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martes, 19 de noviembre de 2024

Cuando vuelan las cigüeñas

La Cinemateca de Cuba presentará el clásico de la cinematografía soviética Cuando vuelan las cigüeñas como parte de su programación del ciclo dedicado al 70 aniversario de la Victoria sobre el fascismo...

Diany Castaños González en Exclusivo 12/05/2015
2 comentarios

Cuando vuelan las cigüeñas fue la primera película soviética en conseguir la Palma de Oro del Festival de Cannes, aunque ha de mencionarse que la cinta bélica Великий перелом (La gran fractura su título en español), de Fridrij Ermler, había conseguido el Gran Premio del Festival en el año 1946.

Mijail Kalatozov, (originalmente Kalatozishvili), empezó a trabajar en el mundo del cine en los años veinte, lo mismo como actor que como guionista. Su debut como realizador llega en 1928 codirigiendo con Nutsa Gogoberidze el documental Их царство (Su imperio), editado con fragmentos de audiovisuales que él mismo extraía de noticieros soviéticos, lo que demostró con creces, su capacidad creativa.

Kalatozov pasa a la historia de nuestra cinematografía por una coproducción cubano-soviética realizada pocos años después del triunfo de la Revolución Cubana, una cinta con interesantes aportaciones técnicas titulada Я Куба (Soy Cuba, año 1964).

Es poco antes de Soy Cuba, en 1957, cuando Kalatozov dirige su obra más reconocida: el drama Cuando vuelan las cigüeñas. La película está considerada por la crítica especializada como uno de los puntos de partida del movimiento de la Nueva Ola del cine soviético, conformado por películas que se apartaban del cine tradicional, o también llamado cine oficial, para centrar su argumento más en la vida de los ciudadanos, o sea, en la vida del individuo. Esta es una concepción del cine que luego continuarían directores clásicos como Yuli Raizman o Mijail Romm, o los relativamente noveles Andrei Tarkovski, Larisa Shepitko y Marlen Jutsiev.

Cuando vuelan las cigüeñas cuenta las historia de dos enamorados, Boris y Verónica, a quienes la guerra separa. En ausencia de Boris, Verónica se ve obligada a vivir en casa de sus suegros, pues su propia casa ha sido destruida por las circunstancias bélicas. Ella, confundida y sintiéndose sola, se casa con el primo de Boris. Por el resto de la película la culpa y la desesperación le servirán de acompañantes, sentimientos coherentes con el escenario decadente que implica la guerra.

Esta es una película donde el desconcierto y el desespero son tan constantes como los tonos grises. En vano se intentan deshacer los errores del pasado. En vano se intenta descubrir siquiera dónde está el error. El presente es tan adverso que no deja espacio para la realización individual más mínima, mucho menos para el amor. Y es que, cuando los muertos se apilan debajo de edificios derruidos, ¿se puede esperar amor?

Cuando vuelan las cigüeñas lanzó al estrellato a Tatyana Samoloiva, (Verónica), que se convirtió automáticamente en ícono del cine soviético. Después de esta cinta, ella protagonizó el drama Не отправлен ное письмо (La carta no enviada), dirigida también por Mijail Kalatozov, e interpretó papeles preponderantes dentro de la cinematografía de su país, como Анна Каренина (Anna Karenina), adaptación de la obra de León Tolstoi dirigida en 1967 por Alexander Zarji.

Alexei Batalov(Boris) tuvo igual o mejor suerte. Cuando vuelan las cigüeñas le avaló para hacer en 1960, dirigido por Iosif Jeifits, la adaptación de la obra de Anton Chejov Дама с собачкой (La dama del perrito). En 1979 protagoniza el melodrama Москва сле замневерит (Moscú no cree en las lágrimas), dirigida por Vladimir Menshov, la cual conseguiría en 1981 el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

Merece también gran atención el trabajo fotográfico de Sergei Urusevski, con un glorioso blanco y negro, que abruma y subraya la presencia de la Vida luchando por subsistir ante la ignominiosa presencia de la muerte.

Cuando vuelan las cigüeñas, un drama memorable que forma parte del acervo cultural bélico; ofrecimiento del cine para recordar el horror de una circunstancia tan seria como histórica: La Segunda Guerra Mundial.


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Diany Castaños González

A aquella muchacha le gustaba acostarse soñando imposibles, hasta que despertó una mañana segura que, durante la noche, había dormido apoyando su cabeza sobre el ombligo de Adán.

Se han publicado 2 comentarios


ss
 16/5/15 15:54

Se trata sin dudas de una película extraordinaria. Hace poco la vimos de nuevo en la televisión y corroboré lo que me pareció en su momento. La magia de la película quizás esté en que es un drama fuerte sobre la guerra y su impacto en todo un país a través del drama de la gente común, sin ser propiamente dicha una película de guerra: casi no hay acciones bélicas ni escenario para ellas. Al mismo tiempo no es común ver en el cine soviético de guerra pinceladas de personajes negativos (el primo y su entorno "festivo") sin que sean marcados como traidores o causantes de males mayores.

Laura
 12/5/15 9:00

Hacía años no veía esa película y el otro ía la retrasnmitieron en TV. Historia desgarradora de amor, nada de Corin Tellado, ni de 50 sombras de Gray con su sadomasoquismo y su Audi ....Excelente película.

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