(Des)pedidas...

Me llama la atención cómo varios blogs cubanos han tratado el tema de la emigración, las despedidas, los recuerdos y sobre todo de la nostalgia.

Casi puedo asegurar que los aviones son el mínimo común múltiplo de las familias cubanas. Como antes (y ahora) todos teníamos de congo y carabalí, por estos tiempos en casi todas las familias tenemos FE (siglas populares que resumen el término: familia en el exterior).

De nada vale escudriñar las causas y satanizar decisiones, es mejor ver los hechos. Tampoco me sirve saber que en Latinoamérica pasa lo mismo, ni que los portugueses están (re)corriendo hacia las antiguas colonias de nuevo, tampoco necesito la cifra de los marroquíes que fallecen en el mar o de los marielitos y los balseros… ya sé que es un fenómeno global.

Por ejemplo, Yudivian en Pedazos, describe a la perfección la saudade de las partidas. Rafael, en El Microwave, a través del post Gabriela recuerda las amistades de la infancia y el eterno volver y revolver de los recuerdos, cuando los lugares son los mismos, las voces son idénticas pero ya nada es igual.

Registrando también encontré Wath if de Elaine, limpio y directo al pulmón. Pero el que más me gustó fue El día… de Liliam, porque la amistad duele y lo definitivo también.

Mariam escribió sobre la emigración desde los abrazos, sobre todo el de su padre, Un abrazo.

Mi familia también tiene sus recuerdos lejanos, con fronteras difusas entre el norte revuelto y L´Italie, López y Pinos que gracias a la magia de Internet puedo saludar todos los días pero no besar, que se cuando lloran o ríen pero no veo sus lágrimas ni oigo sus risas, partes de un todo que está disperso a miles de kilómetros y cientos de monedas de distancia.

No juzgo a nadie, ni los balseros, ni los marroquíes, ni a mis amigos de la escuela que están desperdigados como yaquis entre Noruega, Rumania y Tampa. La vida solo depende de las decisiones que tomamos, pedidos individuales que obedecen a tantas razones como emigrantes existen en el planeta.