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viernes, 22 de noviembre de 2024

Encrucijadas

Cuando el ego se aferra a lo imposible, ningún consejo es suficiente para salir del atolladero...

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 30/01/2024
2 comentarios
Intimidades 30 de enero, 2024
Si te cuesta tomar una decisión, la otra parte puede decidir por ti. (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

Un lector me llama, desesperado: “¡¿Qué hago para que mi mujer no me abandone?!”. Mi primer instinto es decirle que la deje ir, pero me aguanto. Lo que sé de ese matrimonio desde hace años me lo ha contado él mismo, y si me permiten una expresión muy jorgiana, la relación de ellos está de tóxica para allá como 15 kilómetros.

¿Por qué insistiría un hombre en permanecer al lado de una persona que lo humilla y hace sentir miserable, insuficiente, infeliz? Porque la ama, dice él, lo cual significa que no debe amarse ni un poquito a sí mismo. Porque es la única mujer que le gusta, asegura. Pero hace como 20 años que no ha “probado” nada más, así que la referencia es escasa.

Para más detalles, ella es casada. Con otro, sí. Él permanece en stand by hace dos décadas porque todavía cree que va a dejarlo (ah, la inocencia de los que no quieren ver), y su único hijo es una zona ambigua: mi lector asegura que es suyo y ayuda a mantenerlo, pero el apellido y los cumpleaños los acapara el padre legal.

Por ahí empezaron las llamadas a la consejería, hace 16 años: le propuso hablar con el chiquillo cuando creciera, para clarificar el asunto, y ella le dijo que hasta ese día llegaría esa “amistad con beneficios”. ¿Cómo elegir entre ser padre o amante?

No les voy a contar todo el daño que se hicieron mutuamente en estos tres lustros, entre otras cosas porque no me consta (solo tengo la versión del hombre). Y aunque ella sea una santa (que no lo es, si manipula así la paternidad de ambos), el vínculo está demasiado envenenado como para creer en un final feliz para ninguno de los cuatro.

El caso es que ahora él tiene un arranque de lucidez. Ahora entiende la necesidad de cortar esos lazos y vivir de verdad y no a la sombra de quien no le dio valor desde el primer día, aunque él le entregó las contraseñas de su cuerpo y su bolsillo sin condiciones y en exclusividad.

Ahora tiene la oportunidad de irse bien lejos y dejar de sufrir por un “hijo” que no sabe de su existencia, y con el que no ha tenido el más mínimo roce. De empezar con alguien de su pasado que pretende tejer un futuro mejor para ambos.

Pero el ego se aferra a lo imposible. No tiene poder legal ni moral para arrastrarlos a su aventura, y aun así me llama para explorar opciones, desde el chantaje emocional hasta el documental. Pregunta qué pasaría si aborda al marido y revela todo antes de montarse en el avión. Luego indaga con qué se puede seducir a una mujer que en 20 años no ha dejado su casa, su pueblito, su matrimonio, aunque él le ofreció una vida de lujos en la capital.

En casos así, el silencio es la mejor respuesta. Para mi paz mental, sobre todo. Digas lo que digas él va a sufrir, porque el alma se acomoda a recibir limosnas y no entiende de saltos realmente cualitativos. Esa es su zona de (dis)confort y le da mucho miedo dejarla. Por eso anda buscando quien le dé el empujón necesario, y tener luego a quien culpar cuando caiga en la fase de negación del duelo.

En el grupo de WhatsApp de Senti2 debatimos un caso parecido. Cada cual desde su experiencia opinó sobre cómo salir (o no) de una encrucijada similar. Las diferencias de criterio se basaron en el nivel de autoestima y empecinamiento de cada cual cuando de amores difíciles se trata.

En el caso de esta crónica, hay poco del primero y mucho del segundo. Y además está el riesgo del que hablaban en el grupo: ¿Y si es una pataleta momentánea? ¿Y si una vez fuera del país decide mantener la ilusión que siempre ha llenado el vacío de esa historia? ¿Y si empieza a mandar dinero a cambio de algunas fotos para sostener su soledad con promesas, como hasta ahora, y dejar que a la larga lo tape el invierno, al estilo de la canción de Silvio?

Encrucijadas… Cada quien aprende cómo salir de ellas, generalmente por las malas. Y cuando se trata de relaciones, no hay que perder de vista una simple verdad: la otra parte puede tomar la iniciativa en cualquier momento, y cerrar todos los caminos que conducen a sus predios.


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Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...

Se han publicado 2 comentarios


Francov
 31/1/24 7:16

Muy interesante e instructivo

Nor1
 30/1/24 20:28

Han visto la película cubana "Perfecto amor equivocado"? Pues ahí lo resumo todo; la vida pone a casa cual en su sitio, el que le corresponde. Y muchos tienen lo que se merecen

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