La salvia, una amiga de la piel y su belleza

Hola amiga y amigo de Parada con Estilo, que alegría poder estar de vuelta con ustedes. Digo de vuelta porque hace unas cuatro semanas que no escribo para el blog y, por tal motivo, se han tenido que republicar artículos pasados. Pero dice una frase llena de sabiduría que “todo pasa” y gracias a esa eterna dinámica de la existencia y las circunstancias es que hoy he podido recomenzar mis publicaciones.

Soy amante de la vida toda y de la naturaleza en todo su esplendor, por eso me encantan las plantas y cultivo las que mi espacio me permite. Dentro de ellas tengo una planta de Salvia y algunos de mis conocidos me preguntan para qué la cultivo. Siempre doy la misma respuesta: “para cuando tu piel o tu pelo la necesiten”. Por lo general se quedan desconcertados pues algunos saben que la salvia es buena para algunas afecciones pero no imaginan que resulte útil en el cuidado de nuestra piel.

La Salvia es una planta muy común en nuestro país y gran parte de nuestra población la emplea por tradición para resolver algunas afecciones de salud y para fines religiosos. Pero lo que pocos conocen es que resulta muy beneficiosa para los cuidados estéticos de nuestra piel.

El empleo de la Salvia en asuntos de cosmética se debe, en gran parte, a sus efectos refrescantes, antibacterianos y antioxidantes. A dichas propiedades se les suman la de cicatrizante y revitalizante.

Dentro de las propiedades más aprovechadas por la industria cosmética en relación a la Salvia es que mejora la circulación sanguínea, esto trae como como fenómeno consiguiente que ocurra una estimulación en los proceso de nutrición y regeneración celular. Ambos procesos son de vital importancia para mantener la piel en buen estado y prevenir los síntomas de envejecimiento prematuro.

Sus propiedades antioxidantes vienen dadas, en su mayor parte, por la concentrada presencia de vitamina C en ella. Recordemos que dicha vitamina es uno de los antioxidantes más fuertes que se conocen y sus beneficios sobre la salud y apariencia de la piel han sido suficientemente estudiados.

Pero les propongo ir a la práctica con esto de la Salvia y compartir algunas maneras de emplearla. Comencemos por preparar una mascarilla para piel grasa. Vamos a necesitar dos cucharadas de pedacitos pequeños de hojas de Salvia, una taza de agua hirviendo y dos cucharadas de yogurt natural.

Tenemos que echar las dos cucharadas de pedacitos de hojas en la taza de agua hirviendo y dejar reposar hasta que se refresque. Después mezclamos bien dos cucharadas de ese preparado con las dos cucharadas de yogurt para luego aplicar sobre nuestro rostro y dejar que se seque. Una vez seca la mezcla entonces enjuagamos con abundante agua fresca.

Podemos también hacer un preparado para pieles sensibles. Para esto procedemos igual que en la receta anterior pero sin emplear el yogurt, es decir, sólo será la Salvia en el agua hirviendo. Para utilizar el producto cogemos un pedazo de algodón lo mojamos en el preparado y lo pasamos por todo el rostro. Esto ayudará a limpiar el rostro sin irritarlo.

También es de gran beneficio el aceite esencial de la Salvia que deviene como un poderoso antiséptico, cicatrizante y astringente. El aceite de Salvia también resulta muy útil en masajes y fricciones debido a su efecto relajante y antiinflamatorio.

La Salvia también resulta una de las plantas más empleada en remedios naturales para combatir el acné y las diferentes lesiones que lo conforman. Para ello se emplea de manera tópica preparando una infusión y aplicando en forma de fomentos sobre la piel.

Amiga y amigo, la Salvia también contiene vitamina A que ayuda en la hidratación y regeneración de la piel. Posee además vitamina K que ayuda a que la piel se revitalice de manera natural mostrando un aspecto saludable.

Podemos seguir añadiendo razones por las cuales deberíamos darnos a la tarea de conocer más sobre esta espléndida planta e incluso, de ser posible, sembrar y cultivar al menos una en nuestro hogar. Ella nos ayuda en situaciones de resfriados y trastornos respiratorios, cuida nuestra piel del envejecimiento prematuro, ayuda en el cuidado de heridas evitando que se infecten y ayudando a su cicatrización, ayuda a combatir intoxicaciones alimentarias, mejora la memoria, ayuda en dolores musculares, ayuda a mantener el cabello en buen estado, aclarar algunas tonalidades y a controlar la caspa… en fin, nos ayuda a cultivar nuestra belleza y bienestar.

Ahora me despido, con el deseo de que siempre siga siendo yo de alguna utilidad para esos inquietos corazones que transitan por la vida interesados en cultivar una belleza saludable. Hasta la próxima semana, chao y suerte.