Con el caer de la lluvia y gozando de la presencia de un público heterogéneo, La verdad me nombra, el nuevo volumen de poesías de Antonio Guerrero, ocupó el espacio “Lectura por los Cinco”, de la librería de la capital cubana, Fayad Jamís.
Compuesto por una selección de poemas, extraídos de nueve de las 11 colecciones realizadas por el héroe cubano entre septiembre de 1998 y ese mismo mes de 1999 en el hueco, durante su primer año de encarcelamiento en Estados Unidos, el libro demuestra la grandeza humana y espiritual de este hombre.
Una de las compiladoras del libro, la escritora española Aitana Alberti, presidenta en Cuba del Proyecto Cultural Sur, para el fomento de la Poesía y las Artes, quien presidía el encuentro, confesó emocionada que, tanto para ella como para Alex Pauside, Vicepresidente de la Asociación de Escritores y Artistas de Cuba, lo más emotivo al leer los poemas fue conocer el escenario tan precario en el cual fueron hechos.
Utilizando un trozo de lápiz y diminutos papeles que, escabulléndose por las rendijas de aquel lugar, llegaron hasta nuestros días, Tony logró crecerse de una manera inigualable y digna de admirar.
Para compartirlos con Ramón, Gerardo, Fernando y René, sus cuatro hermanos que sufrían bajo las mismas condiciones, Tony declaró que les leía los poemas a través de la rejilla de ventilación o de la ranura entre el marco y la puerta metálica de la celda.
“Es cierto que las circunstancias en que estos poemas fueron escritos eran dramáticas, en medio de un aislamiento donde se nos dio un trato cruel; pero la poesía vino a salvarme de todo aquello”, expresó el héroe cubano en una carta a los editores.
Con el amor, la vitalidad y la solidaridad hacia el ser humano que caracterizan a sus textos, Antonio supo situarse una vez más por encima de sentimientos de amargura u odio.
En entrevista a Radio Rebelde, Alberti declaró que “La palabra es una fuente de liberación” y en los textos se percibe fácilmente que, a pesar del encierro, para Tony su mente era libre y la palabra se convirtió en su expresión.
Alberti y el reconocido intelectual cubano Pablo Armando Fernández, quien la acompañaba en la presentación, intercalaron a la exposición algunos versos del poemario. Entre ellos “La verdad”, “De cara al sol”, “Infinito cielo” y “En tus brazos”.
Al escucharlos, resulta impresionante descubrir cómo Tony utiliza como medio de expresión y libertad lo único que le quedaba: la palabra.
Pueden contar muchas cosas sobre los poetas, pero no, lo importante es leer la poesía de cada uno de ellos, pues se les conoce por lo que escriben y logran transmitir.
“Antonio es un ser totalmente excepcional, un hombre que ha logrado encontrar un camino de redención francamente extraordinario, mediante la palabra y la plástica”, aseveró Alberti.
Otra de las peculiaridades de esta edición bilingüe de la Editorial Capitán San Luis, y que fortalece la verdad aquí expresada, es que cuenta con el prólogo de René González Sehwerert y las viñetas de Gerardo Hernández Nordelo.
En el libro, Tony confesó que sus poemas miraron hacia algo más allá, que se fue convirtiendo en realidad.
El poemario contiene poemas escritos por Tony durante su primer año de encarcelamiento. (Foto de la autora)
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