayor RAM mayor eficiencia copiando archivos grandes), para los usuarios que no puedan cumplir con estos requisitos pueden solicitar a la Casa P una versión de 32bits y 4 gigas de RAM.ó 64bits y 4Gigas de RAM.

 

Pasos para probar el software que usted reciba por correo electrónico desde la casa P (roger.pena@ltu.jovenclub.cu y roger.pena@nauta.cu ).

·         Des compactar el archivo adjunto usando contraseña “123456” y renombrarlo a “Aquetecopies.exe”, escanear en busca de virus (opcional). Ejecutar el “Aquetecopies.exe” (no requiere instalación).

·         En la ventana principal aparece una lista de todos los dispositivos (discos) conectados. En la cual usted debe Seleccionar los destinos (todos los discos hacia dónde quieres copiar) usando el mouse o el teclado, todo clásico.

·         Arrastrar desde el explorador de Windows u otro software compatible el origen (La carpeta o los archivos que desea copiar) y soltar encima de la lista de destinos seleccionada.

·         Esperar mientras el software crea la lista de copia y compruebe si hay archivos que ya están copiados en los destinos. Cuando la barra de progreso llegue al final todos los destinos deben empezar a copiar, cada uno a su propia velocidad (Que yo conozca este es el único software que ejecuta esta tarea de forma independiente).

·         Explorar otras opciones durante la copia (priorizar, cancelar una copia, actualizar la lista de dispositivos conectados, agregar o quitar, etc, etc).

·

·         Para los que tienen experiencia en el oficio, no es necesario conectar todos los discos al mismo tiempo el que llego tarde le arrastramos el contenido y se sincroniza automáticamente a los que ya empezaron, cuando está activo el + agregas a las listas y cuando está activo el - quitas de las listas.

El servidor web interno se activa cuando agregamos archivos o carpetas a la lista de publicar en la web por defecto atiende el puerto 80 que es el clásico para todos los navegadores. Así que si tienes wifi en tu pc te puedes ir a la cama o al parque conectarte al pc desde el móvil. Abrir la

web y ver el progreso de las copias (En la Web hay opciones para iniciar copias etc, etc, etc). Estas opciones están diseñadas para que tus clientes escojan desde su móvil que quieren copiar o borrar en sus discos. La seguridad se garantiza por un sistema de llaves (Usuario y contraseña) para que ningún cliente pueda borrar o copiar en otros discos donde no tiene permiso.

Términos de Uso:

Hasta este minuto 23-3-2016 la casa P no tiene ningún interés en recibir dinero por el uso del software en cambio si necesitamos retroalimentación para mejorar el software y también si nos fuera necesario información audiovisual de entretenimiento. Si usted decide usar el software con regularidad deberá comunicarse con la casa P para recibir nuevas actualizaciones y darnos su opinión acerca del software. Al incumplir este requisito usted se arriesga a que en el futuro este software sea totalmente incompatible con la información que usted distribuye. La casa P está ubicada en calle 5 No. 118 en Yarey de Vázquez, Puerto Padre, Las tunas Cuba. Nos dedicamos al desarrollo de software como Jovi y a la agricultura como medio de subsistencia. Teléfono. 58345301. Atentamente Roger Peña Sicilia Máximo responsable de la Casa P

Pocoyo
 18/3/16 16:06

Viva el paquete!

cuando Repitevision ponga algo mejor que lo de la semana, entonces yo dejare un poco de lado esa programacion semanal, y estoy ddispuesto a pagar hasta 100 pesos por el, cogete tu la mochila, yo me quedo con el maletín, y de rueditas para que no me pese! despues saque turno con mi padre, pues es psiquiatra, para que pierda el miedo al cambio y a lo nuevo o para salirrse del taruma de la tv que le gusta!

lilo
 18/3/16 16:04

Señoraaaaaaaaaaa , no me diga que usted no ve el paquete, por que si no que ve , las noveals del año de cuando mi abuela era señorita, cuando me pongan en la televisión una programación mejor que la del paquete,  que lo dudo, entonces lo dejo de ver.  

