Han pasado muchos años, pero había unos dibujos animados de aquellos tiempos en los que reflejaban que cuando alguien buscaba una solución y la encontraba, aparecía la imagen de una bombilla encendida sobre su cabeza.
Y todavía persiste en estos momentos la frase de “tener la chispa encendida” en alusión a tener la mente siempre activa para pensar, analizar y encontrar explicaciones o soluciones de manera rápida en las condiciones más difíciles.
Estos recuerdos llegaron a partir de las 3 y 8 minutos de la madrugada de este miércoles 17 de agosto cuando se apagó el ventilador y los mosquitos acudieron inmediatamente a molestar tanto o más con un zumbido que con las picadas.
Ese apagón llegó tres horas después de que fuera restablecido el servicio eléctrico a las 12 de la noche tras estar interrumpido casi seis horas, cuando ya al amanecer había sido retirada otras seis horas. (Consta que hubo circuitos con peores situaciones)
- Consulte además: Convivir con el apagón
Cuando estos cortes se van haciendo frecuentes, más prolongados y estamos otra vez en verano, suele suceder que el apagón no es sólo en materia de luz, pues estos elementos pueden crear condiciones para apagar otro bombillo, el del razonamiento: el calor, el receso escolar que hace permanecer a los niños más tiempo en casa, las necesarias vacaciones que no pueden disfrutarse plenamente, sumados a las dificultades habituales que se acumulan.
Entonces se encienden unas emociones que van tomando cualquier rumbo, sobre todo si (como en este caso) uno trata de buscar en las redes sociales alguna información sobre lo que sucede y vuelve a notar que con el apagón coincide que los datos móviles en el celular no permiten o hacen muy lenta la navegación.
Esos contratiempos pueden hacer languidecer el bombillo del razonamiento para cuando en algún momento se halla información confiable de la Empresa Eléctrica Villa Clara, que en este caso explicó que luego del apagón por déficit en la capacidad de generación muchos circuitos de varios municipios continuaron sin electricidad porque una tormenta eléctrica dañó los transformadores.
Y peor aún si no se halla esa nota oportuna que dice la verdad y aparece la “bola” echada a rodar por el enemigo (o adversario, o contrario o contrarrevolucionario que es lo mismo) o lanzada por cualquiera sin malas intenciones.
Algunos “escribidores feisbuquianos” parecen creer o quieren confundir para que otros crean que los apagones los dan con toda intención de molestar y los dan “ellos”, en tercera persona del plural para aludir a quienes dirigen como si a ellos les conviniera tener una población descontenta.
Supongamos como cierta la mentira que lanzan libelos contrarrevolucionarios, y que quienes dirigen tienen todos esos defectos que ellos dicen ¿les convendría entonces crear situaciones complicadas mediante un apagón que les haría perder supuestos privilegios que el enemigo dice falsamente?
Los apagones no concluirán de la noche a la mañana, y este post tampoco termina, es solo el comienzo para tener la bombilla mental encendida aunque se apaguen las eléctricas.
Sobre cómo se rotan los apagones en Villa Clara y qué se tiene en cuenta para esa rotación, trataremos en próximos viernes.
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