Si no ha estado viviendo debajo de una piedra o se ha perdido las últimas emisiones de Radio Vampiro Internacional, entonces sabrá quién es Juan Padrón: el responsable del disfrute de generaciones enteras que han crecido viendo a sus personajes y aprendido de memoria las frases de sus películas y cortos.
¿Qué niño cubano se atrevería a decir que no conoce a Elpidio Valdés? ¿Quién no sabe que Cortico no le da a tres montados en un burro o que Fito es el “amiguito perrito” de Palmiche? ¿Quién ignora que si Pepe se demora en regresar a la casa, el Tío mandará a Bruno a buscarlo? ¿Alguien duda que el pupitre escolar sea la silla más importante del mundo? ¿Todos tienen sus carbones? ¿Seeeeguro?
El nombre de aquel niño que le tenía miedo a los vampiros de las películas y que nació en el antiguo central Carolina, en Matanzas, el 29 de enero de 1947, se convirtió en sinónimo de la animación en Cuba y una figura familiar y querida en cada hogar a donde ha llegado su trabajo, replicado primero en la prensa, luego en la televisión y más recientemente en el cine.
Ahora, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano quiso reconocer su trayectoria, de más de medio siglo, con un Coral de Honor, que Padrón, galardonado también con el Premio Nacional de Cine en 2008, no tardó en dedicar a sus maestros.
Cubahora tuvo el enorme placer de dialogar con él en una de las jornadas de la 35 edición de esta fiesta cinematográfica —en la que presenta su novela Vampirenkommando (Ediciones ICAIC)— donde comentó sus impresiones sobre el reconocimiento, anunció que volverá a trabajar en nuevos proyectos el próximo año y adelantó que prepara la tercera entrega de Vampiros en La Habana, una buenísima noticia para los fanáticos de estos chupasangres a la cubana.
Sobre el Premio, entregado el jueves último durante la noche de inauguración del Festival, dijo sentirse muy contento y estimulado.
“Pensé en 50 años atrás, en la gente que con mucha paciencia me enseñó a contar historias y a dibujar. Mencioné a Juan José López, un catalán; al australiano Harry Reeve, a Virgilio Martínez, un dibujante excelente y Tulio Raggi, quien falleciera hace muy poco. Los mencioné porque en parte soy lo que soy gracias a ellos. Me pareció injusto no hacerlo.
”Para mí fue un estímulo muy grande. Estuve un poco fuera del dibujo animado y del cine, por distintos motivos, de salud y otras cosas, pero quiero en enero volver a hacer historietas y dibujos animados”.
Más conocido por su serie de cortos y largometrajes protagonizados por el coronel mambí Elpidio Valdés y su tropa, Padrón también introdujo en el imaginario del cubano a unos vampiros muy peculiares, que tenían los problemas rutinarios a los que nos enfrentábamos todos: iban al dentista, tenían problemas para educar a sus hijos y se estampaban contra un poste si bebían de alguien con tres copas de más.
“Los vampiros eran una serie que yo hacía para un suplemento de Juventud Rebelde llamado El sable, donde aparecía un vampiro que no mete miedo sino que se muestra en su vida cotidiana. Cuando empiezas a fabular, empiezas a desarrollar las historias hasta el punto de hacer una película en los 80s: Vampiros en La Habana.
”Siempre me ha parecido muy simpático el contraste de esos personajes de la Transilvania, vestidos de negros, metidos en ambiente de cubanos, en La Habana”.
Para deleite de los seguidores incondicionales de Pepe y compañía, Padrón nos adelantó que piensa ya en la tercera entrega de esta saga, de la que ya se ha estrenado también Más Vampiros en La Habana (2003).
La tercera película de Vampiros será algo que me copió George Lucas con La guerra de las galaxias —bromeó—.
“Narrará el principio de todo. Cómo es que se forma la mafia de los vampiros, la Capa Nostra; el Grupo Vampiro y los primeros experimentos del Tío Von Dracula con el perro vampiro Adolf y luego con Pepe”.
Sobre sus otros proyectos futuros comentó que tiene pensado publicar las primeras historietas del Elpidio Valdés, algo diferente a como es hoy día, en el tiempo que todavía luchaba con ninjas.
“Quiero hacer dibujos animados. Por ejemplo de Zip Xerep, héroe del siglo XXIII; Tapok y por supuesto Elpidio Valdés. Pero quiero hacer toda una preparación ahora para que no se desdibuje más y quede siempre el personaje, que lo pueda hacer otra persona pero que no cambie el estilo.
Anunció también que pretende hacer un proyecto en conjunto con su hijo Ian que será una película sobre Elpidio utilizando personas reales. Una cinta en la que la gente se ría igual pero con actores, dijo.
“Se ha hecho Asterix, pero eso es un dibujo animado en vivo. Yo quiero hacer una película de aventuras. Vamos a ver cómo sale”.
Al preguntarle sobre este favorito de los niños, contestó que al principio fue un divertimento pero a medida que empezó a estudiar la historia de Cuba, el objetivo de Elpidio cambió y pasó a ser el de enseñar qué era el Ejército Libertador, cómo eran las Guerras de Independencia.
De momento ya no sólo era un personaje de aventuras de absurdo, esas cosas se las dejé a Palmiche, su caballo y a Pepe el corneta, explicó.
Al final de la conversación salió a relucir el futuro de la animación cubana y su más esperado estreno: Meñique, el primer largo hecho en tercera dimensión, por salir a la luz en marzo de 2014.
Padrón, involucrado también en el proyecto, aseguró que será una propuesta de primera línea.
“Meñique se ha demorado porque primero empezó como un proyecto en 2D, y después cambio a 3D. Es el primero y por eso ha enfrentado los primeros obstáculos. Yo colaboré con mi hermano (Ernesto Padrón) en la dirección de actores. Son de primera.
”He visto lo que tienen, he revisado las escenas y me parece excelente. Tiene una calidad fuera de liga. Está muy bien y lo que necesita es una buena edición. La banda sonora es de Silvio (Rodríguez) o sea, que está como se lo merecía Martí. En el diseño, en el color, en la textura. Será impresionante”.
Juan Padrón, destacado realizador de dibujos animados, como "Elpidio Valdés".
Hortensia Santana Ayon desde FB
11/12/13 18:20
Me encantan los vampiros en la Habana.
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