la flaca
 18/3/16 16:00

Estimada periodista me gustaria que por un segundo reconsiderara todo lo que ha dicho, recuerde que la television  además de ser educativa deve ser recreativa y verdaderamente cree que la television cubana tenga algo de recreacion?,las novelas cubanas puedo contar con los dedos de mi mano las que tienen calidad y los muñequito9s mayormente lo que hacen es traumatizar a los niños en casa con el mayor respeto a los que enseñan de nuestra historia, verdaderamente lo uniko que vale la pena ver es Tras la Huella.Yo personalmente soy fan del paquete , que traen malas enseñanzas cada uno deve coger las enseñanzas que crean que son buenas.Mejor diga que tenemos que agradecerle al paquete que veamos relmente televission.

nicky
 18/3/16 15:45

El apquete es lo mejor que se ha inventado, que mochila ni ocho cuartos!

 

lisi
 18/3/16 15:40

no me diga señorita periodista, no joda, con qusted no ve nada del paquete, porfa si usted quiere repetir, repita usted, yo tengo 22 años y no quiero repetir nada de eso, ya yo vi casi la mayoria de lo que usted habla y relamente no deseo volverlo a ver, el paquete abre los horizontes de la tv para un pueblo que solo tiene 5 canales y la tv esta muy pobre, necesitamos nuevas propuestas y cada cual se lleba de lo que ve lo que le interese, y el que se crea que lo que ve en caso cerrado es verdad, es solo un show de tv para entretener y en 12 corazones por 50 pesos se dan besos, jajajaja pobre del que crea qeu son verdad, no critiques porfa que cada cual sea feliz con lo que le gusta, seguro tu no vez del  paquete jajaja

Choi
 18/3/16 15:28

Sin el paquete me suicido, no me imagino la vida sin el, antes ni tv veia, no me interesaba, desde que comenzó no le he perdido ni pies ni pisada, 50 pesos de mi sallario cada mes son para el, pues la verdad que como dicen arriba cada cual ve lo que le gusta, no se debe limitar, ahora cada cual debe saber sacar lo positivo y lo negativo de cada cosa, lo bueno aplicarlo y lo malo desecharlo, espero nunca lo quite, al que le moleste que lo ignore! vale?

Almir Mestre León
 28/3/16 15:30

Que gracia me causó tu comentario, ya que yo también destino 50 pesos de mi salario para el entretenimiento que me proporciona el paquete. Yo empecé a copiar archivos del paquete en febrero de 2013, y verdaderamente no sé cómo sobreviví sin él por tanto tiempo, creo que vivía debajo de una roca.

105
Carrodeguas
 25/9/15 8:38

Todo el periodismo cubano analiza "la mochila" y lo compara con "el paquete semanal", pero nadiee pone un enlace para descargar "la mochila" y la vía de distribución es poco popular y muy ambigua,...sin embargo el paquete semanal lo tiene todo el mundo de mano en mano,....¿quieren mejor diferencia? por favor divulguen la mochila,...yo quiero consumir el producto nacional y no el importado

Elio Antonio
 8/3/15 7:38

Hola:-)

No he visto La Mochila; pero creo que no es difícil de imaginar. Durante décadas los buenos comerciantes han vendido sus productos,utilizando --y a la vez estimulando-- el talento de quienes SABEN diseñar mensajes para las masas. Las masas, son la mayoría. La mayoría es acrítica porque su pensamiento es mi simple; con tan solo ser impactados por algo espectacular, es suficiente para cautivar sus cerebros. Un error en Cuba desde que tengo uso de razón, es pensar que todos tenemos tremendo nivel cultural, que somos una masa muy distinta a la de otros países subdesarrollados; que no somos permeables a lo espectacularmente banal. Entonces, dejamos a un lado lo esencial que debe ser la calidad de las imágenes para que nuestro cerebro, crea y disfrute en lo que está viendo. Por otro lado, la cultura de consumo para nada se desarrolla desde las escuelas. Por eso en Cuba las masas tienen un patrón de comportamiento similar a las del resto de los países; para quienes fueron hechas las novelas (culebrones), los Casos cerrados (y similares), los videos de chistes vulgares, los 12 Corazones, incluso, etc.

