Ammonite, una historia de amor entre mujeres del siglo XIX

Llega un nuevo mes, y con él, nuevos materiales a los que dirigir las miradas en nuestro Martes de estrenos, esta vez, les presento Ammonite.

Comienza noviembre, onceno mes de este año tan loco, que, por suerte, ha permitido que continúen apareciendo películas para hacernos compañía, llevarnos a la reflexión y el debate, divertirnos y sacarnos de la rutina, la cuarentena y todos los problemas que podamos tener.

Hoy, en este Martes de Estrenos, no les hablaré de varias propuestas, sino de una, que ya ha provocado la respuesta de la crítica especializada, y que, por su temática, logrará aún más atención después de su estreno. Hablo de Ammonite, una producción de Reino Unido, que nació con guion y dirección de Francis Lee, y que llegará a los cines este 13 de noviembre.

Lee, originario de Yorkshire, Reino Unido, tiene un historial de trabajos como actor para producciones de teatro, cine y televisión, mientras que debuta como director en 2012 con el cortometraje The Farmer´s Wife. Sus obras se han presentado en distintos eventos, como el Festival de Palm Springs, y Tierra de Dios, su primer largometraje, ganó el Premio Especial del Jurado World Cinema en Sundance, el Teddy de la Berlinale y el Premio CICAE en Sevilla.

Ammonite es su última producción hasta la fecha, y ya fue presentada en el Festival de Toronto. Sin más vueltas, este filme de 117 minutos, aproximadamente, narra la historia de amor en la Inglaterra de 1840 entre la paleontóloga Mary Anning y Charlotte Murchinson, una mujer casada.

Ambientado en la conservadora sociedad británica del siglo XIX, este filme se basa en la vida de la buscadora de fósiles Mary Anning, quien, en vida real, fue la primera paleontóloga en ser reconocida como tal y que realizó grandes hallazgos de los lechos marinos del período Jurásico de la localidad inglesa Lyme Regis, donde ella vivía.

Como podría esperarse de esa sociedad del siglo XIX, debido a su sexo, y a la condición de trabajadora humilde, más la religión en que fue criada (sus padres eran protestantes no anglicanos), nunca fue propiamente reconocida en los círculos científicos, ni aceptada en clubes, a pesar de su intensa y fructífera labor autodidacta como paleontóloga, y también como coleccionista y comerciante de fósiles. Se comenta que la verdadera Anning se consolaba con la estrecha amistad que sostenía con su colega geóloga Charlotte Murchison, cuya propia experiencia parece haber igualado y antecedido a la de su marido.

Lee presenta las cosas desde otro ángulo, Anning aparece como mujer dura, capaz pero preocupada, acostumbrada a no declarar sus sentimientos, y como científica obligada a ser vendedora para subvencionar su trabajo científico, recorriendo la costa en busca de fósiles, como cazadora de antiguos secretos evolutivos.

En su vida aparece un científico londinense, profesando admirar el trabajo que realiza. Este es Roderick Murchison, quien tiene a su esposa Charlotte catatónicamente deprimida. Pregunta si, a cambio de un pago sustancial en efectivo, podría dejar a su esposa para que se aloje con Anning por un tiempo, y que el aire marino y los pensamientos científicos saludables curen su supuesta melancolía.

La historia continua con la relación que se establece entre ambas, de la que mucho no puedo hablar aún, debido a que no he visto la película, sin embargo, la crítica internacional sí, y más que hacer énfasis en el guión o el relato, destacan las actuaciones.

Ese interés de la crítica en las actuaciones se debe al desempeño de Kate Winslet y Saoirse Ronan, quienes interpretan a Mary Anning y Charlotte Murchison, respectivamente.

Según comparten varios medios especializados en el séptimo arte, Winslet le otorga una mirada de perpetuo resentimiento cauteloso, pero una feroz afirmación intelectual a Mary; mientras, Ronan interpreta a una Charlotte glacial y pálida mientras camina con cautela por la playa detrás de Anning, pero que a medida que avanza su relación con ella, su estado de ánimo se desvanece, muestra exactamente dónde ha llegado su inteligencia, y que es precisamente el atrevimiento efervescente y coqueto de Charlotte lo que le permite tomar la iniciativa en su aventura.

El elenco está compuesto además por: Gemma Jones (madre de Mary Anning), James McArdle (Roderick Murchison), Alec Secareanu, Fiona Shaw, Sam Parks, Claire Rushbrook, Sarah White, Liam Thomas, Nick Pearse, Victoria Elliott, Beatrice Curnew, Susie Baxter, Gethin Alderman, Robert Purdy, Max Dowler, Paul Doods, John Mackay, Wendy Nottingham, y Peter Gregson.

La película en sí ha recibido una calificación positiva, pero no es el ser un drama romántico de época lo que ha propiciado esto, sino el desempeño de sus actrices, principalmente el de Winslet, del que se habla es el mejor trabajo que ha realizado en estos últimos años.

También resaltan la cadencia con que Francis Lee estableció la dinámica entre las mujeres, aprovechando al máximo su química, y agregan que, aunque no es una historia extraordinaria, sí consigue transmitir más emociones cuando se desarrolla a través de las miradas y los silencios. Fue tal la confianza del director en sus actrices, que la escena sexual fue coreografiada por ambas, y Winslet en varias ocasiones ha comentado ya su orgullo por ello.

De igual forma, se debe subrayar que Ammonite ha sido mejor recibida por parte de la crítica europea, ya que se han visto conmovidos con una obra que más que profundizar en la pasión amorosa, sumerge al espectador en la disertación de que amar puede cegar al amante al verdadero entendimiento del otro.

Por su parte, la crítica norteamericana se ha mostrado inconforme con la frialdad del relato. Mientras, varios periodistas han encontrado más atributos positivos a este trabajo que gustará a un gran segmento de la audiencia, vaticinan en sus evaluaciones.

Una de las cosas que mencionan no tiene a favor Ammonite, es la inevitable comparación con Retrato de una mujer en llamas (2019), y el estreno a poco tiempo de distancia de ese filme de Céline Sciamma, que poderosamente evoca el romance entre dos mujeres en la Francia del siglo XVIII. A tener en cuenta que es Neon, distribuidora y productora independiente la que está detrás de ambas películas.

Sólo nos queda por ver la película y pensar en cuan acertadas o no estuvieron esas críticas y comentarios. Igual, considero que sería interesante pensar en los lazos que existen en las metáforas escondidas detrás de la caza de los fósiles (el descubrimiento de secretos, la ruptura de piedras, el hallazgo), y el amor que encuentran Charlotte y Mary, que lejos de ser un fósil, resultó vivo.