Gran asombro y exaltación nos produce el eufórico taconeo del baile flamenco que, con carácter y pasión, repica sobre las tablas. De igual manera impresionó en una ocasión a Nuestro Héroe Nacional José Martí, quien con la sensibilidad humana que siempre lo caracterizó trazó las líneas de uno de sus poemas más conocidos: “La Bailarina Española”, perteneciente a la colección Versos Sencillos.
Como en los tiempos de El Apóstol, el lenguaje corporal de la bailarina flamenca continúa calando nuestros sentidos y gustos hacia una cultura y tradición muy apegadas a nuestra esencia de cubanos.
Cuando somos testigos del esplendor de todo este arte, resulta inevitable recordar y hacer referencia a la crónica poética de José Martí; a quien siempre rendimos merecido homenaje, pues luego de 162 años de su natalicio, su vigencia continúa viva en el sentir y pensar de todos los habitantes de la Mayor de Las Antillas.
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