En la década de los 70, en un contexto marcado por varias dictaduras en América Latina, sobre todo en el Cono Sur, muchos cineastas ya tenían una conciencia de la importancia del arte como motor de cambio social. En ese sentido, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano desempeñaría un papel fundamental a la hora de fomentar el diálogo entre realizadores e intelectuales de la región y reafirmar la identidad cultural latinoamericana y caribeña.
La primera edición del Festival tuvo lugar el 3 de diciembre de 1979. A esa cita acudieron más de 600 directores de toda Latinoamérica. En las palabras de apertura, pronunciadas por el intelectual Alfredo Guevara, estaba implícito el sentido que tendría el evento cinematográfico:
“El Festival es una realidad. Parecía un sueño y es una realidad. Y al declararlo inaugurado damos una calurosa bienvenida a los hermanos de Nicaragua que llegan por primera vez portados en andas por su pueblo, protagonista de una gesta impar, forjada y dirigida por esa admirable cantera de héroes que ha sido el Frente Sandinista de Liberación Nacional (…) y damos también calurosa y emocionada bienvenida a los hermanos chicanos que, como ellos, llegan por vez primera proclamando la irrenunciable lucha de su pueblo por conservar, reconquistar, afirmar y desarrollar la propia identidad”, sentenciaba el presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
Los presidentes de los jurados en aquella primera cita fueron el escritor Gabriel García Márquez, para las obras de ficción, y el documentalista Santiago Álvarez, en las categorías de documentales y dibujos animados. Desde ese momento se tomó como símbolo del Festival al Gran Coral, que remedaba los grandes arrecifes coralinos del mar Caribe.
Posteriormente, comenzaron a viajar a la Mayor de las Antillas cineastas de Europa, Estados Unidos y de África. Desde entonces, los salones del Hotel Nacional de Cuba han visto desfilar a artistas de la talla de Pedro Almodóvar, Robert de Niro, Jack Nicholson, Steven Spielberg, Benicio del Toro y Sonia Braga, entre muchos otros.
A lo largo de su historia el Festival de La Habana —como muchos lo reconocen— ha marcado el imaginario de los cubanos a través de filmes como Fresa y Chocolate, que hace 25 años inauguró una edición de la fiesta, organizada por el ICAIC, y cosechó gran cantidad de lauros.
No podemos olvidar tampoco clásicos como: Un hombre de éxito, de Humberto Solás; Elpidio Valdés, primer largometraje de animación cubano dirigido por Juan Padrón o Suite Habana, del maestro Fernando Pérez.
Hoy, cuando el Festival de Cine Latinoamericano llega a su edición 40 se mantienen intactos los principios fundacionales de contribuir a la unidad regional. Una muestra de ello es que 40 naciones, 20 de América Latina y 20 del Caribe, participarán en la fiesta del séptimo arte que tiene por escenarios el circuito de salas de la Calle 23, en el Vedado habanero, donde se proyectarán la mayoría de las 373 obras programadas.
El Festival abrirá sus puertas oficialmente el 6 de diciembre, a las 6 de la tarde, en el teatro Karl Marx, con una gala homenaje a los fundadores, la entrega de Corales de Honor a la productora mexicana Berta Navarro y al Instituto Sundance de Estados Unidos; un pequeño concierto de Haydée Milanés —con temas del repertorio latinoamericano— y la exhibición del documental El Pepe. Una vida suprema, del realizador Emir Kusturica.
Al legado del Festival se dedicará uno de los eventos teóricos donde se cancelará un sello conmemorativo del primer día. Además, se podrá revisitar la contribución de la cita cinematográfica al arte de la cartelística nacional a través de una exposición que quedará emplazada en el lobby del cine 23 y 12.
Esta vez viajarán a La Habana figuras como Michael Moore, Matt Dillon, Benicio del Toro, Geraldine Chaplin y la cineasta española Iciar Bollaín, quien estará presente en la exhibición especial, el 7 de diciembre, en el teatro Karl Marx, del filme Yuli, que relata la vida del bailarín cubano Carlos Acosta.
Según ha anunciado Iván Giroud, presidente del Comité Organizador del Festival, durante la cita se le rendirá homenaje al cineasta Tomás Gutiérrez Alea (Titón), en el aniversario 90 de su natalicio, mediante un seminario que llevará por nombre: “Entre historias de la Revolución y Guantanamera”. Ese seminario tendrá lugar los días 8 y 9 de diciembre, a las 9:30 de la mañana en la Casa del Festival.
Por otra parte, el presidente Ejecutivo del Festival, Yumey Bezú, señaló que como parte del evento teórico quedará inaugurada la exposición “Titón. 90 aniversario”, en la Sala Yelín de la Casa, donde se podrán apreciar todos los carteles hechos en torno a la filmografía del director de Memorias del subdesarrollo.
A otro cineasta que se le rendirá tributo en el primer año de su desaparación física es a Fernando Birri, mediante un ciclo de sus películas y la apertura, en el Pabellón Cuba, sede de la Asociación Hermanos Saíz, de una muestra de sus caricaturas que llevará por nombre “Soñar con los ojos abiertos”.
Al Premio Coral aspiran en esta edición 20 largometrajes de ficción, 22 cortos y mediometrajes, 18 óperas primas, 25 documentales, 26 animados, 19 guiones inéditos y 24 carteles. La gala de premiación será en el Teatro Mella, el 14 de diciembre a las 8 de la noche, con la actuación especial de la compañía Acosta Danza.
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