miércoles, 25 de septiembre de 2024

Ars Longa: vocación de redimir el patrimonio musical

Cubahora conversó en exclusiva con la Maestra Teresa Paz, directora del Conjunto de Música Antigua Ars Longa...

Cubahora en Exclusivo 16/02/2014
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Conjunto de música antigua Ars Longa
El Conjunto de Música Antigua Ars Longa se formó en 1994.

Con 20 años de trayectoria a sus espaldas, el Conjunto de Música Antigua Ars Longa confirma una vez más que la melodía no necesariamente muere cuando pasa su período histórico, sino cuando se la deja languidecer sin remedio o se la olvida después de un largo tiempo sin arrancarla de la superficie de algún instrumento. 

Su ingente labor a favor del rescate de ritmos y cadencia de tiempos idos, han marcado el destino de la interpretación de la Música Antigua en Cuba, salvándola del olvido y ganando cada vez más adeptos a su causa.

Cubahora se acercó a su directora, la Maestra Teresa Paz, para conocer sobre la labor del grupo, sus perspectivas y conocer sobre el Festival de Música Antigua Esteban Salas, que este 15 de febrero inaugura su décima edición, con un público creciente, que busca ser partícipe del renacimiento de un repertorio que posiblemente escucharon sus tatarabuelos.

Desde sus inicios, Ars Longa es un conjunto al que le ha tocado una función muy importante en lo que es la investigación –precisa Paz- porque no contábamos con una tradición de grupos que se dedicaran a la interpretación de este tipo de música, con la visión de completar toda la información que requiere para acercarse lo más posible al modo de interpretación de estos géneros en las épocas en las que fueron concebidos: el Renacimiento, el Barroco y la Edad Media.

“Hemos sido investigadores, hemos hecho transcripciones de partituras, planos para los instrumentos, tuvimos que estudiar cómo era que se hacían. Hay algunos que se han construido en Cuba. La investigación es nuestro día a día”

El Conjunto ha incentivado la construcción históricamente informada de instrumentos antiguos, entre ellos arpas, laúdes, tiorbas, guitarras y violas da gamba. También, su arduo quehacer en pos de la reivindicación, conservación y difusión de composiciones escritas durante la etapa colonial en Cuba, ha permitido el conocimiento de estas obras y sus creadores.

Como pioneros –prosigue-, hemos tenido la función de interpretar una diversidad de temas de la Edad Media hasta el siglo XIX, y eso lo hicimos desde la profunda investigación. Para poder interpretar el Barroco hemos tenido que tenido que saber del Renacimiento, para el Renacimiento hemos tenido que saber de la Edad Media, como fue generándose todo el proceso, por ejemplo en el estudio de la polifonía.

“Realmente hemos tocado todos esos períodos musicales y el grupo cuenta con un instrumentarlo, con piezas para interpretar temas de la Edad Media, el Renacimiento, el Barroco, y el siglo XIX. La guitarra que se hizo copia de la construida por Francisco Pagés en 1816 y que está en el Museo de la Música.”
 
“Ha sido como tocar muchos períodos musicales y sobre todo nos ha tocado defender el repertorio cubano, el patrimonio cubano y el patrimonio de América, que es importantísimo y donde muchos musicólogos están haciendo investigaciones y están sacando a la luz toda esa música que no se conoce, para tocarla internacionalmente en giras para otros públicos que puedan disfrutarla por primera vez.”
 Ante nuestra curiosidad sobre cómo se las arreglan los músicos para interpretar tantos instrumentos pertenecientes a diferentes épocas históricas, Paz nos respondió que estos estudiaron en escuelas los instrumentos modernos y luego a partir de ahí han abordado aquellos que puedan parecerse.

Explicó que por ejemplo el que toca violín, toca violín barroco, a veces tocan cello y a veces tocan viola da gamba; los de instrumentos de caña entonces tocan chirimía, oboe, que se asemejen al que estudiaron originalmente.
 
“Tenemos alrededor de 18 integrantes, quienes no solamente hacen su trabajo con Ars Longa, sino que ahora son profesores y enseñan estos instrumentos a alumnos, sobre todo el resalta el trabajo que estamos haciendo con la Escuela Nacional de Música en la formación de la Orquesta de Música Barroca.”

Este empeño es el colofón del programa académico Convivium Musicum, el cual reúne a estudiantes de conservatorios de los niveles medio y superior; y más allá de limitarse a la mera ejecución de piezas pertenecientes a los siglos XVII y XVIII, agrupa, con el instrumentario que Ars Longa les facilita, a pupilos de viola da gamba, violín barroco, guitarra renacentista y barroca, laúd, arpa, órgano, cañas renacentistas, oboe barroco, flautas dulces, sacabuches y cornetto.

“Además tenemos un trabajo comunitario que forma un poco parte de la filosofía de la Oficina del Historiador de la Ciudad de incorporar a sus habitantes a toda la restauración, en el caso de nosotros restaurar el patrimonio intangible, y los niños que participan en nuestros talleres, pueden conocer repertorios antiguos, conocer cómo se restaura no sólo un edificio, sino como hacer revivir también una partitura antigua.”
  
Un Festival para celebrar lo antiguo en la música

El Festival de Música Antigua Esteban Salas, entre el 15 de febrero y hasta el 22 de marzo, llega a su décima versión, con una solidez expresada en la materialización de un espacio para la confrontación y el debate, reunido en el simposio Músicas antiguas y tradicionales: convergencias, con la presencia de reconocidos estudiosos en el ámbito académico e investigativo de España y América.

Más de 30 conciertos, cuatro conferencias y este simposio forman el universo del evento, que también se extenderá a las villas patrimoniales de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, de Guantánamo; Santiago de Cuba, San Salvador de Bayamo, en Granma; Santa María del Puerto del Príncipe, Camagüey; la Santísima Trinidad y Sancti Spiritus, adelantó Paz, directora también de la cita.

A estos 10 años de Festival asisten especialistas en la interpretación informada del repertorio antiguo –entre estos destaca el inglés François Dolmetsch, nieto del mítico Arnold Dolmetsch- jóvenes agrupaciones dedicadas a cultivar este tipo de melodías e intérpretes invitados que mostrarán sus experiencias en el campo investigativo.

Las principales sedes para los habaneros serán la Antigua Iglesia de San Francisco de Paula, el Colegio Universitario San Gerónimo, la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, el Centro Hispanoamericano de Cultura, donde se expondrá Veinte años: luces y sombras, con obras de renombrados artistas plásticos cubanos; y el Taller de Luthería de La Habana Vieja.


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