¿Se pueden rejuvenecer las arterias y el corazón?

Hay frases que se escuchan como aquella que dice “está muy viejo para realizar esa tarea” y casi siempre es para referirse al aspecto físico de esa persona. Pero, independientemente de lo visual, también una persona puede estar más deteriorada, incluso, por encima de su edad real por cuenta de su corazón y sus arterias. Es la llamada edad vascular.

En la edad vascular vemos como una persona fumadora y obesa de 42 años tendría una edad vascular de 66 años; sería como decir que sus arterias están 24 años más viejas en relación a lo que le corresponde por su edad cronológica, y por eso ese hombre cuarentón puede sufrir un infarto cardiaco con más facilidad que uno de 85 años con un buen estado de salud de sus arterias. Se dice que un hombre es tan viejo como sus arterias, y es que el envejecimiento vascular provoca que las arterias sean más rígidas, menos elásticas y eso daña progresivamente órganos vitales como el cerebro o los riñones, además de favorecer la aparición de hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca, todo conducente a desenlaces fatales antes de tiempo.

PERO ESO PUEDE MEJORARSE MUCHO

Se pueden hacer varias cosas, con la condición de que sea a la simultánea, para disminuir la edad vascular mejorando la salud de las arterias y así alargar la edad cronológica de manera útil. Entre las estrategias para mejorar el estado de nuestro corazón y de nuestras arterias se encuentran:

— Dejar de fumar es una de las estrategias más rejuvenecedoras, pues el tabaco es otro gran enemigo del endotelio y es el factor de riesgo cardiovascular modificable más importante. Por eso dejar de fumar es la estrategia más rentable y evidente en años de vida y dinero ganados.

Pero eso se encuentra en dependencia de lo pronto que se haga, pues a partir de los 30 años de edad se ganan 10 años en esperanza de vida, y a partir de los 60 años se ganan 3 años con respecto a quien sigue fumando. Por lo tanto, el daño del tabaco sobre nuestra salud está, sobre todo, en relación con el tiempo que se lleve fumando. Es un mensaje importante para los adolescentes, pues cuanto antes se haya empezado a fumar, peor para las arterias. Empezar a fumar antes de los 16 años se relaciona con el doble de riesgo de tener enfermedad arterial con respecto a los que comienzan más tarde.

— A partir de los 45 años de edad, y si existiese excesivo peso corporal, se debe vigilar anualmente los niveles de colesterol y de la presión arterial, pues tener el colesterol elevado es la causa de que se formen placas de ateroma en las arterias, y estos depósitos van reduciendo poco a poco el calibre arterial y al romperse pueden provocar trombosis. El ejercicio físico, no fumar y una dieta rica en fibra, vegetales, con pocas grasas saturadas son claves para mantenerlo a raya, aunque a veces serán necesarios medicamentos para bajar sus niveles. Por eso, junto con el tabaco, es el siguiente factor más desfavorable sobre nuestra edad vascular.

— Consumir una dieta variada con alimentos naturales saludables y menos alimentos industriales ricos en calorías y flojos en nutrientes. Eso implica una mejoría evidente en todos los factores de riesgo cardiovascular global, tal como sucede con el ejercicio físico. Y no solo son importantes las cantidades, pues los tipos de dieta influyen, como es el caso de la muy saludable dieta mediterránea, rica en pescado, vegetales, frutas y aceite de oliva, pues disminuye el estrés oxidativo y aumenta los años útiles de las arterias.

Del otro lado está el consumo de alimentos industriales que ronda el 50 % de las calorías diarias en algunos países desarrollados. A mayor número de calorías procedentes de estos alimentos mayor riesgo, pues se pudiera aumentar en 10 años la edad vascular.

— Aumentar la actividad física, puesto que el sedentarismo provoca un envejecimiento vascular porque los vasos sanguíneos se defienden peor del estrés oxidativo y su capa más interna, llamada endotelio, por donde se desliza la sangre en cada latido; ella se hace más resistente cuanto mayor es la actividad física.

— La presión arterial es otro factor de riesgo cardiovascular. Unos valores óptimos por debajo de 120/80 mmHg son el objetivo. En una persona aparentemente sana de 40 años de edad, incrementos de 10 mmHg de la presión sistólica, aumenta su edad vascular 2 años. Cifras mayores la aumentan cada vez más.

— Se debe dormir correctamente las horas necesitadas por el cuerpo, pues es fundamental para una buena salud cardiovascular, debido a que dormir menos de seis horas aumenta un 20% el riesgo de sufrir un infarto. Y dormir por debajo de 7 horas diarias aumenta de media 5 años la edad vascular.

Aparte de las horas de duración, una mala calidad del sueño se vincula con otros problemas, como la obesidad, la diabetes, aparición de arritmias cardiacas, mayor riesgo de accidente cerebrovascular, etcétera. Además, si nos dicen que roncamos y sufrimos pausas de apnea, casi siempre por obesidad, se debe conocer que esta condición incrementa mucho estos riesgos si no se trata.

LA EDAD VASCULAR ES UN CONCEPTO IMPORTANTE

Cuando hablamos de edad vascular se trata de crear conciencia en la población acerca de su riesgo cardiovascular. Sobre todo, de cómo pueden mejorarla a medida que adoptan cambios saludables en sus estilos de vida, recordando que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Cuba y en muchos otros países, sin contar quienes la sobreviven, pero a costa de una minusvalía para sus años de vida restantes.

Los factores mencionados tienen gran fuerza como principales factores de envejecimiento vascular, así como combatir otros factores emergentes, a los que no prestamos tanta atención, como la calidad del sueño. Todos juntos son también buenas armas para reducir la edad vascular, incluso, por debajo de la cronológica, y vivir más años de vida con calidad.