"Me siento muy emocionada no solamente por la reunión sino por todos estos años en que me recuerdan", dijo la prima ballerina absoluta Alicia Alonso, durante el homenaje que le realizara el Ballet Nacional de Cuba, con motivo de su 95 cumpleaños.
Con fragmentos de obras clásicas como El lago de los cisnes, Gisselle y Carmen, el Ballet Nacional de Cuba reverenció a su maitre y directora. Bajo la dirección del coreógrafo Alberto Méndez, la compañía dio vida a piezas imprescindibles en la carrera de Alonso, considerada la bailarina cubana más reconocida en el mundo.
De acuerdo con Méndez, la puesta en escena no pretendió ser una reconstrucción biográfica, sino la evocación de algunos momentos significativos de la gran ballerina, una de las figuras más importantes en la historia de la danza a nivel internacional.
Sin duda alguna, uno de los momentos más emocionantes del espectáculo fue cuando la primera bailarina Anette Delgado sustituyó la candidez de Gisselle por la furia de Odile para estremecer el escenario con su brillante interpretación del cisne negro.
También el primer bailarín Dani Hernández y la bailarina principal Estheysis Menéndez sedujeron al público asistente a la gala mediante su sensibilidad y elegancia en el adagio de El lago de los cisnes.
Otras piezas importantes en la carrera de Alonso como La bella durmiente del bosque, Coppélia y La fille mal gardée también cobraron vida en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, espacio que resultó pequeño para acoger a los admiradores de la danza clásica cubana.
Los miembros de la prestigiosa compañía homenajearon a su maestra, quien al concluir la función agradeció desde el escenario con las reverencias y gestos que la han caracterizado a lo largo de su trayectoria profesional.
(Con información de AIN)
Dr. Higinio Contrera
22/12/15 21:53
Fue sencillamente una gala extraordinaria, genial, hecha con un exquisito gusto, como suele hacer las cosas ese grande que se nombra Alberto Méndez, quien junto Alicia debía dirigir la compañía, en el trascurso de la noche, durante la velada, se vivieron instantes espectaculares cuando la esplendorosa Anette Delgado danzó la variación del primer acto de Giselle para más tarde transformarse en Odile y enloquecer al auditorio en una prefecta coda del cisne negro. La otra a mencionar es Estheysis Menéndez, esplendida con Dani Hernández en el pas de deux del segundo acto de El Lago de los cines ¡Felicidades Alicia! grande entre las grandes, única, inmortal e irreemplazable en el universo de la danza. Larga Vida.
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