Alejandro Brugués confiesa encontrarse todavía en shock por la sorpresa de que su segundo filme, Juan de los muertos, haya merecido el Goya a la mejor película extranjera, premio que recibió durante la ceremonia efectuada en el Centro de Congresos Príncipe Felipe de Madrid, y aún ahora, por momentos, duda de que haya sido realidad lo vivido aquella noche.
UNA EXPERIENCIA QUE MARCÓ POR SIEMPRE A ALEJANDRO
—¿Por qué te sientes más impactado que alegre por haber obtenido este premio?
—Porque recibimos muy pocas expresiones de simpatía por parte de muchos de los asistentes a la premiación. Ninguno de nosotros pudo imaginar que Juan de los Muertos fuera el filme laureado. Hasta sentimos deseos de marcharnos de allí, tanto el actor cubano Alexis Díaz de Villegas, como el español Jazz Vilá. Incluso, también asistieron algunos técnicos españoles, y todos estábamos desconsolados, pues, con el ambiente que se respiraba, nadie pudo sentir la menor ilusión.
“Cuando anunciaron que Juan… había obtenido el Goya fue un final tan inesperado que todavía no he podido recobrarme de semejante sorpresa, hasta el punto que no soy capaz de describir los detalles de la ceremonia. Solo me percato de que fue real cuando contemplo el trofeo, de otra forma me parecería un hermoso sueño. Al parecer, la Academia se dio cuenta de que no se trataba de una peliculita de zombies a lo cubano, sino que se fundamenta en una tesis de contenido social, tal como pretendimos todos los que en ella trabajamos”.
—¿Continúa exhibiéndose en otros países como antes de su premiación?
—Puedo decirte que se proyectó en España y que en estos días se está presentando en Chile. Sé que ha recorrido varios países, pero no tengo información en este sentido, porque quienes adquieren los derechos de distribución no me lo comunican, pero está siendo más solicitada que nunca.
—¿Algún avance sobre el proyecto de que hablabas en la entrevista anterior?
—Ya estoy trabajando en el guión. Pero no puedo dar primicias en este sentido porque estoy concentrado en otros proyectos. En el cine, los realizadores tienen que tener en la mano varias posibilidades. A veces comienza a filmarse no lo que uno quiera, sino lo que resulta factible, tanto si se trata de una coproducción como de una película cubana. Hasta que no se filma algo, no puede hablarse al respecto, porque de lo contrario es contar utopías.
—¿Has recibido alguna proposición de Cuba o España para nuevas filmaciones?
—La forma en que trabajo es diferente. Siempre soy yo el que propone. En España no hice ninguna gestión porque los propios cineastas de allí están pasando trabajo para hacer una película. Debido a la crisis, es muy difícil encontrar un financiamiento, mucho más para mí, no siendo de allá.
—¿Y la fiesta del Goya, cómo ha sido en Cuba?
—Lo celebramos juntos, el equipo completo, todos con tremenda alegría. Yo tenía muchas ganas de regresar para hacer la fiesta con el equipo, tanto los actores como los técnicos. Estaba ansioso por llegar para celebrarlo, y fue mejor de lo que suponía. Aquel mal rato lo borro con la alegría de mis compañeros. Porque este Goya es de Cuba.
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