¿Un mundo feliz? (+pdf)

El tiempo se iguala a muchas cosas. El tiempo es oro, es dinero. Es también mercancía,  plustrabajo. Es de nadie: el tiempo, o una propiedad: mi tiempo. Se invierte, invierto mi tiempo en aprender guitarra, en ir a la escuela. Se hace, hago un tiempo para comer. Se toma o se da: ¿nos damos un tiempo? Se espera, se gasta, se ahorra, se mide…

 Ahora piense en lo que significa para el mundo actual. Los procesos se han automatizado, la comunicación, los viajes y las cadenas productivas son más rápidos, las cosas se hacen en serie, una detrás de otra, por cantidades, uniformes. Es la época de las grandes industrias, las trasnacionales  y la globalización. Sin embargo, ¿tenemos por ello más tiempo libre? ¿Empleamos nuestro tiempo en lo que queremos o en lo que se quiere?

 Imagine que no son solo cosas las que se producen en serie, sino seres humanos. Sí, en diferentes modelos: Alfa, Betas, Gammas, Deltas y Epsilones. Hombres y mujeres estandarizados, mellizos idénticos, con el mismo nivel intelectual y diseñados para cumplir la misión que se les asigne. Todos condicionados biológica y psicológicamente para pensar y consumir lo que está preestablecido para ellos. El soma, una especie de droga, los hace olvidarse de sus problemas.

 Esto es lo que propone el libro Un Mundo Feliz, del escritor inglés Aldous Huxley. Afuera de esa sociedad hay reservas con los llamados salvajes, que viven en lugares subdesarrollados, pero son más libres.

Varios personajes entrelazan sus historias: la ciudadana perfecta, el inadaptado social y el forastero, hijos de su tiempo, se encuentran, conviven y se enfrentan. Cada uno, contradictoriamente, muestra que la individualidad sobrevive hasta en el mundo más estandarizado.

Descargue el libro aquí (Archivo pdf de 705 KB)