miércoles, 25 de septiembre de 2024

La búsqueda en el espacio interior

En la repetitiva y monotemática realización cinematográfica de Estados Unidos aparece un filme que se aleja un tanto de los productos mediáticos a los que estamos acostumbrados...

Anabel Serrallonga Hidalgo en Exclusivo 08/02/2014
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La nueva cinta de Cuarón es una rara avis en el cine de Estados Unidos

Rara vez las grandes producciones cinematográfica norteamericanas son también alabadas en nuestro país. Extraño suceso es, más aun, que nuestros medios televisivos proyecten filmes recientes. Sin embargo, en el último mes, Gravity o Gravedad (dirigida por Alfonso Cuarón) ha estado en dos espacios diferentes.

Parece ser que este largometraje no solo ha conmocionado al público y a la crítica estadounidense sino que se ha insertado rápidamente en el circuito nacional. Sorprendente es, por ejemplo, el poco tiempo que medió entre el traspaso informal de la película por medio de memorias y su exhibición en uno de los programas de más audiencia en nuestra televisión: Arte Siete.

Gravedad sufrió muchos contratiempos en los últimos años. Para que dejara de ser un proyecto, su director, Alfonso Cuarón, esperó impacientemente por que aparecieran los recursos necesarios. Se trataba de filmar en espacios sin gravedad con el fin último de otorgarle mayor credibilidad a la historia. Así, el esfuerzo de su director parece haber sido recompensado: Gravity es un éxito.

A muchos les ha asombrado esta noticia. En la, muchas veces, repetitiva y monotemática realización cinematográfica de Estados Unidos aparece un filme que se aleja un tanto de los productos mediáticos a los que estamos acostumbrados.

Sin embargo, Gravedad no deja de tener los ganchos usuales de las grandes producciones: acción, comedia y happy end. Pero, uno de sus logros es, precisamente, la combinación de estos elementos en un guión que se concentra en la búsqueda interior del personaje central.

Más que pasear por el espacio, Ryan Stone indaga sobre sí. Las soluciones al conflicto desencadenante: la pérdida de un transporte para regresar a la Tierra, se encuentran en ella. Así, el autor introduce otro personaje que resulta de la combinación silencio-soledad; una especie de Pepe Grillo, a veces personificado por George Clooney, que mantiene en movimiento a la protagonista.

Ryan se busca con el mismo ahínco que busca una nave, pues salvarse resulta imposible sin una reconciliación con su pasado. Solo así podrá pasar de un entorno frío, solitario e ingrávido a un ambiente cálido y ruidoso. Levantarse, entonces, resulta doblemente significativo: símbolo de triunfo físico y espiritual.

Aun cuando la autorreflexión no es tema nuevo en el cine, este largometraje enriquece las perspectivas de análisis, pues indaga en las consecuencias de la pérdida de un hijo. Y lo hace sin sentimentalismos, sin mucho drama, ni lágrimas, a veces, hasta con crudeza. Lo hace desde arriba, desde el espacio, pues ni siquiera allí podría Ryan alejarse de los conflictos propios de la humanidad.

Gravedad logra mantenernos casi siempre a la expectativa, para ello conjuga silencios y música, planos interiores y exteriores, hechos y cavilaciones. Incluso, la posición horizontal o vertical de la protagonista, su movimiento o tranquilidad en momentos claves de la historia complementan lo narrado.

Además, Sandra Bullock, llena de expresividad, y George Clooney, con altas dosis de humorismo, enriquecen la trama de la historia. Ambos conforman un dúo trágico-cómico donde los papeles, en ocasiones, se intercambian.

De esta manera, Alfonso Cuarón se inserta en la producción estadounidense rompiendo con algunas de sus tradiciones y manteniendo otras. Ahora que está en boca de todos y en la pantalla de muchos, Gravedad es un filme que hay que apreciar en su justa medida, oportunidad que, esta vez, debemos agradecer a nuestra televisión.


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Anabel Serrallonga Hidalgo

Se han publicado 1 comentarios


Tenoch Zapata desde Fb
 9/2/14 8:42

aunque hay un elemento común a las temáticas gringas, el problema se origina por culpa de los rusos, enfin...

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