Aún en tiempos donde reina el reguetón, el casino en Cuba es una pasión que corre por la sangre de muchos bailadores, lo mismo jóvenes que adultos mayores. Tiene su forma de decir, una especie de jerga que solo comprenden quienes forman parte de las ruedas, caracterizadas por la uniformidad y el sincronismo en los pasos de todos los bailadores.
Las coreografías de una rueda, muchas veces se crean in situ, al calor de la música. Son posibles gracias a las voces de mando (en Cuba se le conoce a esa acción como cantar la rueda de casino). De esa tarea se encargan los más diestros o carismáticos bailadores, sin distinción de género o grupo etáreo.
Desde el municipio de Candelaria, en Pinar del Río, pasando por el territorio de Artemisa, hasta llegar a la oriental provincia de Santiago de Cuba, todos tienen su forma de moverse al ritmo del casino.
Hace seis años, la locutora devenida promotora cultural, Teresita Segarra, lidera el proyecto comunitario Casineando en Playa, que tiene como sede principal el círculo social Gerardo Abreu Fontán de ese municipio habanero.
A esa labor de difusión del género musical también ha dedicado muchos esfuerzos Juan Gómez, director del proyecto Rueda de Casino. Pero ese tipo de baile popular está presente en las coreografías de compañías como Así somos y las Comparsas universitarias de la FEU y la CUJAE, entre otras.
Hoy, el casino ha trascendido las fronteras de la Mayor de las Antillas para convertirse en una suerte de Patrimonio Mundial. Un ejemplo de ello es el récord que actualmente ostenta Grecia desde 2014, cuando 1102 personas bailaron en una rueda de casino, alrededor de siete minutos y 16 segundos.
DE CUBA PARA EL MUNDO
Desde hace una década, durante la última semana de noviembre, la Agencia de Turismo Cultural Paradiso, de la empresa Artex S.A., celebra el Encuentro Mundial de Bailadores y Academias de Baile de Casino y Salsa Baila en Cuba.
Uno de los mayores logros de este evento ha sido el reconocimiento del casino como un producto netamente cubano que se ha exportado al mundo entero.
“Hay muchos estilos y formas de bailar. En algunos países le llaman salsa pero todo el mundo reconoce que el casino es el tronco común. Existe la salsa newyorquina, la salsa colombiana, entre otras, porque le han incorporado elementos de sus bailes típicos”, afirma Giselle Mazorra, Especialista Principal de Comunicación de la Agencia Paradiso.
Al respecto ha dicho el músico cubano Isaac Delgado: “La salsa es como la etiqueta de nuestra música popular bailable pero está enraizada desde el complejo de la rumba, el changüí, el nengón, el son cubano. En este momento musical, los muchachos jóvenes están haciendo y bailando otros ritmos, otras sonoridades, pero basadas en la fusión con las raíces nuestras. La salsa es una música de todos los tiempos”.
Hasta en Europa los jóvenes bailan muy bien los ritmos de la Mayor de las Antillas. Lo anterior se debe a la creación de muchas academias de baile en ese continente y al interés por el estudio de las sonoridades caribeñas.
Sobre el tema opina el pianista francés, Claude Montandon, quien dirige en Suiza el grupo Siga Volando, agrupación con formato de Charanga típica cubana que en su formación incluye violines, flauta, trombón, bajo, güiro, timbales y un chelo: “Antes de la década de los 70, la salsa y la música latina no eran muy conocidas en Europa. Con el Buena Vista Social Club la música cubana tuvo un gran éxito en todo el mundo”.
Igual parecer tiene la cantante cubana Susana Orta, vocalista del grupo Siga Volando: “He encontrado suizos que bailan mejor que los cubanos. Hay muchas academias de baile allá. Ellos se interesan por la música cubana y les gusta. Vienen a la Isla a pasar cursos para después tocar nuestra música en su país”.
Baila en Cuba tiene entre sus objetivos dar a conocer los principales ritmos bailables, que forman parte de la identidad y la cultura cubana, a través de conferencias magistrales y talleres teórico-prácticos, impartidos por prestigiosos profesores de la Universidad de las Artes. Este programa docente está destinado al público extranjero.
Las clases y talleres se dividen en los niveles de principiante, intermedio y avanzado. Al caer la noche, los talleristas pueden demostrar lo aprendido; disfrutar con la presencia de orquestas de música popular cubana de primer nivel, y participar en concursos de parejas de baile.
EN LA PUGNA POR EL GUINNESS
La presente edición de Baila en Cuba tuvo como novedad la posibilidad de que los bailadores del patio se unieran por vez primera a los estudiantes extranjeros, muchos de ellos alumnos habituales de cada encuentro anual.
“Por iniciativa de uno de nuestros principales clientes, el alemán Antonio Martínez, surgió la idea de hacer la rueda de casino más grande del mundo para romper el récord Guinness que actualmente ostenta Grecia”, explicó Mazorra.
Entonces, se iniciaron los trámites pertinentes para intentar implantar un nuevo record Guinness en la Isla. Luego, por espacio de dos semanas se realizaron los ensayos de los participantes cubanos que se inscribieron para bailar en la rueda gigante.
Por su parte, los bailadores extranjeros que viajaron a Cuba se aprendieron los pasos principales de las coreografías a través de videos colgados en las redes sociales. Luego, como parte del evento Baila en Cuba, todos los talleres y las clases de baile estuvieron dedicados a enseñarles a los talleristas los pasos de las ruedas de casino.
Finalmente, se unieron en los ensayos generales los cubanos y extranjeros en la zona del Malecón habanero conocida como la explanada de La Piragua. Acompañados por las grabaciones de orquestas como Los Van Van, Havana D' Primera, el Trabuco y Adalberto Álvarez y su Son, en la rueda participaron bailadores de más de 17 países, principalmente de México, Venezuela, Alemania, Martinica, España, Colombia y, por supuesto, de Cuba.
En un abrazo fraternal se unieron para danzar 14 minutos y 58 segundos, 432 parejas (964 bailadores), desde los 16 años hasta la tercera edad, que danzaron al ritmo de las canciones Somos diferentes, Me dicen Cuba, Bailar casino y Bailar en Cuba. Este último tema, que pertenece al disco No puedo parar, la más reciente producción discográfica de Manolito Simonet, acompañó toda la promoción internacional del evento.
El encuentro Baila en Cuba concluyó, oficialmente, este 27 de noviembre con la gala de clausura que tuvo por escenario el Salón Rosado Benny Moré de La Tropical, con la participación de las orquestas Havana D' Primeray Elito Revée y su Charangón.
Ahora solo resta esperar por la decisión del jurado de los premios Guinness para conocer si finalmente Cuba logró implantar el récord de la rueda de casino gigante. Encargados de que se cumplieron todos los requisitos para la validación del récord, se encontraban en el lugar unos veinte árbitros y expertos del INDER quienes cronometraron el tiempo de duración de la rueda.
En calidad de testigos estuvieron la doctora Bárbara Balbuena, profesora de la Universidad de las Artes, y Juan Gómez. Varios camarógrafos cubanos y extranjeros filmaron el acontecimiento como parte del testimonio que será revisado por los árbitros internacionales.
Para los participantes en esta mega rueda de casino, sin dudas, fue una experiencia inolvidable que guardarán en sus corazones como un recuerdo bonito de la décima edición del Encuentro Mundial de Bailadores y Academias de Baile de Casino y Salsa.
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