¿Mejora nuestro organismo al dejar de fumar?

Solo se reciben beneficios y ganancias, incluidas las monetarias, al abandonar la adicción al tabaco, pues su humo contiene más de 4 000 sustancias tóxicas y se vincula con más de 27 enfermedades y, por lo tanto, es capaz de afectar y dañar, muchas veces de manera irreversible, al cuerpo humano en toda su extensión, tanto desde el punto de vista físico como del psíquico.

ENFERMEDADES CONOCIDAS Y MENOS CONOCIDAS DEBIDO AL TABAQUISMO

Son muy conocidas las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y el cáncer de pulmón debidas a esta maligna adicción, pero se pueden señalar otras enfermedades relacionadas, como la degeneración macular, la afectación de la piel con la creación de arrugas prematuras, la osteoporosis, la amenaza de aborto, el bajo peso al nacimiento, etcétera.

Además, se le suma el daño psicológico del fumador, como es el remordimiento sentido al gastar dinero en una cajetilla de cigarros en vez de destinarlo a los hijos o al hogar, dañar la salud física de los menores al fumar en su presencia o el sufrimiento moral por las perturbaciones causadas a los seres más queridos y a sí mismo al encontrarse ingresado en una cama de hospital, muchas veces con una enfermedad fatalmente irreversible por no haber tenido el interés, la valentía y la voluntad de haber abandonado a tiempo esta perturbadora adicción.

SEGURA RECUPERACIÓN DE LA SALUD

La recuperación o la conservación de la salud al dejar de fumar es un punto fuerte para estimular al paciente fumador a que abandone el consumo de tabaco. Unos beneficios se producen inmediatamente, otros a medio plazo, y otros a largo plazo, pues a los 20 minutos, la presión arterial y el pulso se hacen normales, así como la temperatura corporal; a las 8 horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre disminuye; a las 24 horas, se reduce el riesgo de un evento cardiaco; a las 48 horas, se regeneran los sentidos del olfato y el gusto; de dos semanas a tres meses, se mejora la circulación; de uno a nueve meses, disminuye la tos y la fatiga; al año, el riesgo de cardiopatía coronaria es la mitad en comparación con alguien que aún consume tabaco; a los cinco años, el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuye a la mitad; a los 10 años, el riesgo de fallecer por cáncer de pulmón disminuye también a la mitad en relación a aquellas personas aún fumadoras.

Y, por supuesto, un beneficio muy importante y poco nombrado es dejar de sentirse dependiente y esclavizado por una droga muy tóxica capaz de producir una elevada dependencia física, la llamada nicotina y, por lo tanto, se podrá vivir en libertad tanto física como psíquica.

El resumen de lo anterior queda plasmado en una frase irrebatible de “No al tabaco, sí a la vida”, aplicable tanto pare el fumador como para los fumadores pasivos que lo acompañan.

QUIÉNES LO LOGRAN Y QUIÉNES RECAEN

Cuando un fumador intenta dejar de fumar por sí solo y sin la ayuda del consejo sanitario, el índice de éxito se sitúa en torno al 5 por ciento; pero cuando ese intento de dejar de fumar se ayuda de apoyo psicológico y en ocasiones del tratamiento farmacológico, el éxito llega del 30 al 40 por ciento. De la misma manera, cuando los fumadores dejan este hábito solo con su fuerza de voluntad, en la primera semana recaen en torno al 70 por ciento, pero el restante 30 por ciento persiste en su logro definitivamente.

ELEMENTOS QUE MEDIAN EN EL ÉXITO O FRACASO

Cuanto antes se deje de fumar, mayores son las posibilidades de éxito. Los principales elementos que intervienen son los años de ser fumador, la cantidad de cigarrillos fumados en el día, la forma de fumar, o sea, número de cachadas y profundidad de las mismas y otros factores como la observancia gestual y social.

En cuanto a los puntos clave para una cesación tabáquica exitosa y sin recaídas, en primer lugar, el adicto fumador debe estar lo adecuadamente motivado para abandonar definitivamente su adicción a fumar, pero también es muy importante que los profesionales médicos hagan un diagnóstico adecuado del paciente y ofrecerle en base a eso un tratamiento adecuado.

Es importante señalar que dejar de fumar es totalmente posible, y si no que lo digan los exfumadores, en número mucho mayor que el de fumadores en todo el mundo; será la mejor forma de que se ayude para mejorar su salud y su calidad de vida, así como para los fumadores pasivos, las pobres víctimas que lo rodean.

EXCUSAS Y RECOMPENSAS POR EL LOGRO

Son conocidas las principales causas o excusas para las recaídas en los pacientes fumadores, como son el llamado síndrome de abstinencia, la aparición de depresión psíquica y el aumento de peso, siendo esta última una causa muy socorrida por las mujeres en su vano intento justificativo. Por eso es muy importante que la acción de dejar de fumar se acompañe de medidas psicológicas.

Lo importante es ponerse en acción lo antes posible antes que el seguro daño sea irreversible, e intentarlo las veces que haga falta para conseguir dejarlo definitivamente, eso sí, teniendo muy en cuenta los factores de riesgo y pensando que los hijos de un fumador casi siempre salen fumadores por el mal ejemplo aprendido involuntariamente en sus casas.