El ingenio y la audacia de las obras que conforman la exposición De metáforas y metamorfosis, justifican su presencia en las salas de la casa Víctor Hugo de La Habana Vieja. Son piezas que, a partir del empleo de la cita como recurso creativo del lenguaje postmoderno, sorprenden a través de sus mudas contextuales, reinterpretaciones y el homenaje que brindan a artistas e iconos paradigmáticos de la cultura francesa.
Figuras como Van Gogh, Toulousse Lautrec, Auguste Rodin y Marcel Duchamp; o así mismo la Torre Eiffel, llegan de manera transmutada a esta geografía para formar parte de “visiones heterogéneas del peculiar cubaneo”, y mostrar al público aristas cotidianas de nuestra identidad.
¿Los autores de las creaciones que integran la expo? Los artistas Reinerio Tamayo, Eduardo Abela, Lázaro Saavedra, Rubén Alpízar y Mauricio Abad, quienes proponen un nuevo espacio de diálogo donde se conjugan proximidades, paralelismos, metáforas, metamorfosis; en torno a realidades artísticas lejanas en el tiempo, que ahora se vuelven cercanas al público.
Sergio Fontanella, uno de los curadores de la muestra, escribe en el catálogo de presentación: “Piezas de la Escuela de Fontainebleau (siglo XVI), de Jacques Louis David, Gustave Coubert, Auguste Rodin y del propio Duchamp, luego de ser ‘metamorfoseadas’, se convierten en nuevos textos culturales con la adición o reconfiguración de códigos y referentes visuales.
”Y, significativamente, se incluyen también otras formas de apropiación: la referencia física de artistas como Toulousse Lautrec o Van Gogh (Reinerio Tamayo), o la asociación de iconos de la cultura francesa como la Torre Eiffel en una obra de dimensión procesual con un enfoque autobiográfico (Mauricio Abad)”.
La apropiación recurrente de obras pertenecientes a la producción artística de una época constituye un fértil recurso en el mundo del arte desde mediados del siglo XIX, cuando en la década de 1860-70 el pintor francés Édouard Manet refirió modelos y composiciones clásicas de los maestros renacentistas venecianos Giorgione y Tiziano. Esto se puede apreciar en dos piezas suyas: Desayuno sobre la hierba (1863) y Olimpia (1865).
En el caso de Cuba, Fontanellacomenta que el empleo de este recurso creativo se hizo palpable durante los años 80 del siglo XX, pero que fue en la década posterior cuando adquirió un corpus más definitivo. “En este contexto, algunos creadores (…) vuelven la mirada hacia Europa con la cita específica de obras y artistas destacados de la tradición artística universal”.
Con tales antecedentes llegan entonces la propuestas de De metáforas y metamorfosis. Entre ellas las estructuras arquitectónicas de Rubén Alpízar, en cuyas ventanas conviven personajes de diversa procedencia que aportan contraste a las obras; o la instalación Interiores del cerro, de Lázaro Saavedra, donde el autor hace referencia a la situación de las edificaciones cubanas más actuales.
Un tono más desenfadado poseen las piezas Toulouse Lautrec en la playa y El origen del III Mundo, del artista Reinerio Tamayo, las cuales también constituyen un guiño metafórico a esa realidad artística francesa.
Teniendo como denominador común la apropiación de lo ajeno para a partir de ahí construir lo propio, las diversas poéticas de los creadores, formatos y vertientes de las artes plásticas (pintura, escultura, instalación y obra procesual) conforman una atractiva exposición que podrá ser visitada hasta el próximo 31 de julio.
Obra: Keskesé Yokesé. Eduardo M. Abela
Obra: Interiores del cerro. Lázaro Saavedra
Obra: Toulouse Lautrec en la playa. R.Tamayo.
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