Entre poemas y canciones, La Habana en febrero

Acompañar a Liuba María Hevia en uno de sus conciertos es formar parte de una travesía mágica indescriptible, siempre deseable. En ellos priman el verso y la música, y cada letra y melodía estremece el alma y la hace vibrar. Con ellas llegan a la memoria nuestras historias vividas que se van mezclando con la ternura que despiertan los violines, el arpa, las guitarras, el chelo y la dulce voz de la trovadora, quien también cuenta sus propias historias. 

El concierto ofrecido este sábado en la noche, en la Sala Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, no podía ser diferente. Treinta años de vida artística solo se cumplen una vez, por eso Liuba reapareció en la escena nacional para celebrarlos con su público, y regalarle todo este tiempo que ha vivido y lo más virtuoso de su arte, en una nueva travesía nombrada La Habana en febrero, título de una de sus más emblemáticas composiciones.   

Junto a ella, como invitada especial, la paradigmática actriz Verónica Lynn, Premio Nacional de Teatro 2003 y de Televisión 2006. De manera espléndida, Lynn interpretó versos pertenecientes a las poetisas cubanas Reina María Rodríguez, Ada Elba Pérez, Fina García Marruz, Carilda Oliver, Dulce María Loynaz, Flor Loynaz y Mirta Aguirre.

Así, cantante y actriz hicieron protagonista a la poesía y a la música, al mismo tiempo que ofrecieron sincero homenaje a la mujer creadora. Por eso, en combinación con temas antológicos suyos, Liuba también cantó versiones de obras memorables de las autoras cubanas Marta Valdés, Teresita Fernández, Rita del Prado, Niuska Miniet y la argentina María Elena Walsh.

“Hacer este concierto es cumplir un sueño de poemas y canciones, algunas de ellas desconocidas, pero hermosas, pues en el caso de Teresita Fernández, sólo son recordadas las que compuso para los niños, y no las de adultos, y de este desconocimiento somos responsables todos”, dijo la trovadora durante el concierto, siempre acompañada de su guitarra.

Canciones menos conocidas como Con acero de tu alma, de Teresita Fernández, y Tus ojos y la ciudad, de la bayamesa Niuska Miniet, formaron parte de su repertorio de Liuba en aras de redescubrirlas ante el público asistente.

Igualmente, no quiso dejar de recordar en esta ocasión a la popular cantante y compositora cubana Sara González, fundadora de la Nueva Trova, y a quien, a poco más de un año de su desaparición física, le dedicó su tema Ausencias, porque según reza el propio texto de la canción, “hay ausencias que rozan con el alba, mariposas celosas del espacio, austeras prisioneras de las flores
que te ponen su miel para los labios”.

Y la de Sara es una de esas, porque a decir de la propia Liuba, no solo era una artista entregada, sino además una de las mujeres más audaces y simpáticas que ha conocido en su vida, y no se puede dejar de recordar.  

La artista agradeció también a las personas que hicieron posible la realización del concierto, en especial a los músicos que la acompañaron, y expresó disfrutar mucho los días de preparación del espectáculo junto con Verónica Lynn y Osvaldo Doimeadiós, encargados de la dramaturgia y dirección artística del mismo, que contó además con algunas coreografías de Pepe Hevia.

Con esta presentación, la trovadora iniciará una gira nacional del 20 de febrero al siete de marzo, en la que  mostrará el mismo espectáculo de este sábado desde las provincias de Camagüey hasta Pinar del Río. Otras acciones también están previstas para celebrar las tres décadas de su vida artística, esa que todos los cubanos le agradecen, porque Liuba es como un ángel que esparce luz y armonía a través de su música.