La llamada de lo salvaje

“La llamada de lo salvaje”, también conocido como “El llamado de la selva” es una novela corta protagonizada y contada desde el punto de vista de un perro, Buck, en la zona ártica cera del río Yukón, en Alaska.

En ella se aprecia la experiencia de su autor, el estadounidense Jack London, quien a los 21 años marchó a Klondike, en la misma región, cuando la fiebre del oro. La vida dura que allí vivió aparece reflejada también en varias de sus obras, entre ellas “El silencio blanco y otros cuentos”.

Alaska, un territorio inhóspito dará lugar en el libro a una constante lucha por la supervivencia, una guerra perpetua entre el hombre y la naturaleza, a la que valora, pero también teme. Allí el perro Buck, un cruce entre San Bernardo y Border Collie, será testigo de la crueldad de los seres humanos y la austeridad de la vida fuera de la comodidad del hogar cuando cae en manos de buscadores de oro.

Entonces tendrá que guiarse por sus primitivos instintos, pero no deja de lado la bondad de su corazón ni el recuerdo de su amo. Tendrá que adaptarse a las dificultades del campamento y sus largas horas de trabajo e intentar sobrevivir.

London describe las situaciones y los parajes del lugar con maestría. Así nos permitirá imaginar los árboles cubiertos de nieve y ese frío aterrador que amenaza constantemente ante el menor desliz.

La obra se centra en el mundo animal. Los personajes, humanos o no, muestran diversos sentimientos y actitudes, desde lealtad, amor, respeto hasta insensibilidad y crueldad.

Como el narrador es un perro, podría llamarle la atención a los que quieren mucho a estos animales. Sin embargo, debo advertir que el libro tiene situaciones de violencia que podrían herir sensibilidades.

“La llamada de lo salvaje”, por su contenido aventurero, puede ser un buen libro para adolescentes y jóvenes. Aunque es para todas las edades.