Hagamos productos de gran calidad visual –al nivel de los comerciales, los show televisivos-- para difundir nuestra ideología socialista, para repudiar la violencia y las más mínimas indisciplinas sociales, para denunciar lo mal hecho en el cumplimiento del objeto social de cada institución, para exhibir las manifestaciones del arte, para todo; y vamos a ver un interés mucho mayor por nuestra televisión, aun, con pocos canales.

Saludos;-)



carlosvaradero
 9/3/15 11:28

DE acuerdo con Elio Antonio, no todo el pùblico cubano asimila igual el producto televisivo, y tenemos personas que igual disfrutan de los culebrones de Televisa y programas como Caso Cerrado o Belleza Latina...tambien para ellos hay oportunidades y no es justo limitar por eso su consumo.

Cada quien a lo suyo, y el que le moleste la existencia del paquete, con no comprarlo tiene suficiente.

Siempre habrà algo interezante y sobre todo "entretenido" que encontrar en este.

saludos!!

111
carlosvaradero
 7/3/15 9:08

Tlaloc:

Usted dice que el paquete es poco conocido?...en què lugar de Cuba vive usted?

Acà donde yo vivo es tan habitual el paquete como lo es la mesa redonda todos los dias por cubavisòn.

Es màs... hay personas que ni siquiera tienen idea de lo que se transmite en la TV nacional, pero si preguntas por Primer Impacto te dan todos los detalles del programa y de la programaciòn de Telemundo y Univisiòn, què decirte de programas como Sabado Gigante o Belleza Latina..

Lo del consumo cultural ese es otro detalle, hay que analizarlo desde otro punto de vista.

Yo estoy a favor del paquete, creo que cuando la TV nacional produzca para satisfacer las necesidades del televidente, entonces cambiarè a los canales nacionales, aunque tambien veo los canales de acà, porquè no!!

Saludos!!

Tláloc
 6/3/15 12:03

El paquete es muy poco conocido en Cuba, porque; generalmente, los que tienen información del mismo, son quienes tienen computadora. Me parece que, con relación a la poblaación general es ínfimo su conocimiento. "Mi Mochila", obviamente, debe ser mucho menos concocido; yo, que soy profesor de Informática hace muchos años, me he enterado en este artículo.

Hay que difundir los productos. Ese es uno de nuestros problemas, la pobre difusión de determinadas cosas que hacemos, mientras que otras las difundimos hasta el cansancio.

 

jose antonio
 6/3/15 11:14

Soy consumidor habitual del famoso paquete y muy selectivo en lo que escojo disfrutar, pero lamentablemente los patrones de consumo cultural hoy existentes en nuestra sociedad en muchos casos, más de los que quisiéramos, tienden al consumo de lo peor del paquete, incluso entre personas de elevadisimo nivel de instrucción. No tengo criterios sobre Mi Mochila pues no he accedido a ella, pero para socializar su contenido hay que sacarla a la calle, no en los Joven Club a donde pocos irán a buscarlo.Tratar de que circule informalmente debe ser más prioritario que su cobro. Colocarlo gratis en los servidores de las escuelas y entidades con redes informáticas, donde todo el que quiera pueda copiarlo total o parcialmente, sería una vía institucional para que crezca su circulación y contribuir así a la práctica de su consumo. Buscar que dicho consumo crezca exponencialmente debe ser la meta y no conformarse con decir que es bueno, sino retrroalimentarse siempre del criterio del destinatario final, para mejorarlo. Y por favor, escojan bien los productos nacionales, para que no pase con Mi Mochila, lo que pasa hoy con la TV cubana: pérdida de audiencia.

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