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jueves, 7 de noviembre de 2024

Autosuficiencia sanitaria, un reto regional

La Declaración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elaboró estrategias para garantizar la autosuficiencia sanitaria en la región de América Latina y el Caribe...

Daniel de la Osa Camacho en Exclusivo 29/09/2021
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AMLO - Bárcenas
La región de América Latina y el Caribe ha sido la más golpeada por la pandemia, lo que ha arrojado a la luz vulnerabilidades y trazado retos a enfrentar. (DRV Noticias)

El pasado 18 de septiembre sesionó en Ciudad de México la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). En la declaración final del evento se establecieron 44 acuerdos, entre ellos el referido a la Declaración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Esta declaración, cuyo documento está compuesto de dos partes, fue resultado de una petición de México en ejercicio de la Presidencia pro tempore de la CELAC para elaborar un plan de autosuficiencia sanitaria que recogiera un diagnóstico sobre las capacidades en materia de salud de la región y tomarlas como base para trazar las estrategias, políticas y líneas de acción sobre el tema. Estas deben ser desarrolladas e implementadas por los gobiernos y sus instituciones responsables en aras de ganar mayor autosuficiencia sanitaria en el enfrentamiento a eventos de salud como el de la Covid-19 o de otro tipo.

Desde Cubahora compartimos algunos de los principales aspectos del documento ofrecido por la CEPAL en la cumbre de mandatarios latinoamericanos y del Caribe y aprobado por unanimidad, titulado: “Lineamientos y propuestas para un plan de autosuficiencia sanitaria en América Latina y el Caribe”.

CONTEXTO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE

La región de América Latina y el Caribe ha sido las más golpeada por la pandemia, lo que ha arrojado a la luz vulnerabilidades y trazado retos a enfrentar en los entornos económicos, sanitarios, sociales y productivos. Según el informe de la CEPAL, al cierre del mes de agosto, la región registraba el 20,1% de los contagiados y el 32% de los fallecidos, pese a representar el 8,4% de la población mundial.

Encontrar u obtener la vacuna que permita inmunizar a la población o al menos defenderse de la enfermedad del coronavirus ha sido entonces uno de los principales retos regionales. Es por ello que existen diversos esfuerzos en el desarrollo y producción de vacunas. Sin embargo, aunque varios países latinoamericanos y del Caribe poseen proyectos en etapa preclínica, solo en Cuba, Brasil y México existen proyectos en fases de ensayo clínico. En ese sentido cabe resaltar que nuestro país es el único en esta parte del mundo en tener vacunas aprobadas para el uso de emergencia.

  • Consulte además: Vacunación contra la COVID-19: avances y retos de América Latina y el Caribe

Por lo tanto, otras de las soluciones en la región ha sido adquirir vacunas de otros países como AstraZeneca y Sputnik V. No obstante, desde que se lanzaron al mercado las vacunas de otras naciones para enfrentar la pandemia, solo se han tenido tres mecanismos para poder acceder a ellas: acuerdos directos entre su gobierno y los fabricantes, compras agregadas entre países y participación en el Mecanismo COVAX, sin contar las donaciones entre países.

En este sentido la región ha diversificado sus opciones entre las vacunas de los Estados Unidos, Europa, la Federación de Rusia, China y la India. Sin embargo, la alta desigualdad existente en el acceso universal a estas vacunas muestra cómo los países, principalmente los más avanzados, trazaron una estrategia de establecer compromisos de compra anticipada de las mismas, incluso estando en fase de investigación, para poder tener asegurado un acceso privilegiado a estas.

Incluso en la región a mediados de abril de 2021, al menos 17 países de América Latina habían establecido acuerdos con distintos laboratorios a través de compromisos de compra anticipada de vacunas, y 14 de ellos también las obtendrían a través del Mecanismo COVAX. Además, cuatro países son potenciales receptores de vacunas financiadas por el Mecanismo COVAX AMC. En cambio, del Caribe ningún país tiene acuerdos directos con los laboratorios, si bien ocho países han asumido compromisos utilizando el Mecanismo COVAX y otros seis son beneficiarios de COVAX AMC.

Según datos del informe, al cierre del 31 de agosto de 2021 se contabilizaban 15 600 millones de dosis comprometidas a través de contratos individuales, negociaciones en bloque y el Mecanismo COVAX. De ellos el 39% se concentra en un grupo de países desarrollados que ocupa solo el 12,9% de la población mundial, lo que demuestra el sesgo existente en estos compromisos de compra.

Debido a esta situación la velocidad de vacunación de las poblaciones en el continente es muy heterogénea. Se calcula que un grupo de 10 países (entre ellos Cuba) tendrá el 70% de su población vacunada para finales de 2021 y mediados de 2022, otro grupo de 9 países, para finales de 2022 y un tercer grupo de 14 países para el 2023.

CUBA FRENTE A LA HEGEMONÍA SANITARIA

En esta situación en que ha vivido la región durante todo el tiempo de pandemia, para la Mayor de las Antillas las cosas serían igual o peor, ya que sobre ella pesan sanciones económicas y un bloqueo comercial y financiero de más de 60 años, que entorpece el empeño de nuestros científicos y médicos para avanzar en esta crisis epidemiológica.

Si bien se reconoce desde la CEPAL que la fortaleza de nuestro país se basa en su experiencia en la investigación y producción de vacunas y medicamentos biotecnológicos, también se señalan las dificultades existentes como el limitado acceso a recursos externos y a otros países para ampliar los ensayos clínicos.

No obstante, queda explícito en el informe que donde tienen lugar las investigaciones más avanzadas en América Latina y el Caribe son en el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), ambos de Cuba, haciendo mención a las vacunas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, que se encuentran en la fase III de ensayos clínicos y autorizadas para su uso de emergencia.

Además, Cuba ha destinado una gran parte de sus recursos para el desarrollo y producción de las mismas. De acuerdo a la declaración, existen dos fuentes de ingreso al gasto de salud en el país: el aporte financiero (89%) y el gasto de bolsillo (11%). En el caso del último, posee el menor por ciento de la región. Además, se cuentan con los donativos en insumos médicos recibidos. Gracias a todo este esfuerzo el pasado 22 de septiembre se llegaron a producir todas las dosis necesarias para vacunar a toda la población.

En el caso de Cuba desde la CEPAL se destaca su no inclusión en el Mecanismo COVAX y el hecho de haber apostado por el desarrollo y producción de su propia vacuna.

Actualmente, siendo Cuba el país con mayor tasa de vacunación diaria por millón de habitantes según datos del sitio ourworldindata.com, se conoce que al cierre del 26 de septiembre el 44,9% de la población ha recibido el esquema de vacunación completo.

La nación cubana muestra al mundo los resultados de un esfuerzo colectivo que parte desde el interés gubernamental para garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19. Además, en múltiples foros internacionales como la VI Cumbre de la CELAC ha mostrado su voluntad de colaborar con los países que lo necesiten en ese sentido.

Urge para la región la búsqueda de soluciones multilaterales donde primen el apoyo, la solidaridad, el internacionalismo entre las naciones, y construir así una América Latina y el Caribe más unida para enfrentar crisis como esta y de todo tipo de envergadura.


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Daniel de la Osa Camacho

Licenciado en Ciencias de la Información y Periodista de Datos


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