Después de Conducta perdí el nombre

Hace tres años, Armando Valdés cumplía 12. El tres de enero de 2012, cuando recibió la llamada que le anunció que oficialmente estaría entre los escogidos para estar en la película, se alegró, y mucho, según nos contó, aunque todavía no sabía que iba a ser el protagónico ni que entraría en la historia de la cinematografía cubana por llevarse a casa uno de los premios más codiciados, el Coral del Festival de Cine de La Habana, otorgado por primera vez en más de 30 años a un adolescente.

Desde su estreno, Conducta fue un fenómeno, de público y crítica. Con guion y dirección de Ernesto Daranas, cuenta una historia que a fuerza de ser local, se convierte en universal: la relación de una maestra con un niño, que vive en una Habana diferente, con una madre alcohólica y sin saber quién es su padre.

Chala es Armando y Armando es Chala, o al menos para todos los que lo hemos visto en la gran pantalla. Hasta mis padres me dicen así a veces, nos contó divertido cuando le preguntamos.

“Todos me dicen Chala, hasta mis padres me lo dicen, ya no me parece extraño. Después de Conducta perdí el nombre. Da lo mismo si me dicen Mandy, Armando, o Chala. ”

“El mismo tres de enero, el día de mi cumpleaños me anunciaron que estaba en la película. Fue a través de un casting masivo. Daranas siempre dijo que quería ir a hacer casting en las escuelas, porque según él un verdadero Chala no iría a un casting, que un niño así no le interesaría. Yo no soy como Chala pero tampoco me interesaba.”

“Vieron a más de siete mil niños de escuelas de Centro Habana, Habana Vieja y Cerro. Yo soy del Cerro, te explicaban más o menos como eran los personajes, y teníamos que hacer lo que entendiéramos. Yo fui más por pasear por la Habana Vieja, los talleres eran en la sede del Teatro Retazos, a mí me interesaba más la Casa del Chocolate que está en la esquina. Pero me fui interesando porque me iba quedando entre los grupos, eran días larguísimos, pero yo iba avanzando, iba avanzando. Veía que quedaban menos niños y entre ellos estaba siempre. Ahí es donde me llego a interesar de verdad.”

“Me escogieron entre los 10 niños que iban a quedar, sin decirme que iba a hacer el personaje de Chala. Gracias al trabajo de Mariela López e Idalmis García, que fue la primera actriz que trabajó con nosotros, la directora de la escuela; gracias a ellas me fui interesando por la actuación.”

¿Cómo fue trabajar con actrices como por ejemplo Alina Rodríguez?

“Fue muy sorprendente que llegaras un día y me dijeran: tú vas a trabajar con ella, ella va a ser Carmela, fue algo increíble. Ella es una persona que siempre te está ayudando, con mucha seriedad para el trabajo, que puede estar riendo y en cuanto dicen acción se transforma completamente. Nos enseñó mucho. Eso pasaba con todo el equipo de la película, todo el mundo quería que la película estuviera bien, desde los actores hasta el que sostenía la luz.”

¿Y con Yuliet Cruz, con ella tienes también muchas escenas. Ella hace de tu madre en la película?

“Con Yuliet creamos una relación muy especial, igual que con Armando Miguel. Con ellos fue un trabajo bastante bonito, me ayudaban, tengo mucho que agradecerle, se tuvieron que adaptar mucho a nosotros los niños, trabajar mucho más, para guiarnos. Una libertad que nos dio Daranas fue la de no regirnos exactamente por el guion y poder decir lo mismo pero con nuestras palabras.”

Conducta ha tenido mucho éxito en los festivales a los que ha ido. ¿Cómo ha sido la reacción del público de otros países?

“Viajé al Festival de Nueva York, en la presentación el cine entero estaba de pie aplaudiendo, felicitándome. Conducta ganó y estuvo una semana en algunos cines de la ciudad. Cuando hablas todo el mundo te aplaude, y es diferente.  En Italia por ejemplo el jurado eran niños, yo competía en la categoría mayores de trece años y sentarte frente a 300 o 400 niños, es impresionante, sobre todo cuando aplauden. En cualquier parte del mundo entienden la película y eso es algo que nos alegra mucho.”

Tu vida ha cambiado…

“Sí… ha cambiado mucho. Mira ahora estamos haciendo una entrevista y esto no lo hacía antes, y bueno yo soy adolescente, tienes que medirte, la gente te está mirando, tienes que comportarte, de alguna manera tienes que dar el ejemplo porque ya te miran diferente. Eso es lo que más me marca.”

“El teléfono de la casa no para, son cosas que te cambian. Donde quiera que la gente me ve, me saluda, y me para, me preguntan cómo estoy, me felicitan y yo trato de recordar de donde los conozco.”

Y ahora, ¿quieres seguir actuando?

“Estoy en 9no grado, y quiero hacer las pruebas de la Escuela Nacional de Arte por actuación. Antes de la película quería ser biólogo marino, pero después, imagínate, ya no puedo volver atrás. Me metí en ese mundo, ahora voy mucho a ver teatro, definitivamente quiero estudiar, y después estudiar también fotografía o dirección en la FAMCA, en el ISA.

Este premio en Cuba… ¿Sabes que el Coral nunca se le había dado a un actor tan joven? ¿Qué significó para ti?

Tengo un premio en Brasil, en República Dominicana y en Puerto Rico. El Festival de La Habana es en mi país, estaba con toda mi familia, mis amigos. Me habían dicho que me sentara cerca del escenario, pero nunca me imaginé que un niño que nunca tuvo escuela de actuación pudiera ganar un premio tan importante. Me decían: te queda muy bien, lo has hecho bien, pero yo a veces no me lo creo. Para mí es muy importante que en Cuba me hayan dado ese premio, aunque todavía me cuesta aceptarlo, darme cuenta de lo que realmente implica, es como estar soñando.”