La belleza natural y su secreto

Es de madrugada y estoy escribiendo para ti, amiga y amigo de Parada con Estilo. Escribo y pienso en qué podré regalarte para esta semana y es entonces que, una vez más, viene a mi mente el poeta, filósofo, maestro y místico Rabindranath Tagore. Está decidido, mi regalo serán algunos de sus profundos y magníficos pensamientos, eso haré:

“Si cierras la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera”
“Es fácil hablar claro cuando no se va a decir toda la verdad”
“El bosque sería muy triste si sólo cantarán los pájaros que mejor lo hacen”
“Agradece a la llama por su luz, pero no olvides el pie del candil que constante y paciente la sostiene en la sombra”

He echado un vistazo a mis últimos artículos y me he percatado que hace muchas semanas no coloco en ellos la palabra UTACO. Las amigas y amigos que participan del blog desde hace algún tiempo recordarán que UTACO significa “Un Toque de Amor Consciente” y constituye mi filosofía de vida y trabajo.

Aunque en verdad ya no es sólo mi filosofía de vida y trabajo sino también pues algunos profesionales del masaje y los tratamientos faciales se me han acercado interesados en la idea de ayudar a promover el cultivo de una Belleza Saludable. Sin pretenderlo se está conformando una pequeña comunidad a la que le hemos llamado cariñosamente profesionales UTACO.

Todos trabajamos en lugares diferentes pero nos une el interés por la Belleza Natural que siempre emerge del bienestar. Lo cuestión no es reinventar nuestra belleza sino darle lo que necesita para que ella emerja por su propia potencialidad. Es aprender a escuchar la voz oculta de nuestra belleza potencial y descubrir qué nos está pidiendo, qué mensaje nos está transmitiendo sobre lo que estamos haciendo de más o lo que estamos haciendo equivocadamente en función de su cultivo.

La filosofía de UTACO nos recuerda que la belleza no es algo aislado sino el magnífico resultado de todo un conjunto pues nada es bello por sí solo sino en relación a algo más. A veces, por ejemplo, queremos que nuestra piel luzca diferente y comenzamos a actuar directamente sobre ella, estamos olvidando que la piel externa es como la pantalla de un cine donde lo que se ve es una proyección.

¿Qué es lo que se proyecta en nuestra piel?, nos proyectamos nosotros mismos en nuestra totalidad, desde los aspectos fisiológicos del cuerpo hasta nuestras programaciones mentales, nuestro mundo emocional, el estado de nuestras relaciones, la formas en que afrontamos nuestro estudio, trabajo…, es decir, nos proyectamos nosotros y la forma en que asumimos nuestra realidad.

Por eso siempre insisto no tanto en el empleo o la aplicación de incontables productos, remedios o tratamientos. El primer paso es comprender de qué se trata todo y cómo lo que estoy tratando de transformar es una proyección de algo más profundo.

Ahora mismo estoy sonriendo porque ha cruzado por mi mente la imagen de una señora mayor que me visitó para atender desde el punto de vista de la estética cosmética la piel de su rostro. ¿Qué hice?, lo que hago siempre, utilizar UTACO para comprender su piel, descifrar lo que está proyectando y darle sólo lo que en verdad necesita. Lo que hice fue regar de manera adecuada la maravillosa planta de la Belleza Natural que está presente en todos.

¿El resultado?, una persona feliz, satisfecha, agradecida y, lo más importante, convencida de que la edad y el nivel económico no tienen que  ver con el hecho de poder cultivar una belleza natural que siempre es saludable.

Amiga y amigo de Parada con Estilo, la señora mayor de la cual les conté se llama Ana y si comenté sobre ella no es para vanagloriarme de mi trabajo sino para estimularle a que cultive su belleza pero desde la sencillez y de manera adecuada.

Ahora me despido, ya casi amanece y promete ser un día hermoso. Pronto salgo a mi trabajo y a mi misión, brindarle UTACO a toda persona que se cruce en mi camino. A usted le deseo una hermosa semana pero, sobre todo, una semana donde reflexione mucho sobre la manera en que está cultivando su belleza y decida después si ese cultivo tributa también a su bienestar. Chao y suerte.