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viernes, 1 de noviembre de 2024

¿Qué le pasa al Tottenham?

Los Spurs de Mauricio Pochettino aún no logran cuajar un rendimiento estable en este inicio de temporada...

Haroldo Miguel Luis Castro
en Exclusivo 08/10/2019
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Pochettino
Luego de ocho jornadas en la Premier League, la escuadra londinense ocupa la novena posición de la tabla con dos empates , tres derrotas e igual número de victorias (Foto: Marca).

En el fútbol, a veces con atrofiar el más mínimo e insignificante de los detalles se consigue anular esa variable compleja e indeterminada que, entre esquemas, tácticas y horas de preparación, se encarga de conspirar con el universo para merecer el favor del gol. Algunos la llaman suerte, otros se empeñan en nombrarla racha. Poco importa cómo se califique lo inexplicable. Lo realmente significativo resulta saberla imprescindible para conseguir la victoria al final de cada jornada.

Por eso, nadie puede juzgar a Mauricio Pochettino cuando se empeña en encontrar una explicación lógica y razonable al hecho de haber pasado de rozar el cielo con las manos, a materializar un estreno de temporada de espanto.

El discreto inicio liguero, la grosera derrota frente al Colchester United de la League Two (cuarta división) por la Carabao Cup y la humillante capitulación a manos del Bayern Múnich en la más reciente fecha de la UEFA Champions League (goleada sin precedentes para una selección inglesa en lides europeas), describe el sombrío panorama de un conjunto convertido apenas en la sombra de lo que mostrara el pasado curso. 

Pochettino vive los peores momentos desde que asumió el mando del Tottenham en el verano de la campaña 2014-15, entonces una plantilla acostumbrada a los puestos mediocres del campeonato doméstico y habituada a participar en la Europa League.

Si bien es cierto que la innegable presencia del mejor Manchester City de todos los tiempos unido a las propias limitaciones económicas y deportivas de la entidad londinense han frustrado las aspiraciones de conquistar la Premier, la construcción de un proyecto sólido y coherente dio al traste con la discusión de una final de Champions que, cuanto menos, provocó un cambio de imagen para los Spurs en el Viejo Continente. Sin embargo, la resaca de haber llegado tan lejos se ha vuelto en un auténtico problema.

Aun cuando el seleccionador argentino se deshace en elogios y asegura confiar plenamente en el compromiso y profesionalidad de sus pupilos, sabe de sobra que algo ha cambiado en los últimos meses. El título frustrado de Madrid los ha llevado a un escenario nuevo donde “el club debe decidir un proyecto a mediano y largo plazo” tras el obvio cambio de panorama y expectativas.

La relativa inestabilidad que experimenta el vestuario con la posible salida de jugadores claves, quizás esté influyendo sobremanera. Figuras de la talla de Christian Ericksen, Toby Alderweireld o Jan Vertonghen acaban contrato al final del presente curso y no parecen en disposición de alargar mucho más su estancia en el New White Hart Line. Sin mencionar que algunos como Danny Rose continúan luego de haber escuchado propuestas en busca de mejores oportunidades.

La gestión de los fichajes también ha dejado mucho que desear. De conservar prácticamente la misma nómina con la que comenzó la “Era Pochettino” (Lloris, Rose, Alderweireld, Vertonghen, Ben Davies, Lamela, Dier, Dele Alli, Eriksen, Winks, Son o Kane) y mantener durante 517 días una política de cero gastos, transitaron a la siempre peligrosa compra sin aparente sentido. Pues hasta el momento nada, o casi nada, han aportado los nuevos.

Taguy Ndombele ya ha demostrado con creces su capacidad para protagonizar lo mejor y lo peor. Sessegnon, lesionado, se mantiene sin debutar. Giovani Lo Celso apenas ha podido jugar 44 minutos y el extremo Jack Clarke terminó cedido al Leeds United bajo las órdenes del “Loco” Marcelo Bielsa.

A todo esto, se le suma la aparición de cierta incapacidad a la hora de amarrar resultados pese a continuar defendiendo la filosofía de la presión alta y la profundidad del ataque por el centro del campo. Arsenal, Olympiacos, Leicester y Bayern Múnich se han servido de errores y despistes inexplicables para sacar del congelador partidos en teoría acabados.

Por el momento, el bueno de “Poche” cuenta con el apoyo de los mandamases para revertir la situación y ponerle punto final a la crisis, aunque las casas de apuestas ya dan al portugués José Mourinho candidato favorito para sustituirlo. Las próximas semanas nos dirán si en definitiva lo que mal empieza, mal acaba.


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Haroldo Miguel Luis Castro

Periodista y podcaster


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