Lejos estaba de imaginar aquel joven de Los Sitios, zapatero y vendedor de periódicos, que algún día una de sus composiciones —teniendo de protagonista a la guajira más oriental de Cuba— llegaría a ser una de las canciones más representativas de Cuba a nivel internacional.
La guajira Guantanamera, patrimonio musical de Cuba y uno de los temas más versionados en varias las latitudes, debe su nacimiento al genio de Joseíto Fernández. Un autor y compositor, quizás no tan recordado como debería, que desapareció físicamente hace ya 34 años, un 11 de octubre de 1979.
¿Pero quién fue este hombre de semblanza humilde, que supo trascender en la isla de la música, cuna de tantos pródigos compositores, músicos y cantantes?
El Rey de la Melodía —como se le conocía— aunque nunca quiso viajar al extranjero, tuvo en su música a su más fiel embajadora. Respetuoso y callado según comentan quienes lo conocieron, Joseíto comenzó a cantar desde muy joven, de manera autodidacta.
Al principio de su carrera, formó parte de tríos, grupos y orquestas. Figuró en los sextetos soneros Los Dioses del Amor, Juventud Habanera, Boloña, Jiguaní y Amate. Cantó, además, con charangas danzoneras entre ellas, la de Alejandro Riveiro, que después se denominó Orquesta de Joseíto Fernández.
En 1928 compuso La Guantanamera; sin embargo, la naciente canción concebida al ritmo de septeto cobró celebridad en 1963, cuando el cantante estadounidense Pete Seeger la interpretó durante un concierto en el Carnegie Hall, de Nueva York.
Aun así, en 1940, Fernández, con su orquesta danzonera, había grabado la canción para la casa discográfica RCA Victor. La guajira-son llegó a ser muy popular en esa década. No fue después de que un trío de cantantes norteamericanos hiciera la primera grabación comercial de La Guantanamera —ya con los versos sencillos de José Martí incluidos—, que el tema se convirtiera rápidamente en un éxito internacional. Desde entonces, muchos cantantes y agrupaciones lo han incluido en su repertorio de manera siempre renovada.
Rememorando la historia del Rey, los estudios sobre su vida recogen que en 1943 fue contratado por la emisora CMQ para realizar el programa artístico musical “El suceso del día”, que se mantuvo al aire durante 14 años. Joseíto, que siempre vistió de blanco, cerraba el programa con su guajira Guantanamera, con versos alusivos al suceso, generalmente trágico, que narraba la emisión de turno.
El recientemente fallecido Senén Suárez lo recordaba en uno de sus artículos como un hombre sencillo, de pueblo:
“Lo que más me impresionó de Joseíto fue su personalidad, su sencillez a pesar de ser un artista modestamente pobre y que sentía el campo como si hubiera nacido en él. Siempre vestía con sus pantalones y guayaberas blancas como cocos de agua y su sombrero de tejido fino y alón, todo en su conjunto irradiaba blancura absoluta de alma, espíritus y de persona. Ese era Joseíto por dondequiera que pasaba”.
“(…) El cantante era muy querido en el barrio donde vivió 50 años de su prolífera vida artística, en su casa situada en Gervasio No. 658 entre Estrella y Maloja en la cual tenía un majestuoso altar, hoy es un museo donde se presentan actividades de toda índole”.
Pero más que el popular tema que lo inmortalizó, el intérprete fue un prolífero compositor. De su autoría son los boleros A mi madre, Me has engañado, Tú misma me acostumbraste; las guajiras El canto de mi sinsonte, A ti guajira; y las guarachas El cuarto de moja y Elige tú, que canto yo, tema que glorificó Benny Moré con su Banda Gigante a finales del cincuenta. A su cuenta se suma también el mérito de ser una de las figuras más representativas del danzonete.
Los archivos radiales y televisivos atesoran su voz e imagen en las presentaciones que realizó en las emisoras CMW, CMCO, CMQ, RHC Cadena Azul, y en los programas televisivos: San Nicolás del Peladero y Palmas y Cañas.
“Cubano hasta los tuétanos”, como él mismo afirmó en una ocasión, Fernández sobresalió por su rectitud y por el trato respetuoso. Los testimonios afirman que dominó la fama y nunca abandonó a sus amigos. Prueba de ello es la última décima que escribió en La Habana, poco antes de su muerte:
Siempre sencillo, decente
atento con todo el mundo
y aún con dolor profundo
siempre he sido complaciente.
No he tenido un gesto hiriente
ni con un niño siquiera,
porque siempre en mi carrera
he pensado como humano
que el que es cruel y tirano
es preferible que muera
guajironatural
11/10/13 16:58
Todo mi reconocimiento a este hombre, especial su guantanamera en Cuba y el mundo
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