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jueves, 31 de octubre de 2024

El suicidio: delicado y espinoso

"Mejor otro día", una cinta cuyo principal logro es bucear en los recovecos de la psiquis humana...

Diany Castaños González en Exclusivo 17/03/2015
4 comentarios

Mejor otro día, o A long way down, como es su título en inglés, comienza con cuatro desconocidos disputándose, en un 31 de diciembre, el espacio de una azotea para cometer suicidio.

Porque cada uno de los cuatro protagonistas de A long way down quiere morir. Y cada uno tiene razones –para ellos válidas- para cometer suicidio: Pierce Brosnan interpreta a un hombre famoso que se acostó por error con una menor de edad y perdió su fama (al menos la que le era agradable) y su matrimonio; Toni Collette tiene a un hijo que sufre de una enfermedad degenerativa; Imogen Poots ha sido rechazada por un chico y Aaron Paul sencillamente no quiere vivir, aunque no sabe por qué.

Sin demasiado valor para suicidarse pero sin fuerzas para enfrentar los avatares tortuosos de la vida, estos cuatro personajes deciden hacer un pacto: no se agredirán de ninguna manera a sí mismos hasta el Día de San Valentín. La cinta transcurre en las seis semanas que distan desde Noche Vieja hasta el 14 de febrero.

Es en este tiempo cuando conocemos la interioridad de cada personaje, y las verdaderas razones –no siempre explícitas, incluso para ellos mismos- por las que cada cual decidió intentar suicidarse.

La película está basada en En picado, una obra literaria de Nick Hornby, a quien algunos críticos han calificado como el psicólogo de nuestra generación, quizás en buena medida porque ha conseguido que varias de sus novelas sean llevadas a las gran pantalla con mayor o menor éxito, pero siempre con un notable grado de calidad, como atestiguan filmes como Alta Fidelidad o Un niño grande.

El argumento que regala la historia de Hornby con el asunto del suicidio, -delicado y espinoso (en muchos sentidos tabú)- como centro, pudiera tratarse desde tres puntos: el melodrama desaforado, el humor negro o la comedia dramática. Pascal Chaumeil, el director de A long way down, descarta (por fortuna) el primero, destierra de manera decepcionante la segunda vertiente, y se queda con la tercera vía para narrar la película.

Y es precisamente por esto que A long way down deviene una oportunidad mal aprovechada. Porque aunque el reparto brilla con luz propia gracias a profesionalidad y talento; y si bien el libreto de partida ofrecía hechuras de una de esas cintas británicas cargadas de rabia y magia; al final Chaumeil desinfla las expectativas legando una cinta demasiado mesurada e impersonal. Un trabajo desapasionado que en manos de otro director, podría haber alcanzado metas mucho más grandes.

Definitivamente Chaumeil, director de las sosas inequívocas Los seductores (2010) y Llévame a la luna (2012) no era el indicado para asumir el reto que representaba tratar la crítica social y el grito de ayuda que implica el guión de Hornby.

Pero más allá del tono moralmente correcto que Pascal Chaumeil se esfuerza por otorgar al filme, el espectador avezado nota la crítica sagaz hacia la sociedad cada vez más mediatizada donde vivimos, donde las personas no se prestan tanta atención entre ellas como lo hacen con las noticias que ven en sus televisores.

Hasta aquí a grandes rasgos, lo que es esta película. Queda lo otro, lo verdaderamente importante: descubrir el punto exacto en el que cada espectador se identifica en la oscuridad y anonimato del cine, con cada personaje de esta cinta.

A long way down es en definitiva, una cinta que tiene, a pesar de sus limitaciones, un logro que quizás supera toda su reticencia, y es que no teme bucear en los recovecos de la psiquis humana. Y se adelanta y se estrella allí dónde se esconden los temores a la soledad y las incapacidades de las personas para relacionarse de una manera sana y genuina con el resto de esas islas flotantes que conforman la humanidad.


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Diany Castaños González

A aquella muchacha le gustaba acostarse soñando imposibles, hasta que despertó una mañana segura que, durante la noche, había dormido apoyando su cabeza sobre el ombligo de Adán.

Se han publicado 4 comentarios


eldany
 17/3/15 17:02

Si siempre mejor otro dia para suicidarse

Betsy de Varadero
 17/3/15 16:59

cada pesona debe ver algo distinto en esta película

Glbert
 17/3/15 16:57

qué lastima que no lo hzo otro director. hubiera sido una comedia negra muy buena

Al
 17/3/15 16:56

Qué agradable de leer!